Así es First Citizens, el banco familiar de origen agrícola que se queda con el de Silicon Valley
La centenaria entidad de Carolina del Norte que ha comprado el SVB ha multiplicado por cinco su tamaño en tres años a golpe de adquisiciones
Los Holding (un apellido que no está mal para ser banquero) llevan tres generaciones al frente del First Citizens, el banco fundado en 1898 en Carolina del Norte que acaba de quedarse con los restos del naufragio del Silicon Valley Bank (SVB). Un banco tradicional, familiar, fundado en un estado rural para dar servicio a los granjeros del condado de Johnston se ha tragado a la entidad acostumbrada a financiar compañías tecnológicas y empresas de capital riesgo, con clientes sibaritas y distinguidos.
Cuando R. P. Holding, el patriarca, murió en 1957, sus tres hijos, todos menores de 32 años, se hicieron cargo de la entidad. Desde 2009 el presidente del consejo (chairman) y consejero delegado del banco es Frank B. Holding Jr., de 61 años, y la vicepresidenta, su hermana Hope Holding Bryant, de 60 años, ambos de la tercera generación de banqueros. El cuñado de ambos, Peter Bristow, de 57 años, ejerce de presidente (president). Entre los tres controlan más del 22% de los derechos de voto y rondan el 50% si se suma el resto de familiares. La familia Holding se ha hecho mucho más rica este lunes gracias a que las acciones del First Citizens se han disparado un 53% en Bolsa por la compra del SVB.
Los inversores han premiado la valentía de Holding al lanzarse en plena tormenta financiera a comprar el banco que ha provocado el temporal. Consciente de que muchas entidades tuvieron una mala digestión en la crisis financiera de 2008 tras absorber a sus rivales con problemas, Holding ha negociado con el fondo de garantía de depósitos todo tipo de coberturas frente a demandas, litigios o pérdidas imprevistas en la cartera de créditos. Para evitar riesgos, ha dejado al margen de la operación las criptomonedas y la sucursal en las Islas Caimán. Y para que las cuentas salgan, se ha quedado los activos con un descuento de 16.450 millones de euros y una generosa financiación pública.
Es una apuesta aparentemente ganadora para un banco que ha crecido con fuerza a golpe de adquisiciones y que ya había evolucionado desde sus orígenes rurales a entidad financiera que daba servicio al polo innovador de Raleigh, donde está su sede. First Citizens compró una treintena de entidades en Carolina del Norte en el último tercio del pasado siglo, pero no salió de su Estado hasta mediados de la década de 1990, cuando se hizo con un banco en la vecina Virginia Occidental.
La entidad resistió con solvencia la crisis financiera de 2008 y aprovechó la Gran Recesión para extenderse por todo el país al quedarse bancos con problemas. Se hizo con el Temecula Valley Bank (California) y el Venture Bank of Lacey (Washington) en 2009; con el Sun American Bank de Boca Ratón (Florida) y el First Regional Bank de Los Ángeles (California) en 2010, y con el United Western Bank de Denver y el Colorado Capital Bank de Castle Rock, ambos en Colorado, en 2011.
Continuó con compras pequeñas y medianas hasta que dio su primer gran salto al absorber CIT Group, una operación cerrada a principios de 2022 con la que prácticamente duplicó su tamaño. Ahora, al adquirir los restos de Silicon Valley Bank, pasa de 109.000 a 219.000 millones en activos, duplicando de nuevo su dimensión. Así, la entidad que en marzo de 2020 tenía 41.594 millones de dólares en activos ha multiplicado por más de cinco su tamaño en solo tres años y se convierte en uno de los 15 mayores bancos de Estados Unidos.
First Citizens era, pues, antes de esta operación, un banco pequeño, del tamaño del español Bankinter, aunque con unos ingresos y resultados más en línea con los del Banco Sabadell, y con un valor en Bolsa de 8.400 millones de dólares (cerca de 13.000 millones tras la subida de este lunes). La entidad ganó 1.058 millones de dólares en 2022, el doble que el año anterior.
A 31 de diciembre pasado, el grupo tenía 582 oficinas, de las que 219 se encontraban en Carolina del Norte, 126 en Carolina del Sur y 68, en California. También tiene presencia en los múltiples Estados donde ha ido comprando otros bancos. En la presentación a analistas de la operación de este lunes, cifra su número de sucursales actual en 550, a las que se suman ahora las 17 del adquirido SVB. El First Citizens cerró 2022 con 10.375 empleados a tiempo completo y 309 a tiempo parcial, un 61% de mujeres y un 33% de personas “étnicamente diversas”, según su informe anual.
En dicho informe, el banco no engañaba sobre sus intenciones: “Hemos explorado y esperamos seguir explorando oportunidades de adquisición que creemos que apoyan nuestras estrategias de negocio y pueden mejorar nuestra rentabilidad”.
La mejor oferta
La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) recibió un total de 27 ofertas de 18 postores por los activos de Silicon Valley Bank, según ha desvelado su presidente, Martin Gruenberg, en una declaración remitida al Senado, donde este martes comparece. Dichas ofertas eran por el banco comercial, por su rama de banca privada para clientes de alto nivel y por sus activos. Finalmente, First Citizens se ha impuesto y se ha quedado el negocio de banca comercial y su rama de banca privada.
La FDIC calcula que el rescate del banco costará unos 20.000 millones de dólares, que serán cubiertos por las aportaciones de los bancos al fondo de garantía de depósitos. Tras el espectacular tirón en Bolsa de este lunes, lo que tiene casi asegurado la FDIC es cobrar los 500 millones que le corresponden por la revalorización de las acciones de First Citizens, según el acuerdo al que habían llegado las partes.
En su presentación a analistas, Holding ha asegurado no solo que la operación es financieramente atractiva, sino que su banco quiere apostar por los sectores y clientes con los que trabajaba Silicon Valley Bank y mantener su extensa red de relaciones. Quiere trabajar más con el capital riesgo y las tecnológicas y apuesta porque sigan en su plantilla los empleados del SVB que mejor conocen esos sectores y a los clientes del banco adquirido. Eso sí, el banco de las start-ups, el capital riesgo y sus directivos, también era uno de los favoritos de las bodegas de California. Así que con la compra del SVB, First Citizens vuelve también un poco a sus orígenes de banco agrícola.
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