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Una crisis bancaria provocaría una recesión de dos años en la economía alemana

La actividad del país se contraería hasta un 2,5% durante 2023 y 2024, según un estudio del instituto económico IW

Deutsche Bank
Un hombre pasa por delante de una oficina de Deutsche Bank.LEON NEAL (Getty Images)
Elena G. Sevillano

Las turbulencias en el sector bancario no han afectado al estado de ánimo de la primera economía europea, donde tanto los consumidores como las empresas aseguran en distintas encuestas recientes encarar la primavera con buena disposición. La confianza del consumidor alemán mejora por sexto mes consecutivo; el índice Ifo de confianza empresarial ha registrado también su quinto aumento seguido y los analistas creen que el dato del PIB del primer trimestre no será tan malo como se pensaba a principios de año. Pero el desasosiego que produce la caída del Silicon Valley Bank y su onda expansiva no remite, y los economistas quieren saber qué consecuencias podría tener en la primera economía del euro. “Una crisis bancaria sumiría a Alemania en la recesión este mismo año”, concluye un análisis del Instituto de la Economía Alemania (IW).

El estudio de este instituto, cercano a la patronal, calcula que nuevas turbulencias en el sector bancario costarían a la economía alemana medio punto porcentual de crecimiento económico este año y dos puntos porcentuales el próximo. El trabajo simula qué consecuencias tendría para todos los ámbitos de la economía una crisis: el endurecimiento de las condiciones crediticias provocaría un descenso de los préstamos y lastraría la inversión, que caería en picado; descendería el consumo privado. Los bancos centrales de Europa y Estados Unidos tendrían que reajustar sus políticas de tipos de interés. Si las condiciones crediticias se endurecieran, la actividad privada caería un 1,1% en 2023 y un 5,8% en 2024, detalla el trabajo, publicado este domingo.

Los principales institutos económicos alemanes, incluido el IW, no creen que vaya a producirse una nueva crisis bancaria. Lo que hace el economista Thomas Obst en su simulación es indagar en qué sucedería si llegara ese escenario hipotético, porque el peligro, afirma, aún no ha desaparecido. Como recoge el diario económico Handelsblatt, la hipótesis que se plantea el trabajo no es una crisis financiera como la de 2008, durante la que quebraron más de 400 bancos en cuatro años y se produjo una acusada contracción del crédito, sino una versión suave de una crisis bancaria desencadenada por una caída en los mercados bursátiles.

El Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, los llamados cinco sabios, esperan un crecimiento del 0,2% de la economía alemana este año y del 1,3% el próximo. Las previsiones han mejorado con respecto a otoño pasado. En su último informe, presentado la semana pasada, advierten de que la inflación supone ahora el mayor riesgo porque implica una pérdida relevante de la capacidad de compra y, por tanto, el debilitamiento de la demanda como motor de la economía alemana. Los sabios esperan una tasa de inflación del 6,6% para este año, mientras que para 2024 calculan un promedio del 3%.

El colapso del Silicon Valley Bank a principios de febrero y la absorción de Credit Suisse por parte de su rival USB ha sacudido los mercados financieros y despertado los malos recuerdos de la crisis de 2008. Las cotizaciones en los mercados bursátiles mundiales han caído un 5% y las de los bancos de la zona euro, un 12%. Los mercados se recuperan y el DAX, el índice de referencia alemán, alcanzó el viernes pasado un nuevo máximo anual, pero el peligro de una nueva crisis sigue latente.

Obst calcula lo que ocurriría si se produjera un nuevo desplome significativo de los precios de las acciones en los mercados bursátiles mundiales. En concreto, simula —mediante el modelo económico global de Oxford Economics— una pérdida media anual del 10%. La caída presionaría a las instituciones financieras si surgieran dudas sobre su estabilidad, lo que tendría consecuencias concretas para empresas y ciudadanos: los bancos endurecerían sus condiciones de crédito y la pérdida de riqueza repercutiría en el consumo privado de los hogares. Los alemanes consumirían un 0,4% menos en 2023, y un 2,2% menos en 2024. La caída de la inversión afectaría especialmente al sector inmobiliario, que ya está muy tensionado en Alemania, asegura Obst.

Subida de tipos

Para luchar contra la inflación en Estados Unidos y Europa, los bancos centrales han subido a gran velocidad los tipos de interés oficiales. “Ahora está quedando claro que algunos bancos se ven desbordados por la estricta política monetaria. Están teniendo problemas incluso antes de que los bancos centrales pongan realmente freno a la inflación”, constata el IW en una nota de prensa.

Los cálculos de los investigadores de Oxford Economics sugieren caídas similares del crecimiento. Han examinado qué ocurriría si las Bolsas alemanas se situaran en el cuarto trimestre un 30% por debajo del año anterior. Como consecuencia, el crecimiento económico en Alemania sería 0,8 puntos porcentuales inferior en 2023 y casi tres puntos porcentuales inferior en 2024. Oliver Rakau, economista de Oxford Economics, también considera “totalmente plausibles” los resultados del IW, cita Handelsblatt.

“Las perspectivas económicas, ya de por sí sombrías, se han deteriorado aún más debido a la inminente crisis bancaria”, afirma por su parte Obst. “La presión sobre los bancos centrales es cada vez mayor. Ha llegado el momento de que pongan a prueba su actual política de tipos de interés y eviten el riesgo de contagio al conjunto de la economía. La cuestión crucial será si la política monetaria puede seguir subiendo los tipos de interés sin poner en peligro la estabilidad de los mercados financieros”, añade.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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