John Foley, fundador de Peloton, se baja de la bicicleta
El hasta ahora presidente ejecutivo dimite tras perder poder en la gestión de la empresa
El sueño de John Foley se hizo realidad y llegó a valer más de 50.000 millones de dólares en Bolsa. Su idea de unas bicicletas estáticas conectadas por internet se hizo realidad en Peloton, fundada en 2012. La empresa salió a Bolsa en 2019 y vivió su momento dulce en plena pandemia. Por entonces parecía imparable. Las acciones se dispararon hasta más de 160 dólares antes de estrellarse con la realidad. La empresa cerró 2021 con pérdidas récord, nombró a un nuevo consejero delegado y ahora ha aceptado la dimisión de su cofundador Foley de su puesto de presidente ejecutivo.
“Se le considera en gran medida como el pionero que fue la fuerza impulsora y creativa de la actual industria mundial del fitness conectado”, dice la empresa en el comunicado en el que ha anunciado su salida.
Foley ya había quedado un poco relegado del día a día de las operaciones con el nombramiento de Barry McCarthy como consejero delegado. Con él, la compañía trata de convertirse en un negocio de suscriptores que pagan una cuota por el entrenamiento. McCarthy proviene de Netflix y Spotify y trata de emular ese modelo. La empresa ha ido dejando de lado ambiciosos planes de fabricación industrial y también ha dado una vuelta a los canales de distribución.
Pero la transición está siendo ruinosa. La compañía sufrió en su último ejercicio fiscal, cerrado el 30 de junio, unas pérdidas de 2.823 millones de dólares (una cifra similar en euros), frente a los números rojos de 189 millones de dólares del año anterior. Las acciones de la empresa, que llegaron a cotizar a más de 160 dólares, están ahora a 11 dólares, tras haber perdido más del 90% de su valor en un año.
La pandemia va quedando atrás y el ejercicio al aire libre ha recuperado terreno frente al deporte en casa. La inflación también ha modificado los hábitos de los consumidores, que gastan más en gasolina y alimentos y tienen menos renta disponible para consumo discrecional. Además, quien se compra una bicicleta estática, la tiene para varios años, sobre todo teniendo en cuenta los elevados precios a los que se venden, a partir de unos 1.500 dólares. Muchos compradores de bicicletas las han puesto a la venta de segunda mano, compitiendo con la propia empresa.
En el comunicado en que se anuncia su salida, Foley ha dicho: “Al reflexionar sobre el viaje que ha hecho Peloton desde que la fundamos, estoy muy orgulloso de lo que hemos construido juntos. Desde el primer día, el increíble talento que hemos tenido en nuestro equipo y la dedicación, el trabajo duro y la creatividad de cada uno de los empleados de Peloton es lo que nos ha llevado a donde estamos hoy. Fundamos la empresa porque queríamos hacer que el fitness y el bienestar fueran cómodos, divertidos y eficaces. Gracias al trabajo de miles de personas, lo hemos conseguido”. Y añade: “Ahora ha llegado el momento de iniciar un nuevo capítulo profesional. Me apasiona construir empresas y crear grandes equipos, y me entusiasma volver a hacerlo en un nuevo espacio”, aunque sin concretar a qué se refiere.
Junto a Foley, deja también la compañía Hisao Kushi, el director jurídico de la empresa desde 2015. El consejo de Peloton ha nombrado a Karen Boone como nueva presidenta, con funciones no ejecutivas. Tammy Albarrán sustituirá a Kushi como directora jurídica y secretaria corporativa. “Albarrán es una de las ejecutivas legales más reconocidas de la industria tecnológica y aporta una gran experiencia”, dice la empresa de la ejecutiva, que era la número dos de Uber en cuestiones legales.
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