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Bruselas abre la puerta a que las grandes tecnológicas paguen por el uso de las redes

La Comisión Europea lanza una consulta pública en la que plantea que “todos los actores que se benefician de la transformación digital contribuyan” a sus infraestructuras

Manuel V. Gómez
Thierry Breton
El Comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, durante la presentación de una norma europea el pasado enero.AFP

La Comisión Europea empieza a prestar oídos a las plegarias de las operadoras telefónicas europeas. Ha abierto la puerta a que las grandes tecnológicas paguen por el uso de las redes al lanzar una consulta pública que “aborda la posible necesidad de que todos los actores que se beneficien de la transformación digital contribuyan equitativamente a las inversiones necesarias”, en uno de los documentos presentados este jueves para impulsar la conectividad en la Unión Europea. Las grandes operadoras continentales (Telefónica, Orange, Deutsche Telekom, Telecom Italia, KPN) llevan tiempo reclamando que se dé este paso empujadas por la caída de su rentabilidad en los últimos años.

Bruselas parece dispuesta a abrir un nuevo frente con las grandes compañías tecnológicas, que son principalmente estadounidenses (Alphabet, Meta, Amazon, Apple, Twitter, Microsoft) y alguna china (ByteDance, matriz de Tik Tok). Esas empresas, con las que el Ejecutivo Europeo suele tener disputas judiciales a cuenta de resoluciones de Competencia y de impuestos, generan el buena parte del tráfico de Internet, el 57% en 2021, según Sanvine, una consultora digital. Empresas como Telefónica abrieron la batalla hace bastantes años, en 2010, lo hizo el anterior presidente de la gran operadora española, César Alierta: “Lo que es evidente es que los buscadores de Internet [Google] utilizan nuestra red sin pagar nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Esto no puede seguir. Las redes las ponemos nosotros; los sistemas los hacemos nosotros; el servicio postventa lo hacemos nosotros, lo hacemos todo. Esto va a cambiar, estoy convencido”.

Atendiendo a esto, el comisario europeo de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, ha lanzado una consulta pública “sobre el sector de la conectividad [digital] y sus necesidades de infraestructura”. “Esta consulta exploratoria pretende abrir el debate para mantener una conversación más exhaustiva con todas las partes interesadas y recabar datos adicionales. La consulta exploratoria también aborda la posible necesidad de que todos los agentes que se beneficien de la transformación digital contribuyan equitativamente a las inversiones necesarias”, anuncia. Aunque en el mismo comunicado aclara: “Se trata de una cuestión compleja que requiere una comprensión profunda de los hechos y cifras subyacentes”.

“Lo que estamos discutiendo hoy es mucho más importante que la pelea entre operadores y plataformas”, ha apuntado Breton en la presentación de la consulta y el reglamento “para reducir el coste del despliegue de redes de comunicaciones electrónicas de gigabits”. Hace unos días en Finlandia, el propio Breton había advertido de que su departamento estaba estudiando alguna iniciativa en esa dirección: “Las inversiones serán necesarias para alcanzar nuestras ambiciones serán enormes y tenemos que asegurarnos de que se correspondan con la disponibilidad de financiación suficiente. La carga de esta financiación no debe recaer únicamente sobre los Estados miembros o el presupuesto de la UE”.

El francés añadió un argumento que suelen utilizar las compañías telefónicas continentales: “En un momento en que las empresas tecnológicas están utilizando la mayor parte del ancho de banda y los operadores de telecomunicaciones están viendo caer el rendimiento de sus inversiones, se plantea también la cuestión de quién paga la próxima generación de infraestructuras de conectividad”.

El paso que da Bruselas este jueves consiste en una consultar pública y abierta. Ahora quien quiera (ciudadanos, empresas, asociaciones, lobbies) puede remitir a la Comisión sus observaciones. Tiene de plazo hasta el 19 de mayo para hacerlo. “En función del resultado, [el Ejecutivo comunitario] estudiará las medidas más adecuadas para el futuro del sector de las comunicaciones electrónicas”. La teoría dice que si finalmente se atiende a la reclamación histórica de las operadoras debería abrirse la puerta a un trámite legislativo, algo que, como norma general, lleva bastante tiempo (meses) en Bruselas. Y esto último precisamente, tiempo, es lo que se le agota a la Comisión presidida por Ursula von der Leyen. En mayo de 2024 se celebran elecciones europeas y, por tanto, el periodo legislativo real acabará semanas, sino un par de meses, antes.

Junto a esta propuesta, Breton también presenta el reglamento “para reducir el coste del despliegue de redes de comunicaciones electrónicas de gigabits”, que reemplazará la directiva comunitaria de 2014 de reducción del coste de la banda ancha. El objetivo es “entre otras cosas, simplificar y digitalizar los procedimientos de concesión de permisos”. Explica Bruselas que pretende “mejorar la coordinación de las obras civiles entre operadores de redes para desplegar la infraestructura física subyacente, como conductos y cables, que representan hasta el 70% de los costes de despliegue de la red”.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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