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Arabtec, la mayor constructora de Emiratos Árabes, anuncia su liquidación

La empresa que construyó el edificio más alto del mundo en Dubái sufre la contracción del sector en el Golfo tras años de bonanza

Ángeles Espinosa
Vista del edificio Burj Khalifa, en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).
Vista del edificio Burj Khalifa, en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).TAREK FAHMY (Reuters)

Arabtec, la mayor constructora de Emiratos Árabes Unidos, ha anunciado este viernes su entrada en liquidación después de que los accionistas consideraran “insostenible” su situación financiera, según informan los medios locales. La empresa, asociada con proyectos estrella como el Burj Khalifa de Dubái (el edificio más alto del mundo, casi 830 metros), venía arrastrando pérdidas desde 2014 y la pandemia le ha dado la puntilla. Su cierre pone en peligro decenas de miles de puestos de trabajo, además de a numerosos proveedores y subcontratistas con los que trabajaba en la región.

“En los últimos años, la limitada liquidez en el sector de la construcción ha afectado al avance de los proyectos de Arabtec y eso se ha visto exacerbado por los efectos de la covid-19”, explica el presidente de la compañía, Waleed al Mokarrab al Muhairi, en un comunicado. “A pesar de los esfuerzos por ejecutar derechos legales y comerciales y una reestructuración de las finanzas y operaciones de la empresa, la situación en la que se encuentra Arabtec hoy es insostenible”.

La constructora, que está respaldada por el fondo soberano Mubadala, convocó a sus accionistas tras registrar unas pérdidas netas de 794 millones de dirhams (190 millones de euros) en el primer semestre de este año, que atribuyó a la falta de nuevos proyectos. En el mismo periodo sus acciones cayeron el 60% y sus activos se depreciaron hasta los 9.780 millones de dirhams (2.340 millones de euros), muy lejos de los 30.000 millones (7.200 millones de euros) que llegó a alcanzar en 2014, cuando estaba en la cumbre.

El plan de liquidación prevé “maximizar el valor para los accionistas a través de un programa controlado y eficiente”, según Al Muhairi. La empresa se ha dado un plazo de dos meses para llegar a un acuerdo con los acreedores. “Nuestra prioridad ahora es asegurar que todos aquellos directamente afectados por esta decisión reciban un trato justo durante este difícil periodo”, subraya el presidente.

Resulta difícil ver cómo va a hacerse realidad ese objetivo para sus 40.000 empleados. Pero además, dado el alcance de Arabtec y sus subsidiarias, los efectos de su cierre amenazan con crear un efecto domino sobre los proveedores y subcontratistas con los que trabajan en la península Arábiga, el norte de África y varios países de Asia, en un momento de recesión generalizada. El parón por el coronavirus ha sido la gota que ha colmado el vaso tras la caída de los precios del petróleo a partir de 2014.

Arabtec, fundada en 1975 en Dubái, fue 30 años después la primera constructora de Emiratos Árabes en salir a Bolsa y sus acciones estuvieron entre las más negociadas de la región. La empresa ha participado en la construcción de algunos de los edificios más significativos del país. Además del citado Burj Khalifa, el museo Louvre Abu Dhabi, la terminal 1 del aeropuerto internacional de Dubái o la terminal de pasajeros del nuevo aeródromo, Al Maktum (cuya finalización inicialmente prevista para 2017 se ha retrasado hasta 2027).

Los últimos proyectos logrados por la firma, de acuerdo con su web, se remontan al año pasado y tienen un alcance mucho menor (una torre residencial en India por un importe de 219 millones de dirhams, 322 chalés en Dubái por 207 millones o una urbanización en el norte de Egipto por 95 millones).

El gigante de la construcción emiratí, que llegó a patrocinar al club de fútbol Manchester City entre 2014 y 2017, no es el único que ha sufrido el revés económico. En contraste con la fiebre constructora que Emiratos Árabes y sus vecinos vivieron a principios de siglo, la falta de liquidez amenaza el sector ante la reducción de gastos de los Gobiernos. El pasado enero, el grupo australiano CIMI aceptó cancelar 1.230 millones de dólares (1.050 millones de euros) de su participación en la también emiratí BIC Contracting, y salió de Oriente Próximo. En la vecina Arabia Saudí, ya en 2016, desapareció Saudi Oger y el imperio Bin Ladin despidió a 15.000 de sus trabajadores.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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