La inmobiliaria Nozar sale de la lista de morosos de Hacienda tras siete años en el podio de grandes deudores

Una de las mayores novedades de la última lista de morosos de Hacienda es la desaparición de Nozar. La inmobiliaria nacida en los años ochenta había figurado entre los grandes deudores de la Administración desde que el Ministerio, entonces presidido por Cristóbal Montoro, hizo públicos los datos por primera vez en 2015. Entonces debía 203,2 millones y ocupaba la segunda posición. En la octava edición del listado, que se publicó el pasado diciembre, la deuda se había elevado a 214,9 millones y mantenía el mismo puesto.

Pero entre medias, también el pasado diciembre, un juzgado aprobó el convenio de acreedores de la compañía. Este, según la propuesta de Nozar, preveía quitas de hasta el 97% e implicaba devolver solo 286 millones de los más de 1.500 que debía. Siete de cada diez acreedores, todos los que tenían reconocida una deuda inferior a 25.000 euros, recibirían todo en el primer año tras la aprobación. El resto, los grandes acreedores, solo recuperarían entre un 3% y un 5% del dinero que habían prestado, con distintas modalidades de pago que se aplazaban hasta 10 años.

La propuesta de los administradores concursales planteaba que Hacienda recibiría la mitad de los casi 215 millones que le debía la inmobiliaria, por considerarse un crédito privilegiado, y tendría que aceptar las quitas propuestas para los grandes acreedores con la otra mitad. Un 69,5% de los acreedores dieron el visto bueno a esa propuesta y un juzgado de Madrid dictó la sentencia aprobatoria a finales del año pasado.

Nozar es una de las inmobiliarias históricas que alcanzaron gran notoriedad a principios de siglo. Nació en 1981 en Madrid de la mano de la familia Nozaleda, con inversiones también en viñedos o en hoteles. Con los años se iría expandiendo por toda España para construir cerca de 13.000 viviendas en 2009. Pero ese mismo año también llegarían la suspensión de pagos y el concurso de acreedores, tras reconocer que no podía hacer frente a 700 millones de deuda.

Corrió, por tanto, la misma suerte que otras empresas del sector, como Reyal Urbis o Martinsa-Fadesa, que también han sido clásicas de las listas de morosos de Hacienda. La primera, de hecho, la encabeza desde la primera edición por una deuda con la Administración que supera los 300 millones. Pero a diferencia de estas firmas, que entraron en liquidación, Nozar se ha mantenido activa.

La segunda etapa de la promotora se inició en 2015 en medio de un controvertido proceso concursal en que los administradores designados serían recurridos por la propia familia Nozaleda y algunos acreedores. La inmobiliaria tiene actualmente cuatro promociones activas en Madrid y Huelva. Y planes de futuros edificios aprovechando los terrenos que compró en su día en A Coruña, Sevilla o Dénia (Alicante).

En los últimos siete años, los mismos que ha figurado en la lista negra de Hacienda, la empresa señala haber levantado 21 promociones que equivalen a 1.300 viviendas. Para ello ha logrado puntualmente financiación bancaria. Y también ha obtenido recursos de la venta de algunos solares y otros activos que tenía.