_
_
_
_

Estresados y enfadados: 9 de cada 10 españoles no se sienten comprometidos con su trabajo

El 20% de los empleados afirma sentir enfado a diario en el trabajo y solo un 10% se declara comprometido con su empresa, de acuerdo con una macroencuesta mundial de la consultora Gallup

Una mujer sujeta una pancarta durante una protesta en Madrid, este viernes.
Una mujer sujeta una pancarta durante una protesta en Madrid, este viernes.Diego Radamés (Europa Press)
Selina Bárcena

Obligación contraída, palabra dada, acuerdo pactado, dificultad o empeño, y así hasta ocho acepciones distintas, son las que proporciona la Real Academia Española para definir “compromiso”. Y según la empresa estadounidense de análisis y asesoría Gallup, el 90% de los españoles no se sienten comprometidos con su trabajo. Signifique lo que signifique, parece que la relación empresa-trabajador no atraviesa momentos felices, si es que alguna vez la felicidad y el trabajo caminaron necesariamente juntos. De hecho, un 20% de los ocupados declaran sentirse enfadados en su puesto de trabajo, un dato que sobrepasa la media europea, situada en el 14%.

Uno de los factores que alimenta este disgusto es el estrés. El 36% de la población activa declara sentirse agobiada diariamente en el trabajo. Una cifra que mengua ocho puntos con respecto al año pasado, pero que deja a España en el puesto 22 de los países con más estrés laboral de Europa, aunque por debajo de la media del continente (39%). Para obtener estos datos, Gallup ha encuestado a unas 1.000 personas en cada país. En concreto, para este último estudio, en 2022 ha preguntado a nivel mundial a 122.416 empleados, 18.262 de los cuales eran europeos.

El cabreo, como el compromiso, también es difícil de aterrizar en sus causas particulares. En ese sentido, el estudio apunta que, para mejorar la situación, es importante que las compañías “tomen medidas para abordar la precariedad laboral y promover un entorno de trabajo saludable y motivador”; y anima “a fomentar la participación y el diálogo con los empleados”.

“Estos datos reflejan una situación preocupante, ya que el compromiso laboral es un factor clave para el bienestar y el rendimiento de los trabajadores”, señala el estudio. Pese al escepticismo laboral, el documento también apunta que solo el 26% de españoles consideran que es un buen momento para cambiar de trabajo, frente al 56% de la media europea. Un dato que encaja con la rotación que las empresas están detectando en el mercado laboral, situada al cierre de 2022 en el 17%.

Las razones que impulsan a los trabajadores a buscar nuevas oportunidades en otras empresas tienen que ver principalmente con la búsqueda de mejores condiciones laborales. Por ello, el estudio insta a los empleadores a tomar medidas para “motivar y comprometer a sus equipos”, pero también a que se mejoren las condiciones materiales y las metodologías. “España tiene un estilo de gestión bastante centralizado y jerárquico y hay pocas oportunidades para el debate”, señala Pablo Diego Rosell, consultor jefe de relaciones empresariales en España de Gallup.

El número de ocupados en España se sitúa en la cifra récord de 20,8 millones y la situación del mercado laboral se refuerza con una de las tasas de paro más bajas de los últimos años: 2,74 millones de desempleados. Pese a ello, Rosell apunta que el entorno de trabajo “no es especialmente dinámico y el número de buenos empleos es bajo”, lo que, según él, incrementa la “tensión laboral y la inseguridad”.

Con todo, medir el enfado o el compromiso y relacionarlo con el rendimiento de los trabajadores es una ecuación difícil de resolver, sobre todo, si no se atiende a los detalles en los que se concreta cada término. Sí que sirve, en cambio, como termómetro.

Si tomamos los datos de la OCDE, España es el octavo país de la eurozona donde más horas se trabajan al año: cerca de 1.641. Por tanto, el altísimo porcentaje de personas que no se identifican con su empresa (90%) y los que se declaran estresados o enfadados, pasan gran parte de su semana desarrollando una actividad con la que no están satisfechos. Algo grave, pero quizá no tan nuevo, porque incluso los antiguos romanos decidieron un día separar el otium (ocio) del nec-otium (negocio), dejándole al primero la diversión y el puro descanso, para colgarle al segundo la tediosa actividad de ganarse la vida.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_