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Iberdrola pide un marco estable para el plan energético del Gobierno

Sánchez Galán destaca en una visita a Portugal que, tras años sin un plan energético a largo plazo, ahora España sí cuenta con "un modelo que no dista mucho" del del país vecino

Miguel Ángel Noceda
Ribeira de Pena (Portugal) -
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, charla este martes con el primer ministro portugués, Antonio Costa.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, charla este martes con el primer ministro portugués, Antonio Costa.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha respaldado este martes los planteamientos sobre energía del Gobierno español, aunque insistiendo en la necesidad de que se consolide un marco estable para desarrollar las inversiones. En una visita a las obras del complejo hidráulico del Alto Tâmega que construye en el noreste de Portugal junto al primer ministro de aquel país, António Costa, ha aprovechado para poner en valor la transición ecológica: “Emprender proyectos de esta envergadura solo es posible si se dispone de una planificación clara, un marco estable, una seguridad jurídica y un diálogo permanente entre las partes, como ocurre en Portugal”. Galán, que ha felicitado al primer ministro portugués por la recuperación económica del país, se comprometió con Costa a participar en ese proceso y hacer nuevas inversiones en el país, cuyo objetivo es alcanzar la descarbonización total en 2050 y el 80% en 2030.

En un encuentro con la prensa española, el ejecutivo de Salamanca ha destacado que tras años sin un plan energético a largo plazo, ahora España sí cuenta con un programa, “un modelo que no dista mucho del portugués”. Preguntado sobre si se dan las mismas circunstancias que elogió de Portugal (planificación, estabilidad, marco jurídico y diálogo), ha afirmado que en estos momento se dan todos los elementos para tenerlas. “En España, el Plan de Energía y Clima es ambicioso, tiene todos los beneplácitos de la Comisión Europea y es un plan racional”.

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Con una inversión superior a los 1.500 millones de euros, el complejo del Tâmega comprende la construcción de tres embalses (Gouvães, Daivões y Alto Tâmega) en el río homónimo, afluente del Duero, al noreste del país. Las obras, que comenzaron en 2014, han sido completadas ya en dos tercios y se espera que concluyan en 2023, conforme al calendario previsto, aunque las plantas de Gouvães y Daivões entrarán en operación ya a finales del año que viene. Una vez concluida, esta infraestructura, en la que trabajan 100 empresas (75 de ellos, de nacionalidad portuguesa), tendrá capacidad de almacenamiento suficiente para dar servicio a dos millones de hogares durante un día entero y contribuirá a los objetivos nacionales de reducción de emisiones.

Apuesta renovable

Las tres plantas que integran la gran gigabatería del Tâmega (Gouvães, Daivões y Alto Tâmega) suman una potencia de 1.158 megavatios (MW). Al proyecto se sumarán, además, nuevos desarrollos renovables de Iberdrola en Portugal: la compañía se ha adjudicado recientemente capacidad solar para más que duplicar su potencia renovable operativa en el país y promueve ya nuevos proyectos de capacidad eólica en la región del Tâmega que implican una inversión de 200 millones de euros. Cuando esté todo listo, la compañía podrá suministrar energía limpia a sus más de 800.000 clientes portugueses.

La gigabatería del Tâmega aportará casi 900 MW de capacidad de bombeo al sistema eléctrico, un 30% respecto a los megavatios de bombeo de los que dispone a día de hoy el país vecino. Las plantas de bombeo constituyen en la actualidad una salvaguarda para el sistema eléctrico, ya que permiten almacenar energía elevando el agua de un embalse inferior a otro ubicado a más altura. Esto hace que se pueda generar una gran cantidad de electricidad de forma rápida, al turbinar el agua de bajada al embalse inferior, sin generar ningún tipo de emisión contaminante a la atmósfera. 

La tecnología hidroeléctrica de bombeo es clave para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico ante la intermitencia de otras fuentes de energía renovables, como la eólica o la solar fotovoltaica, que están llamadas a desempeñar un papel clave en la transición energética que propiciará la descarbonización de la economía. Iberdrola prevé alcanzar los 90 millones de kilovatios hora (kWh) de capacidad de almacenamiento en 2022, lo que supondrá un aumento respecto a 2018 de casi un 30%: 20 millones de kWh más, equivalentes a 400.000 baterías de coches eléctricos o a 1,4 millones de baterías para uso residencial.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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