Alemania emite deuda a 30 años sin intereses y con tipos negativos
La demanda de los inversores ha sido baja y el Tesoro alemán solo ha logrado colocar 824 de los 2.000 millones previstos
Alemania lanzado hoy una emisión de deuda a 30 años con cupón cero, lo que significa que no paga intereses periódicos. Además, ha conseguido colocar estos bonos a tipos negativos, pese a que no ha logrado cubrir la oferta de 2.000 millones de euros que tenía previsto, quedándose en 824. Es la primera vez que Alemania emite deuda a tan largo plazo con cupón cero. Antes lo había hecho con bonos a 10 años.
El Bundesbank ha informado de que la subasta tuvo una demanda muy baja y que los inversores ofrecieron 869 millones de euros, por lo que el ratio de cobertura fue del 1,1.
El apetito de los inversores por la deuda soberana de países desarrollados, ante la volatilidad rendimiento de la renta variable (Bolsa), ha ido en aumento en los últimos meses, de modo que los bonos alemanes, considerados los más seguros, y los de otros países como Holanda, Bélgica u Holanda, están en terreno negativo, es decir, que los inversores pagan por colocar su dinero en estos valores refugio.
Sin embargo, no es habitual que se pague un interés negativo por deuda a tan largo plazo. De hecho, Alemania emitió bonos a 30 años en julio con un interés de 0,3% y solo a comienzos de agosto la deuda a 30 años entró en terreno negativo. Es cierto que la semana pasada la rentabilidad de la deuda alemana tocó mínimos históricos, con el interés del bono a 10 años en -0,7%, ante el temor a que la guerra comercial entre EE UU y China perjudicase aún más la coyuntura económica global.
Este miércoles, el tipo medio al que ha colocado la emisión ha sido de -0,11%. A tipos negativos, los inversores están pagando a los Gobiernos para tener su deuda, lo que se puede convertir en rentable si en el futuro otros inversores están dispuestos a pagar aún más por esa deuda en el mercado secundario. Para los Estados, en cambio, significa que obtienen financiación no solo sin pagar intereses, sino cobrándolos.
No obstante, no ha logrado colocar toda la emisión. La demanda ha sido muy baja y solo ha vendido bonos por valor de 824 millones, frente a los 2.000 millones que tenía previsto emitir. La demanda apenas alcanzó 869 millones. Es una señal de que los inversores están dispuestos a pagar por tener el dinero a resguardo, pero solo hasta cierto punto.
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