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Comisión Europea
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un nuevo Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento en Europa

La UE necesita esta reforma de las reglas fiscales para garantizar unas finanzas públicas saneadas y apoyar una economía sostenible, inclusiva y competitiva

Exterior de la Comisión Europea
Exterior de la Comisión Europea, en Bruselas.GETTY IMAGES

Desde la Comisión Europea, acabamos de presentar nuestras esperadas propuestas para reformar las normas fiscales de la Unión Europea (UE). Son el resultado de un amplio proceso de diálogo que culminó en marzo con un acuerdo político sobre los principios de la reforma entre los ministros de Finanzas de la UE, que ahora hemos traducido en propuestas concretas de cambios jurídicos.

En un espacio económico tan integrado como lo es la Unión Europea, las normas comunes son el marco que sustenta la confianza mutua entre los Estados que la integran. Esto es aún más cierto para los veinte países que comparten el euro como moneda. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento ha proporcionado a la Unión ese marco de confianza durante un cuarto de siglo, pero el mundo ha cambiado mucho desde que se elaboró el Pacto a finales de los noventa. Nos enfrentamos también a retos y prioridades muy diferentes de los que había cuando se reformó el Pacto por última vez, a raíz de la pasada crisis financiera.

Tenemos ahora dos retos fundamentales que debemos abordar conjuntamente. En primer lugar, necesitamos grandes inversiones y reformas para afrontar las transiciones ecológica y digital, mejorar en competitividad y aumentar nuestra resiliencia, incluida en el ámbito de la defensa. En segundo lugar, los niveles de deuda pública han aumentado mucho, sobre todo a raíz de la covid-19. Por ello, necesitamos estrategias creíbles de saneamiento de las finanzas públicas que den seguridad a los inversores sobre la sostenibilidad de la deuda y faciliten la financiación de la inversión pública. Al mismo tiempo, no debemos relegar a un segundo plano la financiación pública de las prioridades comunes de la UE hasta que se haya reducido la deuda. Ambas cosas van de la mano: Europa necesita esta reforma de las reglas fiscales para garantizar unas finanzas públicas saneadas y apoyar una economía sostenible, inclusiva y competitiva.

Es evidente que necesitamos reducir los déficits presupuestarios, empezando por los subsidios energéticos de urgencia introducidos por la guerra de Rusia contra Ucrania. Sin embargo, la experiencia demuestra que las ratios de deuda elevados no son únicamente consecuencia de la falta de disciplina fiscal. También pueden ser consecuencia del bajo crecimiento económico y la falta de competitividad. En los dos últimos años, la fuerte recuperación de la economía y el empleo, apoyada por los fondos NextGenerationEU, junto con el primer impacto de la alta inflación, han traído consigo un importante descenso de la ratio de deuda sobre PIB de la UE, que ha pasado de un récord del 90% en 2020 al 84% en 2022. En los próximos años, para garantizar que esta ratio siga disminuyendo, Europa necesitará una mayor prudencia fiscal y una economía más dinámica.

Por todo ello, nuestras propuestas se dirigen a lograr una reducción gradual, pero constante, de los niveles de deuda pública y a impulsar un crecimiento sostenible e inclusivo de la economía a través inversiones públicas y reformas. Nuestras propuestas harán las normas fiscales de la UE más sencillas, transparentes y eficaces. Están concebidas para fomentar una mayor responsabilidad a nivel nacional basada en normas comunes y en planes presupuestarios con ajustes creíbles. Harán compatibles la igualdad de trato entre los distintos países con la consideración de las circunstancias de cada país. También reforzarán el sistema de ejecución de las normas, para asegurarse de que todos los países las cumplan.

Nuestras propuestas son un reflejo equilibrado de los debates que hemos tenido con los gobiernos nacionales, el Parlamento Europeo y todo tipo de observadores, debates que continuarán durante el proceso legislativo en los próximos meses.

La economía europea necesita que concluyamos esta reforma antes del final del año, como ha indicado el Consejo de la UE. Redundará en una mayor confianza de los mercados financieros, especialmente en el contexto actual de normalización de la política monetaria. Dará claridad a cada Estado miembro sobre su senda fiscal, dada también la próxima desactivación de la “cláusula general de escape” activada al principio de la pandemia y prorrogada hasta finales de este año por la agresión de Rusia a Ucrania. En definitiva, esta reforma apoyará más eficazmente la estabilidad y el crecimiento, en beneficio de los ciudadanos y empresas de Europa. Trabajemos juntos para que así sea.

Valdis Dombrovskis es Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea. Paolo Gentiloni es Comisario Europeo de Economía.

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