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España apuesta por reforzar la contratación en el exterior

Las políticas del ministro Escrivá fomentan la llegada de trabajadores extranjeros para cubrir la escasez de mano de obra. Los sindicatos creen que no faltan empleados, sino mejores condiciones salariales

Ola de calor
Temporeros que trabajan en la recogida del melocotón en la población de Alcarrás (Lleida) se resguardan del sol durante la ola de calor de junio.Ramon Gabriel (EFE)

España está cambiando poco a poco su forma de abordar la inmigración laboral. Las alternativas para contratar extranjeros en sus países de origen están ampliándose y flexibilizándose. Hace solo una semana se publicaba una orden ministerial que regula cómo España captará trabajadores en el exterior en los próximos años, desde temporeros a camioneros pasando por electricistas. Detrás de todos los cambios que se vienen sucediendo desde 2019 está el ministro de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, José Luis Escrivá, que en sus casi cuatro años de mandato ha imprimido en la política migratoria una perspectiva práctica y económica —y utilitarista, según sus críticos— bastante novedosa.

El objetivo de Escrivá es crear un modelo más ágil que permita incorporar talento y mano de obra en sectores clave en momentos concretos de alta demanda de trabajadores. Quiere también dar más estabilidad y oportunidades a miles de trabajadores que prestan servicios en España de forma estacional desde hace años. La contratación en origen, defienden en su ministerio, es también una baza geopolítica y ayuda a estrechar lazos con países con los que se colabora en materia migratoria. Esos países, en muchas ocasiones, no quieren oír hablar de prevenir la inmigración irregular o de readmitir a sus ciudadanos que emigraron irregularmente si España no empieza a poner sobre la mesa programas que den oportunidades (laborales o académicas) a sus ciudadanos.

El gran paso en materia migratoria se dio este verano con la reforma del reglamento de la ley de Extranjería que, entre otras cosas, facilitaba la contratación de trabajadores en el exterior y planteaba una vía de obtener los papeles a los inmigrantes que ya viven en España a cambio de que se formen en sectores necesitados de personal. Miles de personas podrán beneficiarse de esta reforma, con la que tendrán más facilidades para incorporarse al mercado laboral y vivir regularmente en España. Fuentes del departamento que dirige Escrivá indican que aún es “pronto” para evaluar el efecto de este nuevo marco normativo, pero creen que las perspectivas son “prometedoras”.

Desde el ministerio destacan otras estrategias, como la nueva regulación de start ups, que fomenta la llegada de nómadas digitales (empleados que teletrabajan y van cambiando de país de residencia); o las nuevas facilidades para incorporar extranjeros con estudios homologables a Formación Profesional en pequeñas y medianas empresas, un proceso que hasta ahora exigía más trámites.

Cómo contratar en el extranjero

Ahora, el ministerio de Escrivá está escribiendo la letra pequeña con la que se diseñará la contratación de extranjeros en sus países de origen. Esta es solo una pata de la normativa de extranjería y el total de beneficiarios es limitado, pero marca una hoja de ruta hasta ahora menos definida.

Por un lado, la contratación de carácter estacional o circular (temporeros, esquiladores...) tendrá más garantías para los trabajadores. Con la reforma del reglamento del verano, estos tendrán una autorización de cuatro años que les permitirá trabajar un máximo de nueve meses en cada uno de ellos. Si cumplen, y vuelven a su país una vez terminado el periodo de trabajo, ese permiso podrá prorrogarse por otros cuatro años o cambiarse por una autorización con la que vivir y trabajar legalmente en España durante dos años.

Ocupaciones de difícil cobertura

El plan profundiza también en la contratación de trabajadores más estables. Para ello, Escrivá intenta ampliar el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, una lista que recoge el perfil de profesionales que, en teoría, no hay en España y que permite poder ficharlos en otros países. El ministro pretende incluir en ese catálogo 31 profesiones relacionadas con la construcción con la vista puesta en la ejecución del Plan de Recuperación financiado por la UE. De momento, el catálogo sigue en el limbo por el rechazo del Ministerio de Trabajo y de los sindicatos, que apuestan por emplear a trabajadores que ya se encuentran en España y mejorar las condiciones laborales.

Más allá de las profesiones que conformen ese catálogo que se actualiza cada trimestre, Escrivá está concretando los tipos de contrataciones y sus normas. Los empresarios podrán así ofrecer empleo a personas concretas (sea porque ya han trabajado para ellos, sea porque han enviado su currículum) u optar por contratos colectivos y genéricos.

Otra novedad es que se abre la puerta a contratar profesionales por cuenta ajena de forma más sencilla y se crea una vía para que sectores deficitarios cuyo personal requiere de una habilitación específica o formación (como conductores o construcción) puedan formar aquí a sus trabajadores y luego contratarlos.

Contestación sindical, tibio apoyo empresarial

La estrategia del Gobierno no convence a los sindicatos. “Creo que hay que preguntarse por qué hay un 12,6% de desempleo y aun así hay empresas que no encuentran personal”, indica Mari Cruz Peralta, secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO. Cree que la respuesta a esta cuestión es la misma que llevan meses advirtiendo los sindicatos y que también ha verbalizado repetidamente la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz: los bajos salarios. “Muchos empresarios no respetan los convenios, pagan por debajo de las horas que hacen muchos trabajadores, especialmente en hostelería”, comenta Peralta. Asegura que a su sindicato le parece “bien” que vengan trabajadores extranjeros, pero que se debe hacer “con un análisis concreto de la realidad”. “Lo que nos preocupa es que los extranjeros que vengan lo hagan para trabajar en condiciones dignas, en igualdad de derechos. Todo el mundo tiene derecho al trabajo y las fronteras deben estar abiertas para ello”, añade. En definitiva, dice no entender por qué “con todo el desempleo que hay” la respuesta a las vacantes es la mano de obra extranjera si las condiciones laborales son las mismas para todos.

El departamento de Escrivá contesta a la posición de los sindicatos indicando que la captación de personal extranjero se plantea solo para los puestos sin personal formado suficiente: “La apuesta es que siempre que se pueda los puestos se cubran con personal nacional, y en ese sentido se han acometido reformas como la de la FP, buscando dar cobertura a ocupaciones en las que no hay suficiente personal formado. No olvidemos que la posibilidad de traer gente de fuera se daría siempre en ocupaciones deficitarias, es decir, en las que no hay mano de obra local y las necesidades son urgentes (no da tiempo a formar a gente). Por eso, a la hora de fijar los criterios para traer a perfiles especializados de fuera, siempre se haría previa consulta con los agentes sociales y el sector concreto del que se trate, y con carácter muy quirúrgico (afinando lo más posible el perfil, para no traer perfiles que no sean deficitarios)”.

La patronal ha manifestado en repetidas ocasiones que el problema de las vacantes sin cubrir resulta acuciante en algunos sectores. Algunas asociaciones empresariales han sido contundentes al señalar a la inmigración como una posible solución, como las agrarias u hosteleras. En una línea parecida se ha manifestado recientemente María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios: “Tenemos que perder el miedo a hablar de la inmigración como remedio al problema demográfico y a la falta de mano de obra en muchos sectores”.

La patronal con más voz del país, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), no se ha caracterizado por apoyar fervientemente el planteamiento del ministerio, pero a preguntas de este periódico apoya la captación de inmigrantes: “A corto plazo entendemos que es necesario facilitar y agilizar la contratación de extranjeros. No es la solución definitiva, pero sí la que puede paliar estas necesidades a corto plazo. Es una solución que, vemos, se está aplicando en numerosos países de nuestro entorno, dentro y fuera de la UE”.

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