Sevilla vive el ‘boom’ del centro comercial
La inauguración de Palmas Altas, la mayor gran superficie de Andalucía, coincide con el aniversario de Torre Sevilla, una circunstancia que cuestiona la capacidad de la ciudad para absorber estas ofertas de ocio y consumo
El primer año de andadura del centro comercial Torre Sevilla, en la capital andaluza, quedó diluido por la apertura, justo el mismo día de su aniversario, de Palmas Altas-Lagoh, otro megaespacio dedicado al ocio y a las compras que con unas expectativas de actividad y negocio que buscan revolucionar el comercio sevillano. La ciudad ha abrazado en apenas 12 meses dos grandes superficies que, si bien son muy distintas entre sí, han levantado dudas sobre la capacidad para absorber este tipo de ofertas en tan poco tiempo y su coexistencia con el comercio tradicional del casco histórico.
“Con el centro comercial de Palmas Altas-Lagoh queda bien dotada la oferta del comercio para Sevilla. Hemos venido a completarla”, explica a este diario Miguel Pereda, consejero de Lar España y CEO de Grupo Lar Iberia, promotor del proyecto que el pasado viernes abrió sus puertas al público. Se trata del centro comercial más grande de Andalucía. Los 200 millones de inversión total son el mayor desembolso que se ha hecho en la ciudad de Sevilla desde la crisis. Su previsión de ingresos anuales es de 17 millones, “por encima de lo que esperábamos”, apunta Pereda. Palmas Altas se alza sobre 100.000 metros cuadrados que albergan 200 locales comerciales, de hostelería y de ocio distribuidos en torno a un lago artificial que es el epicentro del recinto. A su alrededor se erige un complejo de ocio y entretenimiento de 4.000 metros cuadrados con el que la empresa impulsora, la española Urban Planet, quiere atraer al millón y medio de habitantes de Sevilla y la de su zona de influencia y los seis millones de turistas.
Si Palmas Altas-Lagoh apuesta por el entretenimiento, el ocio y la restauración, Torre Sevilla se decanta por combinar el espacio comercial con el cultural que brinda Caixa Fórum y la experiencia gastronómica y arquitectónica de su hotel de cinco estrellas en la cúpula de la Torre Pelli. “Creemos que son dos proyectos conceptualmente diferentes y que Sevilla, siendo la cuarta ciudad más grande de España tiene capacidad suficiente para asumirlos”, indica Jordi Soldevila, presidente del Puerto Triana, filial de CaixaBank y promotora del conjunto Torre Sevilla, que hace un balance muy positivo de su primer año de andadura. “El impacto para la economía de la provincia ha sido de más de 1.200 millones de euros y hemos superado los ocho millones de visitas en 11 meses. Hemos convertido a la isla de la Cartuja en un lugar indispensable para las compras y el turismo de Sevilla”, señala.
Las dos grandes superficies que se han puesto en marcha en este año estaban planificadas en el Plan General de Ordenación Urbana, indica el Ayuntamiento, y se enmarcan en una estrategia de crecimiento de la ciudad. Torre Sevilla ha venido a nutrir de servicios a la zona de La Cartuja, un área eminentemente empresarial donde apenas había espacios comerciales. Palmas Altas forma parte de una expansión de la capital hacia el Sur, donde está previsto levantar 2.100 viviendas y construir la ciudad de la Justicia. “Aspiramos a que en unos años este centro pueda ser La Vaguada de Madrid, un espacio integrado en la ciudad”, señala José Manuel Llovet, director de la división de retail, oficinas y logística del Grupo Lar.
