El abogado de Norniella alega que nadie conocía mejor la situación de Bankia que el Banco de España
Las defensas de los acusados tratan de desvincular a sus clientes de las decisiones y subrayan el papel que jugó el supervisor
Los abogados de los principales acusados en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia están incidiendo en sus conclusiones finales —salvo sorpresas, el próximo día 25 terminan las sesiones— en dos ideas: las cuentas de la entidad eran correctas y, si no lo eran, sus clientes no podrían haberlo sabido porque no las formularon ellos ni eran responsabilidad suya. Las cuentas eran correctas porque el Banco de España así lo iba garantizando, insistió la defensa de José Manuel Fernández Norniella. Esta entidad era “el único y profundo conocedor” de lo que ocurría en las siete cajas que se integraron para crear Bankia y su matriz BFA, dijo.
Lo mismo podría aplicarse a la información que contenía el folleto de la salida a Bolsa: “El Banco de España no solo la aprueba sino que creía profundamente en la viabilidad de la operación”, señaló el abogado, Gonzalo Rodríguez-Mourullo.
Norniella no firmó el folleto porque “no tenía delegación para hacerlo”, añadió, y subrayó que el directivo nunca tuvo condición de consejero ejecutivo, sino que “la información le llegaba a través del consejo”. Como vicepresidente formuló las cuentas trimestrales de 31 de marzo de 2011 en las que se basaba la información de la salida a Bolsa. “El señor Norniella estaba muy tranquilo” porque esas cuentas tenían su informe de auditoría y la operación estaba asesorada por los mayores expertos mundiales. “Estaba convencido de su viabilidad”, añadió. Norniella se enfrenta a una petición de pena de la Fiscalía de seis años por dos delitos: estafa a los inversores (cuatro años) y falsedad contable (dos años).
La defensa de Francisco Verdú, que también intervino este martes, se centró en el hecho de que el directivo llevaba apenas 13 días como consejero delegado de Bankia cuando se produjo el estreno bursátil de la entidad. Según su relato, Verdú aparece como responsable del folleto porque era el único que estaba allí. “El resto de miembros del consejo estaba fuera llevando a cabo el road show [la presentación de la firma ante los inversores]”, aseguró su letrado, José Luis Fuertes. En 13 días “difícilmente” habría podido comprobar si los datos de la documentación eran correctos.
Pese a ello, durante su declaración Verdú, profesional reconocido en el mundo financiero a diferencia de otros directivos acusados, aseguró que leyó todos los informes y que para entonces ya estaba hecho el borrador del folleto de la salida a Bolsa. Concluyó que no había ningún indicio o sospecha que permitiera dudar de su veracidad. La Fiscalía Anticorrupción pide para Verdú año y medio de prisión por un delito de falsedad en las cuentas y la libre absolución en el delito de estafa a los inversores del que sí le acusan las acusaciones particulares.
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