El magnate José María Aristrain sale absuelto del juicio por las supuestas irregularidades en la compra de un edificio
La Audiencia de Madrid exculpa al industrial vasco, que gana su segunda batalla en los tribunales tras acabar indemne en un proceso anterior por presunta evasión fiscal
El industrial vasco José María Aristrain, una de las mayores fortunas del país, ha vuelto a derrotar a la Fiscalía y a Hacienda en los tribunales. Por segunda vez en apenas dos años. Después de que la Audiencia de Madrid lo absolviese en enero de 2022 en la gran causa abierta contra él por supuesto fraude fiscal, el empresario ha resultado exculpado ahora en otro juicio celebrado este 21 de septiembre, que lo sentó de nuevo en el banquillo. Esta vez, acusado de comprar una vivienda propiedad de una de sus propias compañías con el supuesto objetivo de eludir el pago del IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido) y evitar el embargo del edificio. Unas imputaciones por las que el ministerio público le pedía cuatro años de cárcel.
Según consta en una sentencia fechada este 5 de octubre, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, la Audiencia Provincial de Madrid concluye que no se han presentado suficientes pruebas de que Aristrain, conocido popularmente como El magnate del acero, actuara con una “intención fraudulenta”. “No ha quedado probado que enajenasen el inmueble con el fin de perjudicar a la Agencia Tributaria”, insiste la resolución del tribunal, que ha absuelto igualmente a Dámaso Quintana, uno de sus antiguos hombres de confianza, que lo acompañó en el banquillo —aunque la relación entre ambos se encuentra actualmente rota, ya que el magnate presentó en 2018 una querella por administración desleal contra Quintana, a quien había aupado al frente de alguna de sus sociedades—.
En su escrito de acusación, la Fiscalía de Madrid ponía el foco esta vez en las operaciones económicas ejecutadas en torno a una vivienda unifamiliar de casi 2.000 metros cuadrados, ubicada en el centro de la capital (en la calle Zurbano, a escasos metros del Paseo de la Castellana). Este edificio era propiedad de Pioninin, una de las empresas del industrial. Pero, en 2012, la compañía se lo vendió al propio Aristrain, para que constara a su nombre. Con esta maniobra, según el ministerio público, el millonario buscaba eludir el pago del IVA que se adeudaba por unas obras realizadas en el inmueble, así como evitar que las autoridades le embargaran la casa —entonces se encontraba ya investigado en la supuesta causa de fraude fiscal, de la que resultó absuelto este 2022—. Unas imputaciones que la defensa siempre ha negado.
En su sentencia del 5 de octubre, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial da la razón al empresario y rechaza la tesis de la acusación. El tribunal afirma que existen algunas sombras sobre la operación —por ejemplo, Pioninin vendió el edificio a Aristrain en 2012 por 5,5 millones de euros, pese a que en el balance de la sociedad se valoraba en más de 20 millones en 2011—, pero los magistrados añaden que no son suficientes para concluir, “fuera de toda duda razonable”, que se actuase de forma orquestada para “perjudicar” a la Agencia Tributaria. Por ello, absuelven a los dos procesados.
A favor del industrial, los magistrados valoran que la vivienda “se transmitió” de forma transparente, “en escritura pública”. A su vez, la Audiencia descarta que se hiciese para evitar un embargo, porque ya se encontraba embargada en el momento de los hechos —por la causa del fraude fiscal—: “Este dato es especialmente relevante para abonar la tesis exculpatoria, por cuanto la transmisión del bien al acusado Aristrain se realizó con la carga y así consta en la escritura pública otorgada. No tiene ninguna lógica tratar de realizar un alzamiento con un bien que ya está embargado judicialmente y que se transmite al administrador de la sociedad, [que era el propio magnate]”.
Con esta reciente sentencia judicial, Aristrain escribe un nuevo y exitoso capítulo en la larga batalla que mantiene con la Fiscalía y Hacienda. La Agencia Tributaria lo mantiene en el foco desde hace más de una década, y el ministerio público ha impulsado varios procesos contra él. Precisamente, en enero de 2022, logró su gran victoria. La Audiencia de Madrid lo exculpó de esa primera primera acusación de fraude fiscal, después de que el ministerio público lo llevase a juicio por diseñar una supuesta estructura societaria para evitar tributar en España por las ganancias que obtuvo de sus negocios entre 2005 y 2009, mientras fingía supuestamente vivir en Suiza. En ese proceso, la Fiscalía le llegó a pedir una condena de hasta 64 años de cárcel —rebajada a 40 años en la vista oral— y una multa de 1.190 millones de euros.
José María Aristrain heredó un imperio de su padre, el también industrial vasco José María Aristrain Noain, fallecido en 1986 en un accidente de helicóptero. Aristrain hijo es actualmente accionista de ArcelorMittal, una de las mayores empresas siderúrgicas del planeta; y de Tubacex, el segundo mayor productor a nivel mundial de tubos sin soldadura en aceros inoxidables, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La revista Forbes le situó en 2022 en el puesto 23 de las mayores fortunas de España, y le atribuyó un patrimonio de 1.100 millones de euros.
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