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Las grandes cadenas de moda ensayan la nueva normalidad en sus tiendas más pequeñas

A partir del lunes, abrirán los locales de menos de 400 metros cuadrados, con aforos reducidos y fuertes medidas de seguridad e higiene

Tienda Zara en Santiago de Compostela
Empleados en una tienda Zara de Santiago de Compostela abierta con cita previa.XOÁN REY (EFE)

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Tras casi dos meses con la persiana bajada, las grandes cadenas de moda que operan en España comienzan este lunes su particular proceso de desescalada, con la apertura de los locales de menos de 400 metros cuadrados en la provincias que accedan a la fase 1 y que no estén ubicados en centros comerciales. Será una apertura tímida, con apenas un pequeño porcentaje de locales abiertos, en algunos casos con el ánimo de probar el funcionamiento en la nueva normalidad e ir adaptando los procesos. Eso sí, los clientes que se vayan acercando se moverán por tiendas más despejadas, con estrictos protocolos de seguridad e higiene, con gel desinfectante aquí y allá, y serán atendidos por dependientes con mascarilla y guantes.

En general, no habrá demasiadas tiendas a las que podrán acudir los que quieran regresar a la normalidad de actualizar el armario. Serán apenas unos pocos cientos y, en buena medida, el número dependerá del ministerio de Sanidad, que es el encargado de autorizar el paso a la fase 1 de las provincias o distritos sanitarios que lo soliciten. Finalmente Madrid no será uno de ellos, lo que hubiese incrementado sensiblemente la cifra. En todo caso, la estrategia de apostar por flagships, grandes tiendas emblemáticas en zonas premium de las ciudades, en detrimento de locales más modestos y repartidos pesará sobre cadenas como Inditex, Mango o Tendam, puesto que la fase 1 solo permite la apertura de los establecimientos de menos de 400 metros cuadrados y a un 30% del aforo total, para garantizar una distancia mínima de dos metros entre clientes.

Inditex, por ejemplo, que cuenta con cerca de 1.600 tiendas en España, comenzó este jueves a abrir algunas con las condiciones de la fase 0: cita previa y un cliente por empleado. Se trata más bien de una prueba para calentar músculo y probar procedimientos antes del lunes, cuando podrá levantar la persiana en algunas de sus tiendas. No tienen un número definido, a la espera de que el Gobierno decida finalmente qué zonas acceden a esa segunda fase de la desescalada. La cadena insignia del grupo gallego, Zara, que cuenta con locales más grandes, será la que menos porcentaje de tiendas abra.

Finalmente Madrid no entrará en la fase 1, por lo que Tendam podrá recibir clientes en 130 de sus 812 tiendas en España (el 15%). Ninguna de las aperturas será de su buque insignia, Cortefiel, por el tamaño de los locales. Estas se concentrarán en su línea joven, Springfield, y en la de ropa íntima femenina, Women’secret, siempre en los puntos de venta que no estén ubicados en centros comerciales, que no podrán abrir hasta la fase 2.

El porcentaje en Mango será algo mayor, alrededor de un 30% de sus establecimientos, unos 130 de los 400 que tiene en España, según explican fuentes de la empresa, que ya este viernes ha abierto una decena de locales con cita previa, entre ellos algunos en Cataluña y Madrid, que seguirán en fase 0. Este fin de semana, la cadena determinará el número exacto de los que abrirán en fase 1 e informará de las disponibles en una nueva sección de su web. De nuevo, tendrán que esperar al menos dos semanas los establecimientos de centros comerciales y las tiendas más grandes.

Desigual tiene previsto abrir 10 locales, ninguno de ellos en Madrid o Barcelona, y con horarios reducidos, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. Si no hay sorpresas de última hora, la limitación de tamaño impedirá la apertura de las tiendas de Primark. Precisamente, Anged, la patronal de las grandes superficies, emitió este jueves un comunicado en el que reclamaba al Gobierno el permiso de adelantar las aperturas a la fase 1, ante la amenaza de perder 5.000 empleos y entre un 25% y un 50% de facturación.