La apertura de estos centros comerciales ha supuesto un revulsivo para otras grandes superficies de la capital andaluza. “Nosotros notamos un descenso de visitas en los primeros meses tras la apertura de Torre Sevilla, pero luego hemos vuelto a recuperar a nuestros clientes”, explica Daniel Motilva, gerente del centro comercial Los Arcos, el más antiguo de la ciudad. Motilva reconoce que la apertura de Palmas Altas-Lagoh les ha obligado a reposicionar su espacio, atrayendo nuevas marcas y buscando fidelizar al cliente de cercanía. “Con esta última gran superficie quizás hemos alcanzado ya el máximo de oferta en la ciudad en cuanto a centros comerciales, aunque la competencia siempre viene”, reconoce.
Los Arcos recibe siete millones de visitas anuales. Palmas Altas-Lagoh espera atraer 15 millones, lo que da una imagen de la magnitud del nuevo proyecto. Sevilla sigue la tendencia de España en cuanto a proliferación de grandes superficies -en los próximos tres años está prevista la apertura de 17 centros comerciales en todo el país-. Una estrategia que contrasta con el cambio de hábitos de consumo en EE UU, el país creador de la cultura del mall. Allí, ese modelo está cayendo en desuso y las grandes locomotoras comerciales apuestan por abrir tiendas de pequeño tamaño dentro de la ciudad. Los promotores de Palmas Altas y Torre Sevilla coinciden en desligar radicalmente el patrón estadounidense del español. “El sector de los centros y los parques comerciales es uno de los motores de la economía, con una cuota de mercado en nuestro país del 17,7%. Y en el caso de Sevilla, entendemos que hay capacidad para asumir nuevos proyectos”, defiende Soldevila.
Competencia para el pequeño comercio
Más crítico se muestra el sector del pequeño comercio que, además de a los desafíos del consumo online y del alto coste de los alquileres que determina la sustitución de los negocios tradicionales por las grandes franquicias, ven en la continua apertura de grandes superficies una amenaza directa para los puestos de trabajo. “Se habla de la creación de nuevos empleos, pero no se dice nada de todos los que se destruyen en nuestro ámbito”, se lamenta Tomás González, presidente de Aprocom, la Federación de Comerciantes de Sevilla, una de las más críticas con la instalación de grandes superficies en la capital. “El consumo atrae al consumo y la presencia de centros comerciales en Sevilla significa evitar una huida del gasto a otras poblaciones o a otros canales de venta”, replica Soldevila.
Palmas Altas va a generar 1.800 puestos de trabajo permanentes, muchos de ellos de nueva creación. Aprocom no ha calculado las pérdidas para su sector. “El año pasado hubo 340.000 bajas en el pequeño comercio de toda España”, ilustra su presidente. Desde el Ayuntamiento de Sevilla rebajan la preocupación. La apertura de Torre Sevilla, a escasos metros del barrio de Triana, uno de los polos comerciales de la ciudad, ha provocado “un incremento de la actividad en esa zona, especialmente por el impacto del turismo”. En el consistorio recalcan que en la capital andaluza, contrariamente a lo que está sucediendo en otros centros históricos, donde la actividad comercial se está viendo reducida en beneficio de la restauración, se ha registrado un incremento del 6%.
González advierte de que la proliferación de franquicias está provocando un mimetismo en todos los cascos históricos de Europa que perjudica la singularidad de las ciudades. Sin embargo, en el caso de Palmas Altas-Lagoh se ha cuidado la esencia sevillana. A las puertas del lago la confitería La Campana, uno de los establecimientos emblemáticos de la ciudad, ha abierto su segundo establecimiento. Un espacio luminoso, moderno y acristalado que contrasta con el estilo modernista de su escaparate en el corazón de Sevilla. “Hemos traído marcas nacionales e internacionales que no estaban en la ciudad, pero para nosotros, albergar a La Campana es un orgullo”, señala Pereda.
A la espera de constatar cuál va a ser el impacto de la apertura del megacentro de ocio de Palmas Altas-Lagoh, está claro que su presencia va a tener un impacto en la capacidad de compra. Pero, como señala Francisco Tato, presidente del Colegio de Economistas de Sevilla, “no por tener más grandes superficies se compra más”.
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