Agricultura pide a Bruselas fondos del paquete de emergencia de la UE por la sequía
El ministro Planas asegura por carta a la Comisión Europea que la situación es tan grave que no puede afrontarse “únicamente con fondos nacionales”
La sequía que azota a España está causando estragos en el campo y en la ganadería. El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha pedido a la Comisión Europea que entregue a España de forma urgente parte de los fondos de la reserva agrícola de emergencia para hacer frente a los efectos de la falta extrema de agua. “La situación derivada de esta sequía es de tal magnitud que sus consecuencias no podemos abordarlas únicamente con fondos nacionales”, dice el ministro en una carta enviada al comisario de Agricultura, Janus Wojciechowski, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, en la que se muestra preocupado por el reparto rápido que se está haciendo ya de ese fondo limitado para compensar a algunos países por la conocida como crisis del grano ucranio sin aranceles.
La misiva del Gobierno español a Bruselas remarca que el impacto de la reducción de las precipitaciones y las altas temperaturas están afectando muy negativamente al sector agrario y a su rentabilidad, particularmente en las regiones de la mitad sur y el este, y conllevará una disminución de la producción y un aumento de los costes; variables a las que se añaden las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania.
La mitad de los 456 millones de la reserva de emergencia de agricultura prevista para este año ya se ha consumido, sobre todo con ayudas a los países del este de Europa por la crisis del grano ucranio que entra sin tasas en la UE y que, junto con la movilización de los agricultores que aseguran que los productos ucranios están inundando sus mercados y bajando los precios locales, está causando las primeras fisuras en el seno de la UE sobre la solidaridad con Kiev. Tras los reclamos de sus Gobiernos, Bruselas entregó un primer paquete de 56 millones a Polonia, Rumania y Eslovaquia de ese fondo para ayudas al sector agrario. Y la semana pasada, con la crisis encendida, prometió un segundo paquete de 100 millones de la reserva para tratar de apaciguarla después de que Polonia, Hungría, Eslovaquia y Bulgaria decretasen la prohibición de entrada (salvo para el tránsito) de cereales y otros productos desde Ucrania, contraviniendo así la política comercial común.
“La reserva de crisis debe ser movilizada en auxilio de nuestros agricultores, como lo ha sido recientemente, y España lo ha apoyado, para los productores de los Estados miembros fronterizos con Ucrania”, dice el ministro Planas en su carta, en alusión a la crisis del grano, que aún no se ha cerrado y que ha suscitado críticas en el seno de los Veintisiete hacia los países del este por sus medidas unilaterales para vetar el cereal ucranio. “Nos preocupan los anuncios realizados por la Comisión sobre un próximo paquete de fondos de esta reserva solo destinado a algunos Estados miembros. Sería imposible de entender para nuestros agricultores”, añade en la carta a la que acompaña un informe sobre la situación actual de la falta de agua en España.
La Comisión Europea, que ahora está embarcada en tratar de apagar la crisis del grano mientras los países del este exigen más concesiones, recibió este martes la petición de Planas y la estudiará. “Estamos analizando la situación muy de cerca”, apunta una portavoz del Ejecutivo comunitario.
Flexibilizar la PAC
España ha pedido también a Bruselas medidas excepcionales para flexibilizar las normas de la Política Agraria Común (PAC), de las que dependen las ayudas europeas que cobran agricultores y ganaderos, según confirmó Planas en una intervención tras la reunión del Consejo de Ministros de este martes, en la que ha anunciado que la carta a la Comisión ya había sido enviada. “Entendemos que se da una circunstancia excepcional”, dijo el ministro. “Espero una reacción pronta por parte de la Comisión Europea. Aunque sé que las decisiones tardan tiempo, está perfectamente justificada por la excepcionalidad de la situación”, añadió.
España no pide una cantidad concreta del paquete de la reserva de fondos, que si se produjese una emergencia mayor podría tratar de ampliarse más allá de esos 456 millones previstos para este año —de hecho, con el precedente de los países del este, otros han tomado nota—. El año pasado recibió 64,5 millones de euros de ese bolsillo agrícola para enfrentar el aumento del coste de las materias primas derivado de la invasión de Ucrania lanzada por el presidente ruso, Vladímir Putin, en febrero de 2022. Ese fue ya un año difícil para España, con episodios inusitados de altas temperaturas muy largos y con una reducción de las precipitaciones de un 26%. Eso afectó a las cosechas de cereales, que se redujeron un 25%, a la de frutas o a la producción de aceite de oliva, que decreció un 50%, lo que ha provocado, además, un aumento de los precios de alrededor de un 60% desde junio.
Este año, la falta de lluvia y los episodios de calor son aún más graves: el 27% del territorio de España está en estado de alerta o de emergencia por la sequía y las reservas de agua están al 50% de su capacidad, según datos del Ministerio de Transición Ecológica. Este abril está siendo el más seco desde que hay registros; es decir, desde hace más de 60 años.
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