Aguas residuales, un recurso valioso para devolver limpio a la naturaleza
El 80% de las aguas negras del mundo se liberan sin un tratamiento adecuado. Latinoamérica ha aprendido algunas lecciones sobre este problema sanitario y ambiental
En el altiplano de Bolivia, agua es una palabra sagrada, especialmente para las poblaciones indígenas. El Lago Titicaca, una de sus mayores fuentes de suministro, se está reduciendo a un ritmo alarmante cada año, debido a sequías más prolongadas y un mayor uso del recurso en el sector agrícola. El principal medio de vida para las comunidades altiplánicas proviene de la "Pachamama", palabra indígena andina para la madre tierra, por lo que el agua es clave para su subsistencia.
Esto no es exclusivo de Bolivia. Muchos países del mundo se enfrentan al estrés hídrico, entonces, ¿dónde obtener otras fuentes sostenibles y constantes?
Más del 80% de las aguas residuales mundiales se liberan al medio ambiente sin un tratamiento adecuado. Pero las aguas residuales no deben ser vistas como desechos a ser eliminados; más bien son un recurso valioso del que se puede recuperar energía, nutrientes y otros recursos, así como una fuente adicional de agua, según un nuevo informe del Banco Mundial.
Esto es clave, sobre todo en estos momentos en que el mundo sufre la pandemia de la COVID-19. Invertir eficientemente en aguas residuales y otras infraestructuras de saneamiento es crucial para lograr beneficios de salud pública, mejorar el medio ambiente y la calidad de vida. Los servicios de agua, saneamiento e higiene administrados de manera segura son una parte esencial para prevenir enfermedades y proteger la salud humana durante los brotes de enfermedades infecciosas.
El informe De residuo a recurso: Cambiando paradigmas para intervenciones más inteligentes para la gestión de aguas residuales en América Latina y el Caribe hace un llamamiento para una gestión más inteligente de las aguas residuales, incluida la reutilización y la recuperación de recursos, y analiza los proyectos de aguas residuales en todo el mundo, que han generado beneficios para las personas, el medio ambiente y las economías a corto y largo plazo.
Un enfoque ganador para todos
El informe resume el trabajo de la iniciativa del Banco Mundial "Aguas residuales: de residuos a recursos", que se lanzó durante el Foro Mundial del Agua 2018 en Brasilia, Brasil.
La iniciativa involucra un proceso participativo, que incluye múltiples consultas y talleres con actores clave que trabajan en proyectos de gestión de aguas residuales en la región de América Latina y el Caribe. Con base en estas consultas, sobre un análisis en profundidad de varios estudios de caso, las contribuciones del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y los hallazgos de los informes de antecedentes técnicos, el informe ilustra las mejores prácticas internacionales y demuestra el gran potencial que las aguas residuales pueden generar si más países se toman en serio la posibilidad de utilizarlo.
“En esta época en la que el 36 % de la población mundial vive en regiones donde el agua es un bien escaso, el tratamiento de las aguas residuales para su reutilización debe ser parte de la solución a los problemas de escasez y contaminación de las aguas”, afirma Jennifer Sara, directora global de la Práctica Global de Agua del Banco Mundial. “Una vez tratadas, las aguas residuales pueden utilizarse para reemplazar el agua dulce para riego, procesos industriales o fines recreativos. También pueden usarse para mantener el flujo ambiental, y los productos derivados de su tratamiento pueden generar energía y nutrientes”.
El tratamiento de aguas residuales ofrece una propuesta de doble valor, según el informe. Además de los beneficios ambientales y para la salud, el tratamiento de aguas residuales puede generar ingresos económicos a través de la reutilización en diferentes sectores. Sus subproductos, como los nutrientes y el biogás, se pueden utilizar para la agricultura y la generación de energía. Y los ingresos adicionales generados por este proceso pueden ayudar a cubrir los costos operativos y de mantenimiento de las empresas de agua.Diego Juan Rodríguez, autor del informe y especialista sénior en gestión de recursos hídricos del Banco Mundial, sostiene que considerar a las aguas residuales no como desecho sino como recurso responde a los principios de la economía circular, un sistema económico que tiene como objetivo minimizar los residuos y aprovechar al máximo los recursos. “A medida que las ciudades sigan creciendo, en el futuro deberán aplicarse estrategias para el desarrollo urbano que minimicen el consumo de recursos y que se centren en su recuperación, de acuerdo con los principios de la denominada ‘economía circular”.
