La eurozona esquiva la recesión y recupera el crecimiento en el primer trimestre del año

Pese al continuado impacto de la guerra de Ucrania, la crisis energética que amenazaba con provocar una gigantesca crisis en el invierno europeo recién terminado y la continuada presión inflacionaria, la eurozona se aleja de la recesión en el primer trimestre del año. Eso sí, los datos tampoco son como para tirar cohetes: la economía de los 20 países de la zona euro (Croacia es miembro desde enero) apenas creció 0,1% (menos de lo que auguraban los analistas), mientras que en toda la UE lo hizo 0,3%, según los datos publicados este viernes por la oficina estadística europea (Eurostat). En comparación con el primer trimestre de 2022, tanto la eurozona como la UE en su conjunto crecieron el 1,3%, tras registrar una mejora del 1,8% en la eurozona y del 1,7% en la UE en el trimestre anterior.

A la cabeza de los países que más han crecido en estos tres primeros meses del año, en comparación con el trimestre anterior, se sitúa Portugal con un sorprendente 1,6%, seguido muy de lejos por España, Italia y Letonia con un 0,5%. En el furgón de cola, Irlanda y Austria registraron un crecimiento negativo (-2,7% y -0,3%), mientras que el tradicional motor europeo, Alemania, que ya firmó un último trimestre de 2022 para olvidar con un retroceso de cinco décimas del PIB, continúa su mala racha, y de acuerdo con las estimaciones iniciales de Eurostat, es la única de las grandes economías que se estanca en este primer trimestre, dado que Francia creció dos décimas gracias al empuje de las exportaciones.

Por países, en términos interanuales, las tasas de crecimiento fueron positivas para todos los países, excepto Alemania (-0,1%). España, por el contrario, se sitúa con la economía con mejor evolución respecto del primer trimestre de 2022 (3,8%), seguida, de lejos, por Irlanda (2,6%) y Portugal (2,5%).

Los bandazos que suelen producirse en las revisiones del PIB irlandés —en el último trimestre de 2022 fue severamente corregido desde el 3,5% de avance esperado hasta solo el 0,3%— son ahora una de las esperanzas de que la eurozona gane una décima de crecimiento en la próxima revisión que haga Eurostat, si finalmente el derrumbe no fuera tan pronunciado.

El dato llega después de un cuarto trimestre donde la zona euro se estancó y la UE incluso entró en terreno negativo, con una caída del PIB de una décima. La invasión de Ucrania, la crisis energética y las subidas de tipos para combatir la alta inflación, que durante buena parte del año pasado se encaramó hasta cotas no vistas en décadas, han frenado significativamente la recuperación económica tras el hundimiento que provocó la pandemia.

Sin embargo, el hecho de que el continente evite por ahora la recesión puede leerse con alivio, dadas las lúgubres expectativas que había sobre la economía europea cuando comenzó la guerra. La gran dependencia que Alemania tenía del gas ruso, también Italia, presagiaban peores consecuencias. Pero a la vuelta del verano de 2022 comenzó a observarse que todo quedaría en una ralentización económica y no se llegaría a un parón en seco.

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