Los sueldos crecieron al ritmo de la inflación en 2023, pero los trabajadores siguen sin recuperar poder adquisitivo

Aunque en el argot económico el término sorpasso se refiera al adelantamiento de un país respecto de otro en términos del producto interior bruto (PIB), lo cierto es que fuera de este ecosistema se emplea para identificar cambios de tendencia insólitos o hasta cierto punto inesperados. De ahí que no sea descabellado utilizarlo para calificar el resultado de la carrera emprendida por los precios y los salarios en 2023, donde las subidas firmadas en los convenios que se registraron durante el año pasado estuvieron por encima de lo que se encareció la vida a lo largo de los últimos 12 meses. En números: mientras que los salarios crecieron, de media, un 4,1%, el IPC lo hizo un 3,5%. Una relación positiva para los salarios que, sin embargo, solo maquilla una cadena de derrotas que se sigue prolongando un año más.

Los datos de variación salarial pactada los recoge un informe mensual que elabora el Ministerio de Trabajo sobre convenios, y que este miércoles ha publicado sobre el mes de diciembre de 2023. Es un documento extenso en el que puede comprobarse el éxito (o no) de la negociación colectiva a lo largo del año. Además, si se compara con los resultados del Índice de Precios de Consumo (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), la foto finish de la carrera entre ambas estadísticas está servida.

En el último informe de Trabajo se especifica, por ejemplo, que en los 3.512 convenios colectivos que tuvieron efectos económicos en 2023 —hubieran sido firmados en este año o no— la variación salarial media registrada fue del 3,46%, algo más baja que la referente a los textos rubricados en el ejercicio pasado (4,1%), y que se beneficiaron de ella casi 11 millones de trabajadores. Del otro lado, la inflación media del último año fue del 3,5%, por lo que ambas relaciones estuvieron prácticamente empatadas. Sin embargo, tomando como referencia los últimos cinco años (2019-2023), los precios se encarecieron de media un 3,326% en este periodo, mientras que los sueldos lo hicieron un 2,386%.

Una de las razones para que esto sea así tiene que ver con que los sindicatos y las patronales firmaron en el mes de mayo del año pasado el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) —un documento en el que se establecen distintos parámetros para abordar la negociación—, donde se establecía un incremento mínimo de las remuneraciones del 4% para 2023 (del 3% en 2024 y de otro 3% en 2025), que, de acuerdo con la estadística oficial, parece haberse cumplido con precisión.

Diferencias territoriales

Sin embargo, esta comparativa no refleja la realidad de todo el colectivo de trabajadores. Esto es, solo se refiere a aquellos que trabajan bajo el paraguas de algún convenio colectivo, y que este tuviera efectos sobre el ejercicio pasado. Así, un trabajador cuyo convenio esté descolgado, que no pertenezca a ninguno, o que sea autónomo —Trabajo solo computa a los asalariados, no a los trabajadores por cuenta propia— podría no haber experimentado una subida equiparable a la media recogida por el Ministerio.

Las variaciones salariales también se comportaron de distinta forma, independientemente del tipo de convenio en el que estuvieran contempladas. Por ejemplo: en la empresa privada, los salarios crecieron más que el sector público (3,39% por 2,68%), mientras que los convenios provinciales y autonómicos contemplaron subidas mayores que los estatales (3,55% y 3,45%, por 3,36%). De hecho, el desglose de las subidas por comunidades autónomas también refleja las grandes diferencias territoriales que existen entre los trabajadores (y que tienen que ver con la fuerza que los sindicatos tienen en ellos). Las comunidades con mayores incrementos dentro de los convenios con efecto económico en 2023 fueron la Región de Murcia (5,13%), País Vasco (5,04%) y Baleares (4,20%). En el plano provincial, el récord lo marcan Guipúzcoa (6,42%), Salamanca (6,21%) y Almería (5,07%).

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