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Ferrovial inaugura en Virginia su vía de peaje más inteligente, una autopista para dejarse llevar

La infraestructura incorpora avances tecnológicos para aumentar la seguridad y prepararse para la llegada del coche autónomo

El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, corta la cinta inaugural de la autopista I-66 en presencia de otras autoridades y del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino.
El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, corta la cinta inaugural de la autopista I-66 en presencia de otras autoridades y del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino.
Miguel Jiménez

Las autopistas del futuro empiezan a hacerse realidad. El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, y las autoridades locales han inaugurado oficialmente este martes en Fairfax (Virginia) la ampliación de la autopista I-66, una concesión con una inversión de unos 3.700 millones de dólares (algo más de 3.550 millones de euros, al cambio actual), lo que la convierte en una de las mayores iniciativas de colaboración público-privada en el sector de infraestructuras de Estados Unidos en el siglo XXI. La autopista incorpora las últimas novedades en gestión dinámica de los peajes, monitorización, conectividad y digitalización, lo que la prepara para la era de los coches sin conductor, aunque para eso todavía falta. “Es una de las autopistas más avanzadas tecnológicamente del mundo”, ha dicho Del Pino.

Los 35 kilómetros de la renovada infraestructura (entre la Ruta 29, cerca de Gainesville, y la circunvalación de Washington, I-495, en el Condado de Fairfax) irán sumando progresivamente los últimos avances tecnológicos que ha desarrollado Ferrovial a través de su iniciativa de carreteras inteligentes AIVIA. Sensores de seguridad, detección de imágenes, antenas, marcas de pavimento y superficies reflectantes, cartografía de alta definición, señalización inteligente, gestión de la velocidad, conectividad vehículo-infraestructura (V2I) y computación en la nube permiten digitalizar una autopista.

Ferrovial ya ha estado haciendo pruebas con esos sistemas en la autopista Tarrant Express en Dallas y la 407 ETR en el área metropolitana de Toronto junto con sus aliados 3M, Kapsch, Microsoft, Telefónica y CapGemini, pero el objetivo era aplicar en la I-66 todas las tecnologías ya testadas para tener la primera autopista conectada que comparte información de seguridad con vehículos y conductores en tiempo real. La idea de Ferrovial es que las infraestructuras jugarán un papel clave en la era de los coches sin conductor, explica Ricardo Sánchez, director de Tecnología de Cintra, filial de Ferrovial.

¿En qué lo notarán los conductores? Dependerá del equipamiento y la conectividad de sus vehículos. La ampliación de la I-66 es una concesión a 50 años, así que progresivamente habrá coches cada vez más autónomos y capaces de comunicarse e interactuar con otros vehículos y con la propia infraestructura. Hoy por hoy, muy pocos coches podrán sacar aún provecho de esos avances tecnológicos, pero la autopista empezará a usar sus sistemas para detectar supuestos como el de coches que entran en sentido contrario, que se quedan parados, las zonas de obras, el inicio de atascos o la llegada de vehículos de emergencia. Inicialmente, los avisos llegarán mayoritariamente a través de los paneles, pero la idea es transmitirlos directamente a los coches.

La autopista combinará carriles de acceso libre (tres en cada sentido) con otros dos de peaje en cada sentido. Esos peajes irán por tramos y sus precios irán variando en función de las condiciones del tráfico, una gestión dinámica, con sistemas de Indra, que permitirá a cada conductor elegir en qué tramos usar unos carriles u otros. Es un sistema de peaje antiatascos que Ferrovial ya estrenó por primera vez en Texas hace siete años. El peaje se paga con transpondedores (E-Z Pass) que los coches deben llevar en su interior o mediante otras fórmulas (online, con aplicación móvil...), pero no se admite el pago con tarjeta ni en metálico en la propia autopista. Los vehículos de alta ocupación (tres o más ocupantes) podrán acceder a los carriles rápidos sin coste alguno, pero deberán llevar el modelo E-Z Pass Flex activado en el modo de alta ocupación.

Vista aérea de la autopista I-66, en Virginia, en una imagen de Ferrovial.
Vista aérea de la autopista I-66, en Virginia, en una imagen de Ferrovial.

El consorcio Express Mobility Partners (EMP), en el que Ferrovial tiene un 55,7%, puso en servicio las primeras nueve millas (14 kilómetros) en el pasado mes de septiembre y la semana pasada empezó a operar las 13 millas (21 kilómetros) restantes. Tras la compra de su participación a John Laing, el consorcio está integrado por Cintra (filial de Ferrovial), Meridiam (29,7%) y APG (14,5%). La empresa contratista de diseño y construcción del proyecto es FAM Construction, una empresa conjunta entre Ferrovial Construcción y Allan Myers, VA.

Al acto de inauguración han asistido unas 300 personas, entre ellas el gobernador de Virginia, el republicano Glenn Youngkin, diversas autoridades federales y locales, y numerosos directivos y empleados de Ferrovial. “La I-66 es un ejemplo de cómo el esfuerzo conjunto entre la administración y las empresas privadas pueden lograr infraestructuras innovadoras, que beneficien a la comunidad”, ha afirmado el presidente de Ferrovial. “Esta es la mayor iniciativa público-privada de carreteras llevada a cabo en el último siglo en el país norteamericano”, ha señalado Alberto González, CEO de Cintra en Estados Unidos.

Ferrovial ha invertido o comprometido un total de 996 millones de euros, incluida la última compra de un 5,705% adicional por 162 millones, según sus cuentas a 30 de septiembre pasado. Además, la concesión ha asumido una deuda de 1.772 millones de euros.

Las cifras del proyecto incluyen 2.300 millones de dólares para la construcción, un desembolso inicial al Estado de Virginia para obtener la concesión de 579 millones de dólares destinados a financiar proyectos de mejora adicionales en el corredor, 800 millones de dólares para ampliar el servicio de transporte en el corredor, y 350 millones de dólares para otros proyectos de mejora del corredor I-66 en 50 años.

Estados Unidos es la gran apuesta inversora del grupo que preside Rafael del Pino. A finales de 2021, Ferrovial tenía activos en el país por importe de 12.988 millones de euros, más de la mitad del total de 24.896 millones de activos de todo el grupo. Sus diferentes divisiones de construcción, concesiones y aeropuertos han ido logrando cuantiosos contratos en el país.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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