¿Quién sería el mejor jefe para el Trono de Hierro? Los expertos en gestión eligen
El líder ideal en la cambiante empresa de hoy es adaptable, ágil y asertivo. Tres docentes buscan estas cualidades en ‘Juego de tronos’
En la noche del domingo al lunes se desvelará el secreto mejor guardado de la serie que en los últimos ocho años ha tenido enganchadas a cerca de mil millones de personas en todo el mundo. La octava y última temporada de Juego de tronos, la cinta con la que HBO ha batido todos los récords imaginables, toca a su fin y, con él, se descubrirá cuál de los protagonistas es merecedor del ansiado Trono de Hierro, con el que dominar los siete reinos de este mundo imaginado por George R. R. Martin. Un aviso, si no está al día de la serie, mejor que no siga leyendo.
Horas antes de que se resuelva el dilema, tres profesores expertos en liderazgo y en política han accedido a la petición de este periódico de comparar los estilos de dirección de los principales personajes de la serie a fin de dilucidar cuál de ellos sería el mejor gestor si el Trono de Hierro fuera una empresa.
Porque Juego de tronos tiene todas las similitudes con las corporaciones empresariales o los Estados actuales, analiza Roberto Landeros, profesor de management de la Universidad de Navarra. “Hablamos del gobierno de las organizaciones. De no querer soltar el poder. Algo que ocurre habitualmente en las empresas familiares, muchas de las cuales fracasan por esta concentración de las decisiones en una única persona. Por no rodearse de gente más lista por temor a perderlo. Por imponer la cultura del miedo como fórmula de gestión, que impide la innovación dentro de las organizaciones, cuyos productos se convierten en commodities en vez de artículos diferenciados y de valor añadido”.
Landeros plantea una pugna entre los dos protagonistas que la plataforma HBO, acostumbrada a dar grandes sorpresas en esta serie, ha hecho creer que son los principales candidatos a hacerse con los siete reinos: Daenerys Targaryen, la madre de dragones, y Jon Nieve, el falso bastardo de los Stark de Invernalia, que son los que ve más fuertes. A su juicio, ella gestiona centralizando el poder y utilizando el miedo como estrategia. Representaría a esa empresa que vende un producto masivo low cost: la seguridad que proporciona a los conquistados clanes dothraki e inmaculados. “Es una commoditie, que le ayudaría a ganar una guerra de precios”, argumenta.
En cambio, el rey en el Norte usa la complicidad y las alianzas, el trato personalizado, como fórmula de liderazgo, con lo que su empresa lanzaría, según Landeros, productos innovadores y diferenciados, mucho más rentables. Con su liderazgo coach y participativo, basado en el ejemplo, la humildad y la enseñanza al equipo, a quien quiere servir, Jon Nieve sería el mejor directivo para gestionar el Trono de Hierro si éste fuese una empresa, según el profesor de la Universidad de Navarra. No obstante, el docente también le puede ver abdicando en favor de Tyrion Lannister, el enano y personaje más inteligente y prudente de Juego de tronos, dado que Nieve no desea el poder y su autoridad se basa en la confianza y la motivación a los demás.
Tyrion es también el mejor gestor empresarial para Norbert Monfort, profesor de Dirección de Personas y Organización de ESADE. El ingenioso enano, argumenta, tiene grandes conocimientos, agudeza mental y, sobre todo, es flexible ante las cambiantes circunstancias de los siete reinos o del mundo empresarial. Eficiente y asertivo, su capacidad de adaptarse al cambio es el principal valor que tiene, muy adecuado para guiar a las start-up, continúa Monfort, que hablan de “crear, medir y aprender” todo el tiempo para no quedarse obsoletas rápidamente. Además, el pequeño de los Lannister tiene don de gentes y sabe aprovechar el potencial de las personas de que se rodea.
Para Pablo Simón, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, Tyrion habría sido su líder preferido para dirigir una empresa si en las dos últimas temporadas de Juego de tronos, que no siguen los libros de George R. R. Martin, el personaje no hubiera dejado de tener coherencia (como ocurre con la mayoría de los protagonistas). Porque, en su opinión, la virtud maquiavélica, que supone adaptar el comportamiento a las circunstancias del momento; circunstancias que cambian más que las personas, es la que todo líder debe poseer. “Tyrion era así hasta hace dos temporadas”, se queja.
¿La sorpresa?
Por eso, su apuesta para conseguir el Trono de Hierro es Sansa Stark, quien salvó la batalla de los bastardos gracias a las alianzas que consiguió; recela de las estrategias rupturistas de Daenerys, protegiendo a su pueblo y asumiendo su responsabilidad, explica Simón. “Es el personaje que más ha evolucionado de toda la serie”, asegura. “Víctima de todos los hombres que se aprovecharon de ella, con el tiempo aprendió a leer mejor las jugadas y a las personas”, indica Monfort, que cree que salió fortalecida de estos infortunios y demostró un liderazgo fuerte para recuperar lo que parecía perdido (su reino, Invernalia). El profesor de ESADE opina que “Sansa demuestra claramente que líder no se nace, un líder se hace siempre que haya voluntad para aprender”. ¿Será la pelirroja de los Stark la llamada a dirigir los siete reinos de Juego de tronos? ¿Es la sorpresa que esconde HBO en su último capítulo? En unas horas se verá.
Los siguientes protagonistas de la serie de HBO no han sido elegidos entre los personajes que gestionarían con acierto una empresa. Pero sí han sido analizados como jefes por los expertos.
Daenerys Targaryen
Visionaria. Hasta el penúltimo y arrasador episodio de la temporada, donde mostró una dirección basada en el miedo, es decir, autoritaria; la madre de dragones tenía la visión de crear un mundo mejor y era empática, una líder visionaria.
Cersei Lannister
Autoritaria. Si estuviese muerta de verdad y no fuese una sorpresa de HBO, sería la reina que quiso controlarlo todo y con pánico a perder el poder. O sea, autoritaria. Destaca su orientación a objetivos y su capacidad de generar influencia.
Arya Stark
Autoritaria. La guerrera de los Stark se guía por objetivos, pero no tiene visión a largo plazo, según Norbert Monfort, de ESADE. Responde a la líder autoritaria y solitaria.
Bran Stark.
Afiliativo. Es un ejemplo de resiliencia y gestión de crisis, además de empático y de saber escuchar, como hacen los jefes afiliativos.
Jaime Lannister
Participativo. Antes de morir junto a su amada hermana, cambió su modelo de gestión de autoritario, como el de Cercei, a participativo; un valioso aliado.
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