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El precio de la luz marcará un nuevo récord: este jueves costará de media 288 euros por megavatio hora y por la noche superará los 300 euros

Putin se compromete a estabilizar el mercado gasístico y frena en seco la subida de un combustible clave para la generación de electricidad

precio luz españa
Tendidos eléctricos, cerca de una subestación en la zona norte de Madrid.Luis Sevillano (EL PAÍS)

La energía, convertida ya en la nueva prima de riesgo europea, amenaza con torpedear una recuperación económica que por lo demás marcha a buen ritmo. El precio de la luz se disparará este jueves en España hasta una media de 288,53 euros por megavatio hora (MWh), un 26% más que este miércoles. En el tramo más caro de la jornada, entre las ocho y las nueve de la noche, el MWh rebasará los 319 euros, según los datos publicados este miércoles por el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), pulverizando cualquier registro previo.

Por primera vez desde que hay datos, la electricidad superará los 200 euros en todos los tramos horarios: ni siquiera en la madrugada, cuando el consumo se desploma y las tecnologías más económicas cubren la práctica totalidad de la demanda, el precio bajará de esa cota. En el tramo menos costoso, entre las cinco y la seis de la madrugada, el precio en el mercado mayorista marcará 249 euros.

La de este jueves será la cuarta jornada en la que el precio medio diario de la luz superará los 200 euros por MWh, tras las de este miércoles y este martes y la del viernes de la semana pasada. Para poner en perspectiva este dato, cabe recordar que hace justo un mes el megavatio hora costaba menos de 130 euros, y que en la misma fecha de 2019 —aún antes de la pandemia— superaba por poco los 50. En dos años, por tanto, el precio de la luz casi se ha sextuplicado. Y en los siete primeros días de octubre son ya tres los máximos históricos batidos.

El brutal encarecimiento del gas natural y el aumento de precio de los derechos de emisión de CO₂ son, junto con la coyuntura meteorológica reciente —menos viento para mover las palas eólicas, menos agua embalsada para generar energía hidroeléctrica—, los grandes factores explicativos de este encadenamiento de máximos sinfín. En el caso español, la evolución del mercado mayorista se deja sentir de manera directa sobre 10,7 millones de usuarios que cuentan con una tarifa regulada. Para el resto de abonados, aquellos que negocian con las eléctricas en el mercado libre (16 millones), esta subida solo tendrá impacto a medio plazo, cuando venza su contrato y la suministradora les trasladen los recargos.

Con todo, la escalada de la luz dista mucho de ser un factor únicamente nacional: el resto de grandes países europeos también se ven —en mayor o menor medida, en función de cómo sea su mix eléctrico— severamente impactados. Tanto o más que España: este jueves, el precio de la luz será más alto en Italia (casi 308 euros por MWh), Alemania (303) o Francia (298 euros).

Rusia frena en seco el repunte del gas

Estos máximos de la electricidad coinciden con un nuevo capítulo, el enésimo ya, de turbulencias en el mercado del gas natural en Europa. Este miércoles, cuando la principal referencia en el Viejo Continente se disparaba a tasas de doble dígito ante la previsión de que las dudas sobre el suministro no se despejen a corto plazo, el compromiso del mayor exportador del mundo y gran proveedor europeo, Rusia, de arrimar el hombro para estabilizar los precios ha permitido un alto en el camino.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha defendido el papel de su país como proveedor “fiable” y acto seguido el mercado se ha dado la vuelta: en cuestión de minutos, las fuertes subidas se han convertido en leves descensos. Aprovechando una reunión de su Gobierno para tratar temas energéticos, el mandatario ha subrayado que su país será “siempre” un proveedor “fiable” de gas y cumplidor de sus “obligaciones”.

Después de que en las últimas semanas había crecido el coro de voces de quienes creen que el Kremlin tiene una cuota de responsabilidad en lo ocurrido, el presidente ruso ha aprovechado para asegurar que, en lo que va de 2021, la estatal Gazprom ha aumentado las extracciones de gas incluso más allá de lo que marcan los contratos firmados. Y ha acusado a la UE de cometer “errores”, como la dependencia de contratos a corto plazo, en un clima interno de “histeria”. Putin ha hablado de “enfriar el mercado sobrecalentado”, y tratado de defender a Rusia —el mayor suministrador de la región que abastece el 35% de las necesidades europeas— y a Gazprom, que tiene el monopolio, como proveedor fiable. Y no solo ha rechazado que Moscú esté limitando las exportaciones para presionar a los mercados, sino que ha asegurado que la compañía gasista rusa ha aumentado las extracciones de gas incluso “un 8% más” de lo que dictan los contratos ya firmados. “Rusia cumple con todas sus obligaciones y en su totalidad”, ha enfatizado.

El presidente ruso ha ido un paso más allá y ha culpado a la UE y sus “decisiones mal pensadas” de la crisis del gas, como el “error” de la dependencia de contratos a corto plazo. “El mercado energético mundial no tolera el alboroto ni la vacilación. Los planes de inversión aquí son a largo plazo”, ha insistido. “En esto, acciones duras e imprudentes pueden conducir y, a juzgar por la situación actual del mercado, ya han conducido, a serios desequilibrios”, ha comentado Putin. “Rusia no desempeña ningún papel en lo que sucede en el mercado de gas en Europa”, ha enfatizado durante la reunión con el ministro de Energía, Alexander Novak, y los principales responsables de las compañías del país.

Ya el martes, el líder ruso culpó a la transición hacia las energías renovables y la baja inversión en las industrias extractivas lo que definió como “histeria y cierta confusión” en los mercados europeos. “Como saben, el mercado energético mundial no tolera el alboroto ni la vacilación. Los planes de inversión aquí son a largo plazo. Por lo tanto, acciones duras e imprudentes pueden conducir y, a juzgar por la situación actual, ya han conducido a serios desequilibrios”, ha señalado Putin.

Pese a la corrección de este miércoles, el gráfico de evolución del gas natural sigue asemejándose al perfil de un puerto de categoría especial del Tour de Francia: incluso tras la relajación momentánea, en lo que va de semana su cotización sube casi un 20%, una cifra enorme en un mercado no acostumbrado a variaciones tan abruptas. Y en lo que va de año multiplica su precio por más de cinco.

Este lunes, la Agencia Internacional de la Energía alertó de que las reservas de gas en Europa son hoy un 16% menores a la media del último lustro a estas alturas del año y un 22% inferiores a las que había a estas alturas de 2020. Un dato que ha avivado los temores sobre el suministro si este próximo invierno es especialmente crudo, como el pasado.

Medidas europeas

En el caso comunitario, este último capítulo de la escalada del gas natural llega menos de un día después de que la Comisión Europea, por boca de su presidenta, Ursula von der Leyen, abriese la puerta a “desvincular” el precio de la electricidad del gas natural, para tratar así de domar la escalada de la luz. También la comisaria de Energía, Kadri Simson, avanzó que a final de año propondrá una “reforma del mercado de gas” y que se tratará de dar solución a “los problemas de almacenamiento y seguridad del suministro” en el bloque, con “formas de compra conjunta de reservas de gas de emergencia” en línea con lo propuesto por España.

Más allá del daño obvio para los hogares, que tienen que afrontar facturas mucho más altas que en ejercicios anteriores, el encarecimiento del combustible está teniendo una cascada de efectos macroeconómicos: un aumento de la inflación con escasos precedentes en los últimos años y un repunte en el coste de los insumos industriales que está poniendo las cosas difíciles al sector secundario.

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