Lo que sí tienen a punto todas las empresas son protocolos estrictos de funcionamiento, basados en la distancia social y el refuerzo de la desinfección. Todos los dependientes usarán mascarillas y guantes y se recomienda que lo hagan también los clientes. Las fuentes de gel hidroalcohólico serán un elemento más en las tiendas, que tendrán menos ropa dispuesta para permitir una mejor circulación de clientes y empleados. Incluso se diseñarán itinerarios de entrada y salida.

El acceso a los probadores estará muy limitado, con solo una persona para cada uno, uso de cabinas alternas y eliminación de las fichas sobre el número de prendas, en el caso de Inditex. Las prendas que se prueben y no se adquieran pasarán su particular cuarentena, en algunos casos con la retirada durante 48 horas o procesos de desinfección (vaporetas), también para los artículos devueltos. Desigual vaporizará las prendas antes y después de la prueba. Los probadores se higienizarán después de cada uso, al igual que los datáfonos y otros equipos electrónicos.

En las zonas de caja habrá marcas para asegurar la separación y en algunos casos se han instalado mamparas. Se primará el pago con tarjeta o móvil y se reservarán, como ya está haciendo Inditex en las tiendas con cita previa, horarios preferentes para colectivos de riesgo o prioritarios. Habrá cartelería por todas partes recomendando la distancia social y el resto de medidas implementadas y se restringirá el uso de los ascensores. El personal de las tiendas organizará las colas, de haberlas, de modo que se mantenga la distancia de seguridad. Como ejemplo, Inditex insta a evitar las filas “en serpiente, priorizando en línea recta”, según su protocolo de reapertura, al que ha tenido acceso EL PAÍS.

En cuanto al personal, varias cadenas incluyen en sus directrices la toma de temperatura de los empleados y han especificado procedimientos para los que presenten síntomas o los que hayan pasado la covid-19. La llegada de los trabajadores será escalonada y, a poder ser, por puertas secundarias, y se intentará que los equipos de cada turno sean fijos (que se trabaje siempre con los mismos compañeros). Otras medidas incluyen el lavado diario del uniforme, el uso de taquillas cerradas para la ropa de calle —de forma que no se mezcle con la de trabajo—, la limitación de uso de zonas comunes y la clausura de neveras, microondas o fuentes de agua.

Otros locales

Además de las tiendas de textil, otros comercios inician el lunes su desescalada más allá de la cita previa. En el sector bancario, que ha mantenido un número significativo de oficinas abiertas al tratarse de un servicio esencial, Santander reabrirá 189 sucursales, hasta sumar cerca de 2.000, y amplía los horarios respecto a las semanas anteriores. El 60% de las dependencias prestará servicio a diario, eso sí, con aforo limitado al 30%, como establece el plan del Gobierno, y con unas marcas en el suelo para mantener la distancia entre clientes, al menos dos metros. Las oficinas cuentan con mamparas de protección y geles, y sus empleados irán equipados con mascarillas y guantes.

Los supermercados, que también han permanecido abiertos, extienden, asimismo, la duración de su jornada. Mercadona abrirá una hora más, hasta las ocho de la tarde, y Aldi vuelve a su horario habitual, de 9.00 a 21.00. En general, se reforzarán la higiene y la desinfección, y empresas como El Corte Inglés pretenden hacer pruebas a sus empleados. Otras recurren a soluciones tecnológicas, como Tous, que ha lanzado un probador de joyas virtual con tecnología 3D.

Los centros de estética, por su parte, planean reabrir con un protocolo basado en la regla 1-1-1: una cabina, un cliente, un esteticista. Cada usuario recibirá una bolsa desechable para que pueda guardar sus pertenencias mientras dure la sesión.

De la misma manera, la federación de concesionarios (Faconauto) también ha elaborado su propio decálogo de prevención y distribuirá un certificado para dar fe de su cumplimento. Cada punto de venta deberá nombrar a un responsable de covid-19.

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