El presidente del BBVA cobrará hasta 5,45 millones de euros si cumple objetivos
El banco podría reclamar hasta 1,6 a Francisco González, que dejó el cargo en diciembre de 2018
El BBVA celebra el 15 de marzo su junta de accionistas. Con este motivo, ayer publicó una serie de documentos que se debatirán o se someterán a votación. Entre ellos, está la política de retribución de su cúpula, que establece que Carlos Torres, nombrado presidente en diciembre en sustitución de Francisco González, ganará hasta 5,45 millones de euros en 2019, entre retribución fija y variable, prácticamente lo mismo que devengó su antecesor, Francisco González. No obstante, el banco destacó que podría aplicar a este último –y a otros- las cláusulas para reducir e incluso obligar a la devolución la parte variable del sueldo, unos 1,6 millones. González se ha visto salpicado recientemente por el escándalo de las escuchas realizaras para el banco por el excomisario Villarejo.
González no es el único al que podrían aplicarse esas cláusulas de reducción (malus) y recuperación (clawback), sino que se puede aplicar a la retribución variable, ligada a objetivos y pagadera en varios años, de todos los consejeros, especialmente de los ejecutivos. No obstante, sí se hacen constar expresamente en un párrafo íntegramente dedicado al expresidente en el informe anual de retribuciones que se someterá a la aprobación de la junta. Estas cláusulas están vigentes durante seis años y se aplican en caso de “deficiente desempeño financiero” del banco o de alguna división o cuando ese deficiente desempeño sea fruto de “conductas irregulares, fraude o incumplimientos graves del código de conducta” interno por parte del consejero ejecutivo, “sanciones regulatorias o condenas judiciales” por hechos imputables al consejero o “fallos importantes en la gestión de riesgos” a los que haya contribuido “la conducta dolosa o gravemente negligente del consejero ejecutivo”.
González, que cesó como presidente el pasado 21 de diciembre, ganó en 2018, por distintos conceptos, un total de 4,05 millones de euros en efectivo, más 1,41 en acciones. La parte variable, que sería la que podría reclamársele, ascendió a algo más de un millón y medio de euros y, según especificó el banco, no la ha cobrado todavía. El fin de su mandato se vio salpicado por el caso de las escuchas de Villarejo, al que el banco supuestamente contrató para espiar a dirigentes empresariales y políticos para desactivar el intento de toma de control del banco por parte de la constructora SACYR a finales de 2004. El banco, que admite haber pagado cinco millones a la empresa del excomisario, tiene en marcha una investigación interna y admite por vez primera, en su informe de gestión del año pasado, que el asunto puede tener un “impacto negativo económico”, además de reputacional.
En el informe de retribuciones también consta el sueldo de los otros dos consejeros ejecutivos del banco en 2018, Carlos Torres, consejero delegado hasta la marcha de González, y José Manuel González-Páramo, responsable de Economía Global y Asuntos Públicos. Torres ganó 3,2 millones, 113.000 euros menos que el año anterior, a lo que sumó otro millón en acciones, mientras que González Páramo, devengó 1,1 millones, más 176.000 euros en acciones. Torres acumuló 1,9 millones para su plan de pensiones, que tiene ya una cantidad acumulada de 18,6 millones.
Para el año entrante, la política de retribuciones que la entidad someterá a la aprobación del accionista fija para Torres un sueldo fijo de 2,45 millones de euros, que podrían incrementarse con la parte variable, hasta 5,45 millones si cumple todos sus objetivos. Prácticamente la misma retribución que González en 2018.
El documento es una actualización de la política de retribuciones del banco vigente desde 2017 que incorpora “los ajustes a las condiciones contractuales de los nuevos Presidente Ejecutivo y Consejero Delegado” y algunas “mejoras técnicas”. Así, fija que Carlos Torres, sucesor de Francisco González al frente de BBVA, tendrá un sueldo compuesto por una variante fija, equivalente al 45%, y otra variable, de hasta el 55%. Si el fijo está fijado en 2.453.000 euros, una simple regla de tres da como resultado un variable de hasta 2.998.111 euros. En total, en el mejor de los casos, 5.45 millones de euros.
Este año, Torres encabeza el trío de consejeros ejecutivos, en el que permanecerá González-Páramo y en el que entra, como consejero delegado, el turco Onur Genç. Este tendrá un sueldo fijo de 2,18 millones, más otros 2,6 variables, es decir, un máximo de 4,82 millones.
Los mismos porcentajes se fijan para Genç, el consejero delegado, aunque su cifra fija es algo menor, de 2.179.000 euros. Sumando la parte variable, la retribución ascendería a 4,82 millones. José Manuel González-Páramo, responsable de Economía Global y Asuntos Públicos y el tercer miembro ejecutivo del consejo, percibirá un sueldo fijo de 833.970 euros, que representará el 70% de su retribución máxima, que podría llegar a 1,19 millones. El documento establece que las cantidades fijas no se moverán “en tanto en cuanto el Consejo de Administración no acuerde actualizarlas” a propuesta del comité de nombramientos.
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