Seat invertirá 300 millones en una planta de ensamblaje de baterías
Envision pide 200 millones en ayudas y 100 millones en créditos para su gigafactoría de Cáceres a través del PERTE-VEC
Seat construirá una planta de ensamblaje de baterías junto a su fábrica de coches en Martorell (Barcelona). Invertirá 300 millones de euros en las nuevas instalaciones y dará empleo a unas 400 personas de forma directa y en torno a un centenar de contratos indirectos. El objetivo es que alimente los vehículos eléctricos, inicialmente de las marcas Volkswagen y Cupra, que salgan de la factoría a partir de 2025, cuando esté lista su reconversión. La compañía española, filial de Grupo Volkswagen, ha realizado el anuncio coincidiendo con la apertura de la segunda ventana de ayudas del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del vehículo eléctrico (PERTE-VEC), habilitado con 837 millones de euros de ayudas centradas en toda la cadena de producción de baterías para vehículos.
La inversión anunciada este lunes se añade a los 3.000 millones de euros que Seat invertirá en el próximo lustro en su apuesta por los coches cero emisiones. Esos recursos incluyen tanto la adaptación de la fábrica de Martorell como el desarrollo del vehículo eléctrico urbano, el encargo recibido por Grupo Volkswagen. De esta forma, justo al lado de la fábrica barcelonesa se instalará todo el proceso para ensamblar en las cajas de baterías que posteriormente se instalan en los coches las celdas que se fabriquen en la gigafactoría de Sagunto (Valencia).
En un comunicado, el presidente de Seat, Wayne Griffiths, ha indicado que las nuevas instalaciones ocuparán una superficie de 64.000 metros cuadrados -”equivalentes a unos nueve campos de futbol”, ha dicho-. Ha afirmado que las obras empezarán en las próximas semanas y no ha dejado claro si están sujetas a la adjudicación de ayudas del PERTE-VEC, aunque Griffiths sí que ha dejado responsabilidad sobre las administraciones: “Las instituciones españolas y europeas también tienen que estar convencidas y subirse al tren. Como pasa en otros países, hay que crear un marco legal que asegure las inversiones del sector e impulse la competitividad”.
Seat tiene esperanzas en la nueva convocatoria del PERTE, después de que su fábrica apenas recibiera ayudas para adaptarla al coche eléctrico en la primera. Su inversión fue acompañada con 29 millones en ayudas directas y 15 en subvenciones. Grupo Volkswagen, y sobre todo la fábrica de celdas de baterías de Sagunto, se llevó la mayoría del reparto de fondos asignados, con un total de 357 millones, aunque es una cifra a repartir entre la cuarentena de empresas participantes en el proyecto Future: Fast Forward, que prevé una inversión conjunta de 10.000 millones. Precisamente, el consejero de Empresa de la Generalitat, ha destacado hoy que la Administración catalana aseguró ayudas autonómicas por importe de 89 millones hasta 2026, superiores a las procedentes de los fondos europeos.
Envision AESC Spain, que proyecta una gigafactoría en Navalmoral de la Mata (Cáceres), ha anunciado que también participará en el programa de ayudas. Aspira a conseguir 200 millones en ayudas directas y otros 100 millones a través de préstamos en la segunda ventana del PERTE. El grupo chino, aliado con Acciona, prevé invertir 2.500 millones de euros.
Ford también ha anunciado la solicitud de ayudas al PERTE-VEC para un proyecto de ensamblaje de baterías en su planta de Almussafes (Valencia), para cuya transformación para producir coches eléctricos no llegó a pedir ayudas pese a que inicialmente contemplaba hacerlo por un importe de 106,3 millones.
Revolución en las plantas de Seat
El polígono de Seat en Martorell va a protagonizar una revolución en los próximos años, fruto de la ofensiva eléctrica de Volkswagen. El actual ensamblaje de vehículos de combustión verá como se complementa para introducir la fabricación de vehículos eléctricos, lo que tendrá un impacto laboral: una reducción de empleo de 1.330 trabajadores que tendrá un impacto económico de unos 244 millones de euros, a causa de que la construcción de un coche a baterías supone casi un tercio menos de horas de producción por unidad.
Ese cambio se extenderá como una macha de aceite a otras factorías del grupo. Por ejemplo, la de El Prat, ahora especializada en la fabricación de cajas de cambio también se adaptará de forma progresiva a la producción de piezas necesarias en un coche eléctrico: diferenciales, las manguetas, la caja donde se conectan las celdas de la batería, el módulo de refrigeración de esta y el aluminio del motor del vehículo eléctrico. Esa decisión, tomada el pasado mes de diciembre, supondrá la salvación de sus 900 empleados.
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