Valquirias para Alemania
En Europa no esperen medidas fiscales para todo el mundo
En la mitología nórdica, las valquirias eran divinidades femeninas que, una vez concluida la batalla, ayudaban a Odín a seleccionar a los guerreros más heroicos caídos en combate. Su propósito era llevarlos al Valhalla, salón de los caídos, donde celebraban banquetes y se preparaban para librar la batalla del fin del mundo. Estas guerreras mitológicas sirvieron al compositor alemán Richard Wagner para componer la ópera La Valquiria, de la que tan conocido es el preludio de su acto III, nombrado popularmente como la Cabalgata de las Valquirias.
Dentro del proceso de proteccionismo y desaceleración global, Alemania está siendo una de las mayores damnificadas debido a su dependencia del exterior. Sus exportaciones de bienes suponen un 40% del PIB, frente al 23% de los países del G20, o el 10% de EE UU. Tras la contracción de una décima del PIB del segundo trimestre, el deterioro de su producción industrial (-5,2%) y trece meses de caída de los pedidos a fábrica, todo apunta a que, a finales de mes, se confirmará una recesión técnica. ¿Ha perdido Alemania la guerra y tienen que venir las valquirias a rescatarla?
Muy posiblemente, el próximo jueves el BCE anunciará un recorte del tipo de depósito hasta el -0,5%, que no será suficiente para impulsar la demanda agregada, por lo que, en Europa, son muchos los que se plantean combinar esta medida con programas de expansión fiscal. El estricto cambio legislativo adoptado por Alemania en 2009 y los esfuerzos de los últimos años le han permitido reducir la deuda pública sobre PIB desde el 82% en 2010, hasta el 61% y gozar de un superávit presupuestario del 1,7%, ofreciéndole capacidad para acometer medidas fiscales expansivas.
En el país germánico se prohíbe el aumento de la deuda pública a nivel constitucional y cualquier déficit fiscal superior al 0,35% del PIB requeriría la declaración del “estado de emergencia” y la aprobación parlamentaria. Según nuestros cálculos, el Gobierno podría aprobar un estímulo de unos 25.000 millones de euros sin rebasar los límites constitucionales (cantidad inferior a los 50.000 millones de euros sugeridos por el ministro de Finanzas hace pocos días).
Lamentablemente, el margen de maniobra del que disponen Alemania, Holanda o Irlanda no es extrapolable al resto de miembros de la eurozona, que presenta altos niveles de endeudamiento y parte de elevados déficits fiscales, limitando la capacidad para implementar estímulos fiscales.
Comenzamos septiembre como si estuviéramos asistiendo a la representación de La Valquiria en un teatro. Sabemos que el BCE está a punto de llegar, el acto III acaba de comenzar y la Cabalgata de las Valquirias comienza a sonar, justo después de una gran batalla como la guerra comercial. El telón todavía está echado, pero ya se escucha el sonido de las trompas. En Europa no esperen medidas fiscales para todo el mundo; serán reactivas y, recuerden que las valquirias son sólo para los que tienen fortaleza financiera como Alemania.
Joan Bonet Majó es director de Estrategia de Mercados de Banca March.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.