Abercrombie & Fitch reduce un 42% sus ventas en España en 2020 por la pandemia

La firma de moda estadounidense Abercrombie & Fitch esquivó en 2020 las pérdidas en su filial española. Un año marcado por la pandemia, que obligó a bajar la persiana durante meses a las tiendas de la compañía, que cerró con unos beneficios de 48.889,54 euros, un 89% menos que los 442.634,32 euros del ejercicio anterior, según las cuentas presentadas en el Registro Mercantil.

Las crisis del coronavirus ha golpeado con dureza al sector en su conjunto. Esto se deja sentir en las cuentas de Abercrombie & Fitch Spain en la facturación, que cayó un 42%: de 41,3 millones a 24 millones. La firma gestiona 15 tiendas en España, repartidas en Bilbao, Marbella, Sevilla, Zaragoza, L’Hospitalet, dos en Barcelona, dos en Valencia y seis en Madrid. En la capital tenía una séptima, aunque esta cerró a finales del ejercicio 2020.

“En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de covid a la categoría de pandemia mundial, y ese mismo mes, el grupo cerró temporalmente todas sus tiendas en España. La mayoría de las tiendas fueron reabiertas en junio de 2020, pero cuando surgió la segunda ola de la covid en España a finales de octubre de 2020, se volvieron a cerrar temporalmente todas las tiendas de España a principios de noviembre. Las tiendas fueron temporalmente reabiertas en diciembre de 2020, pero debido al empeoramiento de la segunda ola de covid que se registró en enero de 2021, se cerraron una vez más todas las tiendas en España hasta abril de 2021″, explica la compañía en el informe de gestión.

Un impacto que adelanta que seguirá presente este año. Es decir, la firma todavía se verá aturdida por los coletazos de la pandemia. “En julio de 2021, todos los locales que gestiona A&F [Abercrombie & Fitch] Spain han estado abiertos para la venta en tienda. El grupo ha presenciado, y es posible que siga ocurriendo, un importante impacto negativo en sus ventas y operaciones como consecuencia de la covid”, reconoce el documento.

El súbito desplome de los ingresos, que la empresa lo achaca principalmente a los cierres temporales de las tiendas, no se pudo compensar con una reducción similar de los gastos. “La sociedad siguió asumiendo los costes de ocupación de las tiendas, como son los gastos de arrendamiento operativo, netos de las rebajas de renta acordadas durante el período, los costes de depreciación y otros costes como los salariales, netos de las ayudas estatales para el pago de las nóminas, y los gastos administrativos, con el consiguiente resultado negativo en la relación entre gastos e ingresos de la sociedad”.

No fue suficiente para compensar el hundimiento de las ventas, pero la firma sí se acogió a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) como medida de ahorro: del 29 de marzo al 27 de junio de 2020 (afectó a 532 trabajadores), en el inicio de la pandemia. Y luego, en la segunda ola, hubo varios expedientes abiertos por regiones: “ERTE del 1 de noviembre al 12 de diciembre de 2020 en el área de Barcelona, que afectó a 74 empleados; otro ERTE en Marbella del 27 de enero al 18 de marzo de 2021, que afectó a 29 empleados; y otro ERTE en el área de Barcelona del 7 de enero al 13 de marzo de 2021, que afectó a 105 empleados”, detalla en el informe no financiero. Este ahorro se refleja principalmente en la partida de gastos de personal, que se ha reducido un 21%: de dedicar 7,9 millones en 2019 a los 6,2 millones del año pasado.