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Abanca tira la toalla y anula la opa sobre Liberbank

El banco gallego no cuenta con el suficiente apoyo de los accionistas asturianos para seguir adelante en su proyecto de fusión

Íñigo de Barrón
El consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, y su presidente, Juan Carlos Escotet, durante la presentación de resultados.
El consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, y su presidente, Juan Carlos Escotet, durante la presentación de resultados.OSCAR CORRAL (EL PAÍS)

No ha triunfado ninguna opa hostil en banca en España y Abanca no ha logrado cambiar este principio. La entidad gallega dirigida por Juan Carlos Escotet ha decidido no seguir adelante con el anuncio de la oferta de compra de Liberbank, declarada el viernes pasado. La Bolsa recibió la noticia con fuertes caídas en las acciones de Liberbank, cercanas al 12%, y más moderadas en Unicaja, también afectada por la decisión, con descensos cercanos al 3%.

Abanca, procedente de lo que fue Novacaixa Galicia, anunció el viernes 22 de febrero que había contactado con "los principales accionistas de Liberbank" para transmitirles su firme interés "en promover una operación corporativa que entendemos que sería muy beneficiosa".

Sin embargo, el banco gallego no contaba con el acuerdo del primer ejecutivo de Liberbank, Manuel Menéndez, que siempre consideró hostil esta operación, y que ha logrado, al menos por el momento, cerrar el paso a Abanca. Ahora Liberbank continúa su negociación con Unicaja (llevan casi cinco meses debatiendo los detalles), proyecto en el que Menéndez sí tendrá un puesto ejecutivo.

Poco antes de las nueve de la mañana de este martes 26 de febrero, Abanca comunicó al mercado que su anuncio de oferta —dijo estar dispuesta a pagar 0,56 euros por acción— "estaba basado en información pública, siendo necesario la realización de una revisión confirmatoria (due dilligence) de determinados aspectos relativos a Liberbank".

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Sin embargo, el requerimiento emitido el lunes 25 de febrero por la CNMV en el que les daba 10 días improrrogables para lanzar su opa ha acabado con el proyecto. "A la vista de dicho requerimiento", ha anunciado Abanca, "y teniendo en cuenta los términos del hecho relevante publicado por Liberbank también el 25 de febrero en el que confirma que sigue trabajando en la operación corporativa" de fusión con Unicaja, "no resulta posible para Abanca realizar la revisión y tomar una decisión definitiva acerca de la posible formulación de una opa sobre Liberbank".

"Por ello", sigue el comunicado, "Abanca y su accionista de control han decidido renunciar a su interés en promover la posible operación corporativa entre Abanca y Liberbank y en consecuencia no formular una opa sobre Liberbank".

La entidad controlada por el banquero venezolano Juan Carlos Escotet, uno de los financieros más ricos del mundo, afirma que "llevan trabajando desde hace meses en esta operación", que han cumplido siempre la normativa vigente, que se han guiado por la buena fe, "extremando la salvaguarda de la confidencialidad". Y concluye apuntando a las razones por las que se ha frustrado la opa: "Únicamente a raíz de las indeseadas filtraciones, totalmente ajenas a Abanca, y las noticias aparecidas en diversos medios el 22 de febrero" obligaron a hacer públicos los contactos con Liberbank que han terminado, por el momento, con esta operación.

Frustrada la tercera compra

En un mercado de gigantes el tamaño sigue siendo un lastre. En el último año, Abanca también ha intentado crecer. En marzo del año pasado compró la filial portuguesa del Deutsche Bank y a finales de año se hizo con la filial española de Caixa Geral de Depósitos. Ambas aportarán 151 oficinas y un volumen de negocio de 13.487 millones, haciendo de la entidad la séptima mayor del país por patrimonio. Con un activo de 51.000 millones a cierre de 2018, si Abanca hubiera incorporado Liberbank hubiera sumado 40.000 millones más, con lo que se acercaría a la mítica cifra de los 100.000 millones de balance, el tamaño que algunos analistas y supervisores consideran adecuado para crecer ahorrando costes.

Todo empezó a torcerse para Abanca este lunes a las 17.00, cuando Liberbank emitió un comunicado en el que decía que el consejo seguía adelante con su proceso de fusión con Unicaja, operación en la que trabajan desde hace cinco meses, a la espera de conocer las condiciones de la opa de Abanca.

La entidad gallega entendió que los importantes accionistas con los que habló no han mantenido su apoyo a la operación y ha decidido dar marcha atrás. Los principales accionistas de Liberbank son el fondo Oceanwood, con casi el 17% del capital (aunque con el 10% a través de derivados), la familia Masaveu, con el 5,5%, el empresario mexicano Tinajero, que controla el 7,4%. Las tres fundaciones de las antiguas cajas de ahorros (de Cantabria, de Extremadura y de Asturias) suman el 24,3%. En total, el 54,2%.

Esta retirada llega después de que la CNMV concediera 10 días a la entidad gallega para decidir si presenta finalmente una opa por Liberbank, como anunció el pasado viernes. El supervisor bursátil conmina a Abanca a revisar algunos aspectos de su oferta, como el hecho de condicionarla a un proceso de revisión de las cuentas, una cuestión que la CNMV considera "no admisible".

Liberbank, pese a que se opuso, matizó que "sin perjuicio de que en el supuesto de que se formule" la opa, "y, en su caso, se autorice por la CNMV, el consejo se pronunciará en el momento y con el alcance y garantías" que prevé la ley de opas de 2007, "siempre en el mejor interés de todos los accionistas". Sin embargo, como no dejó ver los libros confidenciales a Abanca, cerró la operación.

Por último, el consejo de LIberbank aclara que "en todo caso, la sociedad está plenamente comprometida con el cumplimiento de sus objetivos comunicados al mercado, en línea con lo que ha venido realizando hasta la fecha", es decir, su fusión con Unicaja. Ahora los grandes accionistas del banco asturiano exigirán a Menéndez un buen acuerdo con los andaluces que les haga ganar más que ese 40% de prima en metálico que les prometió Abanca, pagando 0,56 euros por acción, un hecho que también meterá presión a Unicaja. De momento, en Bolsa todo fueron caídas para Liberbank y Unicaja.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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