Según el experto, una de las principales ventajas de adoptar los principios de la economía circular para la gestión de las aguas residuales es que la recuperación y reutilización de recursos podría transformar los servicios de saneamiento, que pasarían de ser costosos a autosustentables y que le agregarían valor a la economía. “Esto ayudaría a los países a superar los problemas de financiamiento que existen en el ámbito del saneamiento y a poder alcanzar así los Objetivos de Desarrollo Sostenible".
Ejemplos a seguir
Actualmente, solo el 30 al 40% de las aguas residuales recolectadas de América Latina y el Caribe se someten a tratamiento, un porcentaje bajo dados los niveles de ingresos y urbanización de la región, lo que resulta en impactos negativos tanto para la salud humana como para el medio ambiente. Para que la región logre los ODS, los gobiernos deberán aumentar rápidamente los niveles de tratamiento de aguas residuales. Pero, ya se está trabajando para abordar este problema.
El informe describe algunos proyectos de aguas residuales en América Latina y el Caribe que ya están cosechando tales beneficios:
· En México, el uso de aguas residuales tratadas por la planta de energía de San Luis Potosí fue un 33% más barato que el agua subterránea y generó un ahorro de 18 millones de dólares durante seis años para la empresa de servicios públicos.
· Una planta de tratamiento de aguas residuales en Cusco, Perú, ahorra unos 230 000 dólares al año en tarifas de transporte y vertedero de biosólidos (materiales orgánicos ricos en nutrientes que se obtienen del tratamiento de las aguas residuales en esa planta) gracias a un acuerdo con un productor local de compost. El compost producido a partir de los biosólidos se usa para ayudar a preservar el lago Piuray.
· El uso de biosólidos de la empresa de aguas y aguas residuales CAESB, con sede en Brasil, para la producción de maíz ha producido rendimientos de granos superiores al promedio y fue un 21% más eficiente que los fertilizantes minerales.
· El operador de la planta de tratamiento de aguas residuales La Farfana en Santiago, Chile, después de invertir 2.7 millones de dólares para modernizar la planta pudo vender biogás, lo que representa una ganancia neta anual de un millón de dólares para el negocio.
El informe recomienda incorporar acciones relacionadas con las aguas residuales como parte de la planificación de cuencas hidrográficas y combinarlas con políticas, instituciones y regulaciones que fomenten este cambio de paradigma. Las plantas de tratamiento de aguas residuales deben reutilizarse gradualmente como instalaciones de recuperación de recursos hídricos, al tiempo que exploran y respaldan financiamiento innovador y modelos comerciales sostenibles que aprovechen las posibles fuentes de ingresos de la recuperación de recursos de las aguas residuales.
El informe muestra lo que es posible cuando los gobiernos de todos los niveles aplican principios de economía circular a sus desafíos de aguas residuales. Por ejemplo, en la ciudad de La Paz, Bolivia, el Gobierno nacional y el municipal, así como la empresa de servicios de agua, con el apoyo del Banco Mundial y otros socios para el desarrollo, están trabajando juntos para incorporar los principios de la economía circular en el diseño de la planta de tratamiento de aguas residuales de La Paz. El objetivo es abordar la contaminación del agua y los problemas de salud pública causados por los bajos niveles de tratamiento de aguas residuales y el uso no regulado en la agricultura.
No veamos las aguas residuales como algo para desechar, veámoslas como una gran oportunidad tanto para la naturaleza como para el desarrollo.
Li Lou es oficial de comunicaciones del Banco Mundial.
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