Alemania y Francia piden una “respuesta fuerte” a la ley antiinflación de Biden en Europa: “No podemos meternos en una guerra comercial”
El ministro de Economía alemán reclama junto a su homólogo francés que Europa reaccione a los subsidios estadounidenses que amenazan la competitividad de las empresas europeas
La Ley de Reducción de la Inflación, el proyecto legislativo estrella del presidente estadounidense, Joe Biden, preocupa a los gobiernos europeos, que temen una nueva batalla comercial entre Estados Unidos y la UE. Bruselas considera los subsidios que incluye discriminatorios con los vehículos eléctricos que se fabrican en la UE. “Estamos viendo cómo hay empresas que se marchan de Europa a Estados Unidos por los enormes subsidios que se están pagando allí”, señaló el ministro de Economía y Clima alemán, Robert Habeck. Y alertó: “No podemos meternos en una guerra comercial en un momento como este”, en referencia a la crisis provocada por la invasión rusa de Ucrania. Habeck, que compareció junto al ministro de Finanzas, Christian Lindner, y su homólogo francés, Bruno Le Maire, subrayó que Europa y Estados Unidos son “socios, incluso a lado y lado del Atlántico” y que, aunque están en marcha conversaciones con Washington, Europa tiene que dar una “respuesta fuerte”.
El consejo financiero y económico francolemán se ha celebrado en su edición número 52 por videoconferencia este miércoles, el mismo día que se conocía el aplazamiento de una cumbre presencial entre ambos países que se estaba preparando para el día 26, oficialmente por problemas de agenda de algunos ministros, pero que ha sacado a la luz las desavenencias entre París y Berlín en cuestiones clave como la energía y la defensa. Los ministros de Economía y Finanzas han coincidido en la preocupación por la competitividad del bloque de los Veintisiete en una rueda de prensa posterior a su encuentro. Le Maire ha defendido la necesidad de trabajar en “respuestas europeas adecuadas” para evitar ser “golpeados” por los efectos de la ley de Biden.
La Ley de Reducción de la Inflación es un gigantesco paquete que incluye inversiones para promover las energías verdes, sube impuestos a las empresas y espera generar ingresos por unos 740.000 millones de dólares. En Europa provoca muchos recelos por el impacto que pueda tener en la industria comunitaria. “Es una buena señal, una estupenda señal, que el Gobierno estadounidense esté luchando ahora contra el cambio climático. Pero este paquete no debe destruir la igualdad de oportunidades entre nuestras dos economías, la estadounidense y la europea”, ha afirmado Habeck, en las declaraciones más contundentes que se han escuchado hasta ahora por parte de un Gobierno europeo. El ministro verde han añadido que Alemania y Francia están hablando de “varias medidas” de respuesta.
Los ministros han mostrado también el consenso francoalemán en la introducción de un impuesto mínimo de sociedades. Alemania, Francia y varios países más presionan hace meses para conseguir la unanimidad de los Veintisiete, necesaria para adoptar la medida a nivel comunitario porque se trata de un asunto fiscal. Le Maire ha recordado que si no se consigue ese consenso para final de año, tanto París como Berlín lo adoptarán en sus legislaciones nacionales. El ministro francés ha mencionado expresamente a Hungría como el país que está bloqueando el acuerdo en Bruselas. Los ministros han subrayado también la importancia de acelerar la unión de los mercados de capital.
No alemán a la deuda conjunta europea
El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha reiterado, a preguntas de los periodistas, su negativa a emitir nueva deuda conjunta en la UE para hacer frente a las consecuencias económicas de la crisis energética, según una propuesta de Francia e Italia. La situación actual, ha asegurado el líder de los liberales alemanes, no es la misma que cuando se crearon los fondos SURE y NextGeneration, y por tanto la respuesta debería ser diferente. “No tenemos un problema de demanda como durante la pandemia, sino de oferta y de inflación”, ha asegurado. “No necesitamos nuevos instrumentos fiscales europeos sino dar buen uso a los que ya tenemos, que son muy poderosos”, ha añadido, recordando que hay 300.000 millones todavía sin usar.
Berlín está bajo la lupa del resto de socios europeos después de que anunciara unilateralmente una inyección de hasta 200.000 millones de euros en su economía para ayudar a amortiguar el golpe de los precios de la energía a los hogares y la industria. París, Roma y Madrid han alertado de que una intervención de ese calibre crearía un desequilibrio injusto en el mercado único europeo porque otros países no pueden apoyar a su tejido productivo en la misma medida. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido el paquete de ayudas asegurando que se prolonga durante varios años, es similar al de otros países europeos y se corresponde con el tamaño de la economía alemana.
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