_
_
_
_
_

La caída de la demanda contrae la actividad de las empresas en la zona euro

Las carteras de pedidos se deterioran y el índice compuesto de la industria y el sector servicios registra en julio la mayor caída en ocho meses, según el índice PMI

Camareros atienden al medio día a los clientes del Café Bar Paradiso, en Santiago de Compostela (Galicia).
Camareros atienden al medio día a los clientes del Café Bar Paradiso, en Santiago de Compostela (Galicia).ÓSCAR CORRAL
Selina Bárcena

El tercer trimestre del año no comienza con buenas expectativas en la eurozona y el riesgo de recesión se agudiza, según el Índice PMI elaborado por la firma S&P Global. El PMI ( Purchasing Managers’ Indexes por sus siglas en inglés) compuesto de la región, marca el mayor ritmo de caída en ocho meses y se sitúa en julio en los 48,9 puntos. En este indicador, una cifra por debajo de 50 puntos señala que existe contracción económica, mientras que por encima apunta a un crecimiento de la actividad empresarial. Si bien la inflación da un respiro —la tasa de los costes de los insumos, medida en ambos sectores, volvió a caer por décimo mes consecutivo—, la política de tipos altos que marca el BCE sigue poniendo lastre en la demanda, lo que está complicando la evolución de la actividad empresarial.

El sector que peor lo está pasando es la industria, que se queda con 42,7 puntos, su mínimo en 38 meses. “El sector manufacturero sigue siendo el talón de Aquiles de la zona euro”, apunta Cyrus de la Rubia, economista jefe del e Hamburg Commercial Bank. Por su parte, el sector servicios se mantiene en positivo, con 51,1 puntos, pero retrocede un 0,9 con respecto al mes anterior y su crecimiento no es suficiente para compensar el mal dato industrial.

Las sucesivas subidas de tipos y la amenaza de recesión en el horizonte componen un paisaje difícil para los empresarios. Además, aunque la inflación se moderó en julio hasta el 5,5% según Eurostat, la subyacente repuntó dos décimas, alejando un poco más la posibilidad de que se interrumpan las políticas monetarias restrictivas. De hecho, las perspectivas a futuro de los comerciantes se ensombrecen y, a la pregunta sobre si el nivel de producción de sus empresas es superior, igual o inferior respecto al mes anterior, la mayoría de las respuestas son negativas, dejando el índice de producción manufacturera en 42,9 en julio, frente a los 44,2 de junio.

Además de las malas perspectivas de futuro, el empeoramiento de las condiciones de la demanda es el gran problema de la actividad empresarial. El documento señala que entran menos pedidos nuevos y registran su momento más bajo desde noviembre del año pasado. Ello ha llevado a las compañías a reducir sus niveles de actividad, lo que previsiblemente tendrá un impacto negativo en los niveles de contratación. La firma británica advierte que el sector industrial es el que se encuentra en una situación más delicada, con uno de los declives más intensos desde 2009. En el caso del sector servicios, en este séptimo mes registra la primera caída de pedidos desde diciembre.

La contratación de personal cayó en julio, dejando el incremento mensual más reducido del empleo desde febrero de 2021. Por sectores, el manufacturero pierde empleos por segundo mes consecutivo y el sector servicios mantiene las contrataciones, pero con el menor crecimiento en cinco meses. Otra de las consecuencias de la poca demanda es la reducción en la compra de insumos, que en el caso de la industria cae hasta niveles de 2009.

Francia y Alemania se desaceleran

Las dos economías más grandes de la zona euro tampoco viven su mejor momento. En Francia la actividad total cayó por segundo mes consecutivo y lo hizo al ritmo más intenso desde 2020. Su índice compuesto se situó en los 46,6 puntos y tanto los servicios (47,4) como la industria (44,5) se sitúan en territorio negativo. Entre las razones, el economista del Hambug Comercial Bank, Norman Liebke, apunta a una caída en las exportaciones y a que “los precios continuaron aumentando a un ritmo aún muy elevado”. También hay que considerar que el euro cede frente al dólar. Cae un 0,4% a 1,108 dólares, lo que puede mejorar la competitividad en las exportaciones, pero empeora la rentabilidad de las importaciones.

Alemania también se sitúa en territorio de contracción. El estancamiento de la economía Alemana, que según la oficina de estadística, Destatis, se contrajo durante el primer trimestre un 0,3% se debe a las dificultades de la industria y a la debilidad del consumo privado.

Su índice PMI compuesto cae desde los 50,6 puntos en junio, a los 48,3 en julio. En este caso, el sector manufacturero se queda muy tocado, con 38,8 puntos y arrastra a los servicios. Estos últimos, en cambio, se mantienen en positivo con 52 puntos. El informe apunta que el deterioro de la industria alemana es el más serio desde 2009, si se excluye en periodo covid. “Hay cada vez más posibilidades de que la economía entre en recesión en la segunda mitad del año”, apuntó de la Rubia. El economista puntualizó que las previsiones de crecimiento sobre el PIB alemán para el tercer trimestre apuntan a un crecimiento negativo.

El deterioro económico será, según el economista jefe del Hamburg Commercial Bank, la tónica a medio plazo: “La economía de la zona euro probablemente seguirá su trayectoria a la baja en territorio de contracción en los próximos meses, puesto que el sector servicios —que hasta ahora venía registrando los mejores datos— continúa perdiendo impulso”, concluyó.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_