Merlin defiende los sueldos de su cúpula pese al voto de castigo de los accionistas
La socimi defiende que es una de las firmas con mayor rentabilidad para los accionistas y se queja de que la firma ISS haya pedido el voto en contra de los accionistas
La votación consultiva del informe anual de retribuciones de Merlin Properties salió adelante en la Junta General de Accionistas celebrada el pasado 10 de abril con un apoyo del 56,3%, frente a un 40,8% de votos en contra. La oposición inusualmente alta, en la línea de convocatorias anteriores, muestra que el sistema con el que la cotizada inmobiliaria paga a sus consejeros no convence a muchos accionistas. Fuentes de la compañía destacan que el resultado mejora al del año pasado y citan como causa la influencia del proxy advisor ISS.
Los proxy advisors son firmas independientes que analizan los puntos a tratar en las juntas de accionistas de las grandes compañías y emiten una recomendación de voto. Son muy seguidas por inversores con presencia en numerosas empresas para evitar tener que estar al tanto de los pormenores de cada reunión. ISS, la mayor del mundo y de origen estadounidense, recomendó el mes pasado votar en contra del informe de retribuciones de Merlin por tercer año consecutivo.
Como resultado, el encuentro de los accionistas de la socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) sufrió una pequeña convulsión en la votación del punto noveno del orden del día, según la información publicada por la compañía en su página web y avanzada por Cinco Días. Ese punto era el relativo a los salarios de los directivos, el único sobre el que ISS mostraba reticencias.
Aun así, salió adelante con un 56,3%. Pero el apoyo de poco más de la mitad del accionariado (Banco Santander, accionista de referencia con un 22,3% de participación, estaba a favor) contrasta con el que obtuvieron los demás asuntos, que tenían el beneplácito del proxy advisor. De las 15 cuestiones votadas, la siguiente que salió adelante con menos apoyos fue la reducción del plazo necesario para convocar una junta de accionistas, con un 85,4% y un 13,2% en contra. En 10 de las votaciones, la adhesión superó el 90%.
Las dudas sobre el sistema de retribuciones, que se aprobó para tres años y expira al cierre del presente ejercicio, no es nuevo en la mayor socimi española. Ismael Clemente, consejero delegado, ganó el año pasado 6,46 millones de euros, el noveno mayor salario del Ibex 35. Miguel Ollero, director general corporativo, ocupó el décimo puesto con 6,26 millones. Desde la compañía recuerdan, sin embargo, que son la cotizada con mayor salario medio (135.000 euros) y que en los dos años anteriores la oposición al informe, que debe someterse obligatoriamente a votación consultiva, fue mayor.
Concretamente, en 2018 votaron en contra un 42,5% de los accionistas y en 2017 los votos disconformes superaron el 46%. “La tendencia es que poquito a poco vamos revirtiendo el voto en contra”, ha indicado este lunes a este periódico un portavoz de la compañía. En su opinión, hay varios factores que favorecen ese voto de castigo.
En primer lugar, la estructura accionarial de Merlin, donde al margen del Santander, solo el fondo BlackRock supera el 3% de participación. Pero el quid es la divergencia con los criterios de ISS. En la compañía consideran “un hito” que Glass Lewis, el segundo proxy advisor mundial, se mostrara este año por primera vez a favor del sistema retributivo. “Nuestra política no se amolda a lo que históricamente han demandado ISS y Glass Lewis”, ha admitido la misma fuente.
El informe de ISS valora 17 puntos del sistema retributivo de Merlin y aprueba 16. Pero en el último señala que “el pago a ejecutivos parece desalineado con el retorno a los accionistas”. La socimi alega que en los últimos cuatro años es una de las firmas con mayor rentabilidad para los accionistas, un 50,8%, y se queja de que ISS solo tenga en cuenta los últimos tres años en su análisis.
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