La CNMC aprueba la fórmula que recorta la retribución a las eléctricas y gasistas
El organismo establece la metodología según la que se utilizará un criterio matemático y transparente para la fijación
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado este miércoles una de las circulares más esperadas sobre la regulación de los mercados eléctricos y de gas. Se trata de la que establece la metodología de cálculo de “la tasa de retribución financiera de las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica y regasificación, transporte y distribución de gas natural". La circular fija los valores para el periodo 2020-2025 en electricidad y 2021-2026 en gas. Una vez aprobada se podrá utilizar un criterio transparente para la retribución y no político como hasta ahora.
Esta circular, que ha sido enviada al Ministerio de Economía para que lo remita al Consejo de Estado, forma parte del paquete de siete que la CNMC sometió a consulta pública el pasado 5 de julio sobre la retribución de las empresas que hacen la función de distribución de gas y electricidad. En el proyecto de circulares se adelantaba que la retribución de las eléctricas se reduciría un 7% y las de gas un 17,8%. Además, el plan recogía que el transporte que realizan Red Eléctrica de España (REE) y Enagás sufriría un recorte del 8,2% y del 21,8%, respectivamente. El debate sobre este paquete de circulares está siendo bronco y largo dentro de la CNMC por su dificultad.
Si fuera como se había propuesto, el recorte de las retribuciones haría bajar el recibo de la luz un 3% para el consumidor doméstico y un 6% para el industrial, según cálculos realizados por el organismo. Mientras, en la factura del gas la reducción prevista es del 10% en los hogares y del 20% en las industrias. La propuesta originó una fuerte polémica en las empresas, sobre todo en REE y las gasistas. Asimismo, provocó una fuerte caída en la Bolsa de los valores energéticos, en especial los citados de Enagás y REE.
Una de las principales novedades de la citada circular consiste en establecer una metodología explícita para el cálculo de la tasa de retribución financiera basada en el WACC (Weighted Average Cost of Capital o Coste Medio Ponderado de Capital). Según la CNMC, esta metodología minimiza la incertidumbre, ya que, al ser replicable, “facilita la predictibilidad de las tasas de retribución futuras y contribuye a generar un entorno más estable y favorecedor de la inversión”. Hasta ahora se ha estado fijando con criterios políticos.
La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) dijo que la tasa de retribución definida experimenta una bajada significativa, situándose en el 5,58% antes de impuestos. Esa retribución, a su juicio, “resulta insuficiente y no concuerda con la contribución que las redes de distribución tienen que hacer” para cumplir con los objetivos del Plan Nacional de Energía y Clima. En ese sentido, las compañías cargaron contra los planes propuestos por la CNMC porque consideran que “la aportación de las redes eléctricas de distribución es crucial para integrar el volumen de proyectos renovables previsto, hacer posible el autoconsumo y permitir el desarrollo de las infraestructuras de recarga del vehículo eléctrico”. A su juicio, el negocio de la distribución requiere mucha inversión que tarda en rentabilizarse, y adaptarse a los objetivos del Plan de Energía y Clima exige mantener el nivel retributivo actual.
La asociación de firmas gasistas Sedigás, por su parte, arremetió y subrayó su decepción al considerar que la metodología propuesta arriesga los objetivos del citado plan y desincentiva al sector en sus planes de impulsar la transición ecológica. A su juicio, “las medidas propuestas están desalineadas con la regulación europea, que claramente apuesta por el acoplamiento de los mercados de gas y electricidad además de la flexibilización y el desarrollo de gas como vector para impulsar la descarbonización de la economía”.
Resto de circulares
El Consejo de Estado ya tiene en sus manos las cuatro primeras circulares que se sometieron a consulta pública y con las que se definirá el marco regulatorio de la electricidad y del gas tras asumir la CNMC las competencias atribuidas por el derecho comunitario. Son las circulares de acceso de electricidad, de gas, la de mercados de electricidad y la de balance de gas.
Las siguientes circulares, que forman el paquete de retribución, establecen las metodologías en distintos apartados. En ese sentido, la segunda circular establece la metodología de retribución del operador del sistema eléctrico, que fija los parámetros que se aplicarán durante el periodo regulatorio 2020-2023. La siguiente circular establece la metodología de retribución del gestor técnico del sistema gasista, que se realiza por primera vez y fija los precios que se repercutirán en los agentes para la financiación del operador, así como su cobro y liquidación.
Las siguientes circulares establecen la metodología de retribución de las actividades reguladas de transporte y de regasificación de gas natural y de distribución de gas natural. Estas determinan la retribución de las instalaciones de gas natural por los costes de dichas instalaciones.
Las dos últimas circulares establecen la metodología para el cálculo de la retribución de la actividad de transporte de energía eléctrica y distribución de energía eléctrica y que determinan la cuantía a retribuir a las empresas titulares de instalaciones de transporte de energía eléctrica por la construcción, operación y mantenimiento de estas, con criterios homogéneos en todo el Estado y al menor coste posible para el sistema, así como de distribución para garantizar la prestación del servicio.
En otro paquete de circulares, la CNMC planteaba rebajar los peajes para el transporte y la distribución del gas un 26% para los consumidores domésticos y un 6,7% para los industriales para el periodo regulatorio 2020-2025, tal y como ha reflejado en el borrador de circular publicado este miércoles sobre la metodología para el cálculo de peajes de transporte, redes locales y regasificación de gas natural. La principal novedad de esta metodología propuesta por la CNMC es que establece peajes diferenciados para cada uno de los servicios prestados por las distintas instalaciones. El objetivo es maximizar el uso de las infraestructuras, preservando la suficiencia de ingresos para recuperar la retribución reconocida a cada una de las actividades.
En cuanto a la ampliación de la discriminación horaria, el organismo sostiene que los consumidores podrán conocer con mayor precisión los precios para incentivar un consumo eficiente y, en consecuencia, un mejor uso de las redes evitando inversiones innecesarias en el contexto actual de electrificación de la economía. El objetivo es que el consumidor conozca de forma transparente la determinación de sus peajes de transporte, su reparto entre los distintos tipos de consumidores y cuánto supone el coste de las redes en su factura total de electricidad.
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