Rolls-Royce cierra con el fondo de inversiones Bain la venta de la aeronáutica vasca ITP por 1.700 millones
Las empresas SAPA y JB Capital entran con una participación minoritaria en una operación que cuenta con el visto bueno del Gobierno español
Rolls-Royce ha firmado un acuerdo definitivo para vender el 100% de la aeronáutica vasca ITP Aero por aproximadamente 1.700 millones de euros a Bain Capital Private Equity, que lidera un consorcio de empresas vascas y españolas compuesto por la empresa guipuzcoana SAPA y JB Capital, según ha informado la compañía en un comunicado. La multinacional británica ha señalado que este acuerdo es un elemento “clave” de su programa de desinversiones para ayudar “a mejorar su cuenta de resultados y apoyar su ambición por recuperar a medio plazo la calificación crediticia de grado de inversión”. La operación ha recibido el visto bueno del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tras constatar que la parte compradora se compromete a mantener los puestos de trabajo y la sede fiscal y operativa de Industria de Turbo Propulsores (ITP) en Zamudio (Bizkaia).
ITP Aero es un fabricante líder de componentes de motores aéreos de primer nivel que diseña las turbinas de baja presión para programas de motores aéreos civiles. En el ámbito de la Defensa, es el socio español elegido en proyectos como el Eurofighter y el FCAS. Cuenta con más de 4.000 empleados que operan en 16 instalaciones (incluidas ocho de fabricación) en España, Reino Unido, México, Malta, India y Estados Unidos.
Rolls-Royce ha explicado que el fondo de inversiones estadounidense Bain Capital ayudará a impulsar el plan industrial de ITP Aero como medio “para asegurar su continuidad y garantizar el mantenimiento de la plantilla y fomentará la expansión del negocio de la compañía, que seguirá siendo un proveedor estratégico clave a largo plazo para Rolls-Royce”. ITP Aero será una empresa independiente dirigida por el consejero Director General actual, Carlos Alzola, con sede y toma de decisiones en España. Además, Bain Capital y el consorcio de empresas apoyan el “mantenimiento de los puestos de trabajo, así como el crecimiento futuro de la empresa”.
Rolls-Royce, el consorcio liderado por Bain Capital e ITP Aero han manifestado su satisfacción por las conversaciones mantenidas con los gobiernos español y vasco durante todo el proceso negociador en esta transacción. Estas tres compañías han mostrado su satisfacción con el diálogo constructivo mantenido en esta transacción con los Gobiernos español y vasco. El fondo ha afirmado estar abierto a negociar la incorporación de más socios industriales españoles y vascos en el consorcio, que representen hasta un 30% del capital, hasta finales de junio de 2022.
Esta era una condición imprescindible para que la operación obtuviera la aprobación del Gobierno. A partir del año pasado, la adquisición por un inversor extranjero de más de un 10% de una empresa considerada estratégica requiere de la autorización del Consejo de Ministros. El Ejecutivo tenía claro que no quería dejar el fabricante de motores para aviones en manos exclusivamente de un fondo extranjero. Por tanto, el plan es formar un grupo sólido de inversores españoles que permanezcan en la compañía cuando el fondo decida desinvertir.
Los contratos de la compañía en materia de defensa le dan al Gobierno un poder extra para imponer condiciones, como ya ocurrió en 2016 cuando Sener vendió a Rolls-Royce su participación en ITP. Precisamente, la ingeniería vasca Sener figuraba entre los aspirantes a recuperar parte de la participación que tuvo en la aeronáutica. ITP fue creada por Sener y Rolls-Royce en 1989, hasta que aquella decidió hace un lustro vender su parte (el 53,1%) a la multinacional británica por 720 millones de euros.
Por el momento, Sener se queda fuera de la operación, lo que no ha sentado bien en el Gobierno vasco. La pasada semana, el lehendakari Urkullu expresó su descontento por la “deriva” que estaban tomando las negociaciones para la adquisición de ITP. El Ejecutivo autónomo había mostrado abiertamente su predilección por que Bain Capital, cuando era el principal favorito para hacerse con la compañía vasca, eligiera a la ingeniería Sener como principal socio industrial en la nueva etapa de ITP. Esta era una de las condiciones que habían defendido las autoridades vascas para bendecir la operación: “El Gobierno vasco accederá al capital [de ITP] con un importante desembolso, siempre y cuando [esta compañía] sea considerada estratégica en la industria aeronáutica y su centro de decisión y su domicilio fiscal y social permanezcan en Euskadi”, publicó Urkullu en las redes sociales.
Tras conocerse el acuerdo entre Rolls-Royce y Bain Capital, el Gobierno vasco ha otorgado hoy un margen de confianza a la operación e incluso abre la puerta a entrar en el accionariado de la nueva ITP con una participación cercana al 4%. En ese caso, exigirá tener un representante en el consejo de administración de la sociedad matriz. La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha afirmado que la venta es “un punto de partida interesante” y que el proyecto adelantado por el comprador está “en sintonía con las condiciones establecidas desde Euskadi” porque por el foco en el proyecto industrial y el empleo.
Bain Capital se ha comprometido ante los Gobiernos español y vasco a “continuar los esfuerzos para completar el consorcio español” y recuerda que tiene tiempo hasta el 30 de junio de 2022 para incorporar nuevos socios españoles al consorcio hasta alcanzar el 30% del capital, asegura este fondo estadounidense que cuenta con cerca de 140.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
La línea de negocio que ha preparado Bain Capital está “alineado con el plan de gestión del Grupo ITP” y tiene “un fuerte compromiso con el arraigo del negocio en España”, señala en una nota informativa. En su memorándum, Bain Capital ratifica su voluntad de “respetar las obligaciones con los Gobiernos español y vasco en materia de gobernanza, localización en el País Vasco y mantenimiento del empleo”. Impulsará “un sólido proyecto industrial, orientado a garantizar tanto su estabilidad como un fuerte crecimiento orgánico del negocio”, manteniendo la actividad industrial y de I+D de la firma vasca.
El Gobierno español ha asegurado que ha seguido de cerca la operación de compraventa para “garantizar los intereses nacionales”, porque ITP, asegura en una nota, es una empresa tecnológica “estratégica para la defensa y la seguridad nacional”. El acuerdo de venta al consorcio liderado por Bain Capital deberá iniciar a partir de este momento los trámites para recibir la aprobación del Ministerio de Defensa y la Junta de Inversiones Exteriores, según ha comunicado el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
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