Volkswagen pide “beligerancia” al Gobierno para minimizar la nueva norma de emisiones
La filial española del grupo alemán espera alcanzar la normalidad de producción en el segundo semestre
La nueva norma de emisiones que prepara la Comisión Europea, Euro 7, tiene muchos números para quedarse todo el protagonismo del sector de la automoción durante los próximos meses. Este martes, el presidente de Volkswagen Group España Distribución, Francisco Pérez Botello, ha hecho una petición para evitar que la nueva homologación se apruebe tal y como está desarrollada en actualmente: “El Gobierno ha de ser beligerante”, ha dicho, consciente de que España puede jugar un papel principal en la suavización de las condiciones dado que en el segundo semestre del año asumirá la presidencia de turno de los Veintisiete. Ha evitado referirse si otros países europeos con una fuerte implantación de industria del motor se podrían sumar a ese frente.
En un encuentro con medios de comunicación, Pérez Botello ha remarcado el impacto que Euro 7, que tiene que entrar en vigor para los vehículos en 2025, puede tener sobre la industria, al dejar en la inviabilidad económica la producción y venta de muchos vehículos, sobre todo los pequeños. La industria considera que las nuevas medidas que plantea el Gobierno comunitario, que van desde un endurecimiento de las condiciones de homologación a la inclusión de sensores y al alargamiento del ciclo de vida de determinados componentes para reducir las emisiones, supondrán un aumento mínimo de 2.000 euros por vehículo vendido, coste que previsiblemente se tendrá que trasladar a los usuarios. “2.000 euros [en un coche] de 50.000 euros no es lo mismo que en uno que vale 18.000 euros”, ha afirmado, sobre el impacto del precio en los coches más reducidos y baratos, justo los que tienen más protagonismo en España.
En su opinión, ese riesgo podría llevar a reducir la producción o paralizarla en fábricas como las españolas. Ha indicado que los 2.000 euros de coste añadido en un coche pequeño puede generar una reducción de las ventas de alrededor del 20%.
El ejecutivo ha defendido que la medida tendrá un impacto residual para los costes de inversión que supondrá y ha recalcado que esas inversiones se tendrán que “desviar” de las que se realizarán en el desarrollo del coche eléctrico y con un plazo de amortización que en Europa se sitúa en 2035, cuando se prohibirá la venta de los vehículos de combustión.
“El problema está en la antigüedad del parque”, ha insistido Pérez Botello, quien ha señalado la necesidad de reducir la edad media de 14 años que tiene el parque español de coches, aunque sea a golpe de vender vehículos de segunda mano más nuevos. Como ha señalado la patronal de marcas europeas, ha defendido que la sustitución de coches con la homologación actual, la Euro 6, ya permitiría reducir las emisiones en un 80%.
Respecto a la situación de la automoción, el directivo de la filial española de distribución de Grupo Volkswagen (responsable de la venta de 117.000 coches nuevos en España en 2022) ha señalado que espera una situación de “seminormalidad” durante el segundo semestre de este año en lo que respecta a la producción, a causa de la estabilización de la cadena de suministro de piezas. Si es así las existencias de vehículos para la venta aumentarían y se reducirían las colas de espera actuales. El interrogante recae sobre cómo estará en ese momento la demanda, a expensas de la situación económica y el impacto de la inflación y de los tipos de interés sobre la capacidad adquisitiva de la población.
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