El Ibex cierra su peor semana desde el comienzo de la pandemia
El selectivo español se ha desplomado este viernes un 3,63% y suma una caída del 9% en la semana
La guerra en Ucrania sigue haciendo mella en los mercados financieros. La toma por parte de Rusia de la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, tras un ataque esta madrugada, ha reavivado los nervios de los inversores, que vuelven a refugiarse en los activos más seguros ante el temor de que el conflicto en Ucrania dé lugar a nuevos accidentes nucleares. El Ibex se ha desplomado un 9% en su peor semana desde el comienzo de la pandemia. Para encontrar una peor hay que remontarse a la semana del 9 al 13 de marzo de 2020, cuando el hundimiento fue del 20,85% y se declaró el primer estado de alarma en España por la crisis del coronavirus. En el resto de plazas europeas, el Dax alemán y el Cac francés acumulan unas pérdidas semanales del 10%, Milán de casi un 13% y el Ftse británico de casi un 7%.
A excepción del miércoles, cuando el Ibex acabó en verde con una subida de más del 1,5%, el selectivo español ha despedido el resto de sesiones de la semana teñido de rojo. Las consecuencias de las sanciones a Rusia y los precios disparados de las materias primas que pueden perjudicar la recuperación económica alimentan la incertidumbre en los mercados. Según Juan José Fernández Figueres, director de análisis de Link Securities, los inversores están intentando evaluar cuál puede ser el impacto económico real del conflicto bélico. “Es algo muy complejo de hacer en estos momentos, sobre todo al desconocer si la guerra durará mucho tiempo o cómo se resolverá. Así, ante las grandes dudas que se les plantean, su reacción ha sido la de vender de forma indiscriminada en Bolsa”, ha apuntado.
El selectivo español se ha hundido este viernes un 3,63%. Los valores más penalizados son los turísticos —el ataque ruso supone un nuevo freno a la movilidad— y los bancos —por la expulsión de entidades rusas del SWIFT y el retraso de la subida de tipos—: Sabadell, Amadeus y Meliá se deprecian más de un 8%. En el lado de las ganancias destacan Cellnex (+3,9%) y Solaria (+1,6%). Las renovables han logrado escaparse de la tormenta que se ha desencadenado en las Bolsas, al postularse como una alternativa rentable ante el encarecimiento del petróleo y del gas natural. El resto de plazas del Viejo Continente también se han anotado fuertes desplomes en la última jornada de la semana. Fráncfort y París han caído casi un 5%, Milán un 6% y Londres un 3,6%.
Wall Street también ha abierto a la baja este viernes, con pérdidas superiores al 1% en el Dow Jones y en el S&P 500 a la hora del cierre de los mercados europeos. Los datos positivos sobre el paro, que ha alcanzado su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia, no han sido suficientes para levantar el ánimo de los inversores. El ataque de Rusia sigue pesando más y las preocupaciones ante este conflicto prevalecen sobre cualquier noticia económica alentadora.
Los mercados occidentales siguen la estela de los índices asiáticos, que han cerrado con fuertes descensos: Hong Kong y el Nikkei de Tokio ceden alrededor de un 2%. Por su parte, la Bolsa de Moscú lleva cinco días cerrada a cal y canto ante el miedo de un desplome de sus cotizadas y el rublo todavía no levanta cabeza, después de que las agencias de rating Moody’s y Fitch hayan calificado la deuda rusa como bono basura. El dólar sigue reforzándose ante el euro, que se deprecia este viernes casi un 1,3%. La huida de los inversores hacia los valores refugio provoca que la deuda alemana haya vuelto a cotizar en negativo y la prima de riesgo española se sitúa en casi 100 puntos básicos.
Bloqueo de las exportaciones rusas
La invasión de Rusia a su vecino y sus secuelas económicas lleva más de una semana sacudiendo las Bolsas. Los costes de la energía, de los metales y del grano se han disparado en los últimos días y, aunque las sanciones todavía no afectan directamente a las exportaciones rusas, estas están sufriendo un fuerte bloqueo. “Muchos inversores temen comprar las materias primas rusas por miedo a que finalmente la operación no pueda llevarse a cabo por los múltiples obstáculos a los que se está enfrentando Rusia, ya sea por el posible cierre de puertos, por la cancelación de operaciones de grandes compañías de transporte marítimo o por la negativa de otras compañías a transitar cerca de la zona de conflicto, al carecer de seguros de guerra”, ha señalado Patricia García Sánchez de la Barreda, analista de MacroYield.
Los expertos coinciden en que la escalada de precios de materias primas alimenta temores de estanflación. El gas regresa a los 200 euros y el petróleo, que este jueves ha moderado su ascenso tras marcar un récord tras otro, vuelve a superar los 115 dólares al barril. La negativa de la Organización de Países Exportadores Petroleros (OPEP) y sus socios externos —entre ellos, la propia Rusia— de inyectar más oferta para tratar de aliviar la presión ha tensionado aún más la situación. “Tener un petróleo en casi 120 dólares es un problema. Este es un indicador de inflación para los bancos centrales”, ha advertido Diego Morín, analista de IG.
De hecho, los inversores tienen también la vista puesta en los próximos pasos de las autoridades monetarias sobre si endurecen su política monetaria para tratar de poner bajo control la subida de precios. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha confirmado que la institución se prepara para elevar tipos de interés en marzo. Aunque este primer repunte parece ser menos agresivo de lo previsto, puesto que posiblemente será de 25 puntos básicos en lugar de 50, como creían los inversores. En Europa, por su lado, parece que se va a retrasar la subida de tipos del Banco Central Europeo (se esperaba para el último trimestre del año). A pesar de una inflación por las nubes, el BCE se muestra reacio a este cambio: la previsión es que no ocurra al menos hasta inicio del año que viene. Este es uno de los motivos que ha provocado el desplome de los bancos españoles en Bolsa desde el jueves 24, día que comenzó el ataque de Rusia: el Sabadell se deja un 23,6% desde entonces; Bankinter, casi un 18,3%; Banco Santander, un 16%; el BBVA, un 15,1%; y CaixaBank, un 14,5%.
Con la escalada de los precios energéticos, la inflación ha ganado protagonismo. En Europa se situó en febrero en el 5,8%, en España está ya en el 7,4% y en Turquía, por ejemplo, la situación se ha agravado hasta alcanzar un 54% interanual en el mes de febrero.
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