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El Parlamento Europeo dice ‘sí’: una hamburguesa vegetal es una hamburguesa

La Eurocámara rechaza vetar los términos “escalope”, “filete” o “salchicha” para productos vegetarianos

Una hamburguesa de la cadena de comida rápida McDonald's.
Una hamburguesa de la cadena de comida rápida McDonald's.Moe Doiron (Reuters)
Lluís Pellicer

El Parlamento Europeo por fin resolvió este viernes el dilema de si una hamburguesa vegetal es una hamburguesa. La respuesta es sí. La Eurocámara rechazó una enmienda que pretendía prohibir el uso de términos como hamburguesa, escalope, filete o salchicha para productos que no contuvieran carne. La cuestión, debatida dentro de la reforma de la Política Agraria Común (PAC), había generado una descarnada batalla entre productores y consumidores de alimentos vegetarianos y la industria cárnica.

Las hamburguesas vegetales no deberán buscar finalmente otra palabra. No habrá que hablar de discos. Tampoco será necesario hablar de tiras para referirse a las salchichas. “Son buenas noticias que el Parlamento Europeo usara el sentido común y dijera no a la prohibición de la veggie burger”, celebra Camille Perrin, de la organización de consumidores BEUC. Sin embargo, el Consejo Europeo todavía podrá tratar de evitarlo en la negociación que inicie con la Eurocámara sobre la PAC.

La enmienda 165, que había sido aprobada ya en el comité de Agricultura, fijaba que ciertas denominaciones como hamburguesa o bistec debían reservarse a los “preparados de carne”, es decir, a la carne fresca o sometida a procesos que no “alteren su estructura de la fibra muscular”. Sin embargo, la mayoría de los diputados creen que a una hamburguesa de tofu no se le puede privar de esa denominación. La enmienda ha sido rechazada por 379 votos en contra, 284 a favor y 27 abstenciones.

De la división que generaba el debate da fe el resultado. Solo Los Verdes han rechazado casi en bloque la enmienda, mientras que el resto de los grupos se han dividido. En el caso de los españoles, casi todo el PSOE, VOX y algunos diputados de Ciudadanos han decidido apoyar el texto propuesto por la Comisión Europea. En cambio, el Partido Popular, Podemos, En Comú Podem, Bildu, ERC y Junts per Catalunya lo rechazaron, esto es, apoyaron la continuidad de la palabra hamburguesa. En el mismo sentido votaron la jefa de filas de los socialdemócratas europeos, Iratxe García, o el líder de los liberales españoles, Luis Garicano. La Cámara también rechazó otras enmiendas de los populares y socialdemócratas vinculadas al mismo debate.

La patronal: ‘Ceci n’est pas un burger'

La controversia había movilizado a las principales patronales, asociaciones y empresas europeas. Mientras ganaba enteros la posibilidad de que la Eurocámara condonara la veggie burger, el sector ganadero europeo, en un guiño a Magritte, usó la imagen de ese manjar para lanzar la campaña Ceci n’est pas un burger ('Esto no es una hamburguesa, en francés). “¡Basta de denominaciones surrealistas para la carne y los lácteos!”, rezaba un comunicado de la patronal Copa-Cogeca.

Las entidades ecologistas, vegetarianas y veganas, entre otras, habían defendido lo contrario. Grandes corporaciones europeas como Ikea o Unilever se añadieron a esa tesis y defendieron que la enmienda 165 iba “en contra del creciente interés del consumidor” en alternativa a los productos animales, ya fuera por razones de dieta, salud o medio ambiente. Además, mantenían que podía suponer un freno a la competencia al introducir barreras de entrada en el mercado alimentario.

No es la primera vez que las instituciones europeas encaran ese debate. En 2017, el Tribunal de Justicia de la UE ya sentenció que no podía llamarse “leche” ni “mantequilla” a los productos de soja y tofu que se presentaban como alternativa a esos alimentos. Al respecto, los diputados sí han respaldado que se extienda esa medida a la bebida de almendra.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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