Corea del Sur recurre a Interpol para atrapar al creador de la criptodivisa Luna

La Fiscalía de Corea del Sur ha solicitado este lunes la colaboración de Interpol para atrapar a Do Kwon, el cofundador del imperio de criptomonedas Luna y TerraUSD, cuya burbuja estalló esta primavera y se desmoronó como un castillo de naipes dejando un agujero de cerca de 40.000 millones de euros. La petición llega después de que un tribunal surcoreano emitiera el jueves pasado una orden de arresto contra él y otras cinco personas vinculadas a las monedas digitales por una posible vulneración de la normativa sobre capitales de ese país.

Kwon, de origen surcoreano, aseguró este fin de semana a través de las redes sociales que no se encuentra “a la fuga”, sino dispuesto a colaborar con “cualquier agencia del Gobierno”, y añadió que está en proceso de articular una defensa “en múltiples jurisdicciones”. “Hemos mantenido un listón de integridad extremadamente alto y esperamos aclarar la verdad en los próximos meses”, escribió.

La Fiscalía surcoreana, según ha recogido Financial Times, asegura, en cambio, que este ingeniero informático de 31 años formado en Stanford (California), desmanteló la unidad de Terraform Labs (la empresa matriz de las criptomonedas) radicada en Corea del Sur y se marchó a Singapur a finales de abril, coincidiendo con el momento en el que tomaba carrerilla el descalabro financiero. La Policía de la ciudad Estado, sin embargo, aseguró el sábado pasado que Kwon tampoco se hallaba en este territorio, tal y como recoge el diario hongkonés South China Morning Post.

En sus mensajes de Twitter, el cofundador no ha revelado su paradero. Al contrario, se ha dirigido a la comunidad de inversores en criptomonedas con el siguiente mensaje: “Te diré lo que estoy haciendo y dónde estoy si: 1) somos amigos 2) tenemos planes de encontrarnos 3) estamos involucrados en un juego web3 basado en GPS. De lo contrario, no tienes por qué saber mis coordenadas GPS”.

El batacazo de Luna, que era una de las principales divisas digitales, y de la stablecoin TerraUSD, la moneda digital estable a la que está ligada, evaporó la pasada primavera los ahorros de miles de inversores y se ha convertido en uno de esos relatos con moraleja de la efervescencia global por las criptomonedas: tras alcanzar una cotización de casi 100 dólares, la pira tecnocapitalista convirtió en humo el 99% del valor de Luna en 72 horas de pánico.

Algunos analistas han llegado a comparar la magnitud de este seísmo en el universo cripto con lo que supuso la quiebra de Lehman Brothers en 2008 para el sistema financiero global. El efecto contagio se extendió por todo el sector después de que tocara techo a finales de 2021 y ha provocado una respuesta urgente de los Estados, que tratan de poner coto a la jungla del reino digital e inasible de las criptomonedas. La Unión Europea acordó en junio un marco normativo para limitar las transferencias anónimas y tratar de establecer unos estándares globales para la supervisión de estas divisas.

El movimiento de las autoridades judiciales de Corea del Sur supone una petición formal a Interpol para que incluya a Kwon en la lista de notificación roja, técnicamente “una solicitud a fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de extradición, entrega o acción judicial similar”, según la web del organismo policial. La medida consiste en un “aviso” sobre personas buscadas a escala internacional, “pero no es una orden de detención”. La Fiscalía surcoreana también ha reclamado al Ministerio de Exteriores de este país que cancele el pasaporte de Kwon con la intención de limitar sus movimientos.

El cerco judicial en torno al fiasco de Luna arrancó en Corea del Sur a finales de mayo, poco después de su derrumbe, con una investigación de la Fiscalía del Distrito Sur de Seúl relacionada con dos denuncias colectivas interpuestas por decenas de inversores, los cuales acusan a los fundadores de Terraform Labs de haberlos engañado “con sus monedas algorítmicas defectuosas”.