La urgencia del pacto de rentas
Necesitamos un ejercicio de coordinación colectivo que nos permita superar este episodio inesperado de subida de precios de manera inteligente y equitativa
La inflación nos ha hecho más pobres. Y nos toca repartir este empobrecimiento entre todos. Para ello, es necesario pactar a escala estatal cifras de referencia con las que actualizar salarios, pensiones, alquileres y márgenes empresariales. Necesitamos un ejercicio de coordinación colectivo que nos permita superar este episodio inesperado de inflación de manera inteligente y equitativa, sin generar costes de transacción disparatados, como los que resultarían al agregar los correspondientes a los cientos de miles de procesos de negociación que se avecinan.
Por supuesto que a todos nos gustaría que se nos resarciesen por la subida de precios. Pero eso no es posible, so riesgo de general una espiral inflacionista. Por ello, no es razonable que se pretenda que las pensiones aumenten tanto como el IPC en 2022; o que se mantengan cláusulas en convenio laboral de inflación más dos puntos y contener los márgenes empresariales para repartir costes. Por ello, urge que los agentes sociales, el Gobierno y el principal partido de la oposición alcancen acuerdos a tres años vista.
Tendría sentido que se gravitase sobre una subida anual media en el entorno del 3% como proponen los sindicatos. Pero no lo tendría pretender recuperar el poder adquisitivo en 2022 pase lo que pase. Todos deberíamos dar por amortizado lo de este año y confiar en que la tasa de inflación a partir de 2023 se sitúe por debajo del 2%, y que eso permita compensar parcialmente lo perdido. El gobernador del Banco de España ha sugerido, con mucho sentido, que para las pensiones más bajas la actualización sea más elevada y tomar como referencia la inflación subyacente. La corrección de los parámetros del IRPF por la inflación acumulada en el último decenio sería también razonable técnicamente y podría ayudar el pacto de rentas y al acuerdo entre La Moncloa y el PP.
Todas estas son cuestiones que, como país, debemos pactar y asumir colectivamente. El diálogo social goza de buena salud gracias al esfuerzo cooperativo de sindicatos y organizaciones empresariales y a que el Gobierno de coalición y, en particular, la Ministra de Trabajo, creen firmemente en él. Pero ahora tenemos que darle un empujón que le haga desencallar en este asunto. Por eso, hay que reclamarle al nuevo PP que haga un esfuerzo para encontrar puntos de acuerdo con el Gobierno. Y a la coalición en La Moncloa, que escuche y ceda a una parte de las reivindicaciones del principal partido de la oposición.
Necesitamos redoblar esfuerzos. El Fórum convocado por CC OO para debatir una propuesta de pacto de rentas amplio es una buena iniciativa que marca el camino. No nos podemos permitir llegar a la segunda mitad de 2022 sin ese pacto.
Santiago Lago Peñas es catedrático de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo
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