El consejo de Twitter apoya por unanimidad la venta de la compañía a Elon Musk

La oferta de Elon Musk sobre Twitter sigue cubriendo etapas. El consejo de la compañía ha comunicado este martes que acepta por unanimidad la oferta y que recomienda a los accionistas aprobarla en una próxima junta, según ha comunicado a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en inglés). El consejo de administración, por unanimidad, “ha determinado que el acuerdo de fusión es recomendable y que la fusión y las demás transacciones contempladas en el acuerdo de fusión son justas, recomendables y en el mejor interés de Twitter y de sus accionistas”, ha señalado en un amplio documento ante el regulador.

La opinión del consejo viene acompañada de las opiniones también favorables a la operación de los bancos Goldman Sachs y J.P. Morgan, asesores de la compañía y que ya se habían pronunciado el mes pasado. Forma parte de la documentación de la convocatoria de la junta para aprobar la operación. En dicha convocatoria se somete a los accionistas no solo la aprobación el acuerdo, sino también el pago de las indemnizaciones contenidas en sus blindajes a los principales ejecutivos de la compañía, y que ya habían sido previamente anunciadas.

Parag Agrawal tiene un blindaje o “paracaídas de oro”, según la documentación de la operación, de algo más de 60 millones de dólares (unos 57 millones de euros). No es el único blindado. Hay cuatro directivos que tendrían derecho a indemnizaciones estimadas en un total de 148 millones de dólares. Además de Agrawal están blindados el director financiero, Ned Segal, con 46,4 millones de dólares; Vijaya Gadde, responsable legal, con 21 millones, y Sarah Personette, directora de clientes, con otros 20 millones.

Musk, mientras, sigue sin convencer al mercado de que realmente comprará Twitter al precio prometido. Las acciones cotizan muy por debajo de los 54,2 dólares de su oferta y él continúa alimentando la incertidumbre. Este martes, en un acto organizado por Bloomberg en Doha, el magnate fundador de Tesla y SpaceX ha señalado que quedan aún tres asuntos por resolver para cerrar la compra: las cuentas de usuario falsas, la financiación y la aprobación por parte de los accionistas.

El volumen de cuentas de usuario falsas, que en realidad son bots o cuentas automatizadas, es el principal asunto que ha esgrimido para enfriar una oferta realizada antes del desplome del mercado y, en particular, de los valores tecnológicos y que, por tanto, parece ahora muy generosa. El hombre más rico del mundo, con una fortuna estimada de unos 200.000 millones de dólares (unos 190.000 millones de euros) ha insistido este martes en que no se fía de los datos de la empresa.

“Las cuentas falsas y spam Twitter dice que son el 5%, pero no es nuestra experiencia” ha señalado en Doha. Musk lanzó su oferta sin hacer una revisión previa a fondo de la compañía, como suele ser habitual en esta clase de operaciones, y va a tener difícil usar eso como argumento para echarse atrás. El financiero firmó una cláusula por la que pagaría 1.000 millones de dólares si no cerraba la compra, pero es posible que además la empresa le pueda demandar para hacer cumplir el contrato por el que se comprometía a pagar unos 44.000 millones de dólares por hacerse con la empresa.

Además de las cuentas falsas, que son “todavía un asunto muy significativo”, según Musk el empresario añadió: “Y, por supuesto, está la cuestión de si se reunirá la parte de la deuda [para financiar la operación] y si los accionistas votarán a favor”. El empresario sigue rehusando dar por segura la operación, lo que alimenta las especulaciones de que intentará rebajar el precio o echarse atrás.

Sobre el voto de los accionistas, debería haber pocas dudas, puesto que las acciones cotizan un 30% por debajo del precio de la oferta y votar a favor supone para ellos grandes ganancias. En cuanto a la deuda, Musk ha ido cambiando la estructura financiera de la operación para desvincularla de Tesla. Inicialmente, usó las acciones de la empresa de la que es principal accionista como garantía para una parte de la financiación, algo que el mercado penalizó. Luego fue reduciendo esa garantía y finalmente desvinculó ambas operaciones. Musk, eso sí, vendió más de 8.000 millones de dólares en acciones de Tesla para lograr liquidez con la que comprar Twitter. En lo que va de año, la riqueza de Musk se ha reducido en unos 65.000 millones de dólares, principalmente por la caída en Bolsa de Tesla.

Musk ha dicho que no prevé problemas para las operaciones comerciales de Tesla en China, un mercado clave para la automovilística, si compra Twitter. La red social está oficialmente prohibida en China.

El magnate ha tratado de aclarar sus planes sobre las cifras de plantilla y empleados de Tesla. Ha dicho que espera una reducción del 10% de la plantilla asalariada en tres meses, pero que con el crecimiento de los trabajadores por horas al final el recorte neto de plantilla se quedará en el 3%-3,5%. “Esperamos aumentar nuestra plantilla de trabajadores por horas. Hemos crecido muy rápido en el lado asalariado”, ha dicho en la entrevista en la que ha contestado por teleconferencia desde Estados Unidos.

El fundador de Tesla y SpaceX ha sido preguntado también sobre si tenía decidido votar a Trump en caso de que se presentase a las elecciones presidenciales de 2024. “Estoy indeciso en este momento sobre esa elección”. Musk se mostró la semana pasada a apoyar como candidato al gobernador de Florida, Ron DeSantis.