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La resurrección del Calmante Vitaminado

La suiza Pharmex retoma la actividad de los antiguos laboratorios Pérez Giménez tras invertir más de 20 millones

Antonio J. Mora
Un técnico trabaja en uno de los laboratorios de la empresa Pharmex.
Un técnico trabaja en uno de los laboratorios de la empresa Pharmex. Paco Puentes

La compañía suiza Pharmex puso hace dos años sus ojos en los antiguos laboratorios Pérez Giménez, en Almodóvar del Río (Córdoba). Tras una nefasta gestión empresarial, llevaban cinco años en concurso de acreedores y acumulaban dos expedientes de regulación de empleo sobre sus espaldas. “La compañía buscaba un laboratorio farmacéutico, sobre todo en Europa, que tuviera planta de fabricación. El interés de Pharmex era completar la cadena de valor. Hasta esa fecha, solo vendíamos lo que comprábamos a otros fabricantes”, explica el director general de la firma, Juan Carlos Santé. La empresa estuvo buscando instalaciones en Grecia y en Alemania hasta que, en noviembre de 2016, se hizo por 9,5 millones de euros con los laboratorios cordobeses, que cuentan con una factoría de 54.000 metros cuadrados. Después de invertir 20 millones, Pharmex lanzó el pasado septiembre sus primeros productos, entre ellos el popular analgésico Calmante Vitaminado, y prevé cerrar el primer año con una facturación de 30 millones de euros.

Santé apunta que la firma se encontró con unos laboratorios “con apenas pulso”. “Pharmex compró activos, no un laboratorio porque, tras el concurso de acreedores, la Agencia Española del Medicamento hizo desaparecer las licencias, los dosieres de los productos se quedaron en stand by, a la espera de volverlos a validar… Todo estaba en un estado de hibernación”, apunta el director general, que recuerda que cuando los directivos fueron a ver las instalaciones “entraron con linternas”. “Comenzamos un proceso de recuperación que finalizó en abril de 2017, cuando obtuvimos los permisos de la Agencia Española del Medicamento. Un proceso que fue más rápido gracias a que incorporamos a cinco antiguos trabajadores”, señala. La firma ha vuelto a fabricar comprimidos, supositorios, cremas, jarabes, cosmética…, así hasta 50 referencias, incluido el Calmante Vitaminado, un analgésico que durante décadas consiguió ser uno de los más vendidos de España. “No renunciamos a la herencia de Pérez Giménez porque consideramos que fue una compañía muy nuestra”.

Con más de 60 años de historia, los laboratorios Pérez Giménez entraron en concurso de acreedores en 2011 después de que un año antes la familia que da nombre a la firma la vendiera por un euro a un grupo inversor. Pero las cifras de producción caían en picado y la situación se hizo insostenible. En ese tiempo, varias empresas se interesaron por los laboratorios y el proceso concursal estuvo plagado de irregularidades. Fueron imputados cinco administradores concursales y el exdirector financiero de la empresa por apropiación indebida. Cuatro miembros de la familia fundadora fueron condenados a devolver el 40% de la deuda.

“Fue un proceso largo y duro. Los trabajadores intentaron mantener la empresa hasta el último momento; trabajaron sin agua, sin luz”, recuerda Santé. “Fue una lucha constante por mantener las autorizaciones de los medicamentos activas, porque de este modo la empresa sería más atractiva para los compradores”, reconoce María Jesús Fages, antigua empleada y ahora directora técnica. La plantilla pasó de 200 a 40. “El derrumbe comenzó tras el traslado a esta sede”, añade otra extrabajadora y ahora jefa de área de garantía de calidad, María Luque, antes de señalar que aceptó volver “por lo interesante del proyecto”.

Y sin renunciar a esa herencia, Pharmex también quiere ir más allá con la puesta en marcha de una planta de productos inyectables. “Las tecnologías que venimos utilizando las tiene todo el mundo, pero los inyectables te posicionan como una farmacéutica de otro nivel. Utilizan una tecnología compleja”, analiza el director de planta, Eduardo Santos, quien señala que en España hay unas cuatro firmas que los suministran. “Este proyecto nos va a poner en el mundo y nos hace soñar verdaderamente en un futuro interesante”, explica Santé.

Entre las mejores

Para conseguirlo inyectarán 30 millones en nuevas instalaciones. “El valor que aportamos a lo que ahora fabricamos es bajo, hay otras compañías que son más rentables y productivas. Por eso, apostamos por un plan de viabilidad hacia una tecnología más moderna”, señala el responsable antes de precisar que en el plan presentado se prevé que el 90% de la fabricación será exportada. “En cinco años, nos gustaría que Pharmex fuera una de las 20 mejores compañías de Europa. Nuestro objetivo es alcanzar la cifra mágica de 100 millones de euros en siete años”, señala Santé. Asimismo, Pharmex se marca un plazo de 10 años para aumentar la producción en la planta cordobesa, suministrar a terceros y reducir las compras a otros fabricantes.

El camino pasa por construir una nueva planta que se ubicará en Almodóvar del Río. Las obras comenzarán en mayo y se espera que se prolonguen durante año y medio. El proyecto se traducirá en 60 empleos, que se sumarán a los 50 existentes (27 son antiguos trabajadores de Pérez Giménez). “Ya en 2019 se incorporarán 10 a la red de ventas y reforzaremos los departamentos de finanzas e internacional”, detalla el responsable. “Confiamos en que el proyecto sea un revulsivo para el pueblo como en su día lo fue Pérez Giménez. Va a generar mucho empleo, tanto directo como indirecto”, asegura la alcaldesa de la localidad, María Sierra Luque, quien detalla que la comarca vive de la agricultura y “algo” del sector servicios.

La firma suiza se mueve en un sector que facturó en España casi 19.500 millones entre febrero de 2017 y enero de 2018, según el informe La farmacia española, en cifras, de la consultora HMR. El crecimiento casi ha sido plano en los últimos tiempos. “Europa es un mercado muy maduro, hay muchos compañeros de viaje y estamos buscando otros mercados que aún requieren de productos básicos, como pueden ser África, Oriente Próximo, Latinoamérica y Asia. El mercado nacional es más de lo mismo, nos va a costar”, admite Santé. En España, donde facturaron 1,5 millones, trabajan “con productos de libre dispensación”, explica. Santé precisa que, inicialmente, no contemplan recuperar la marca blanca de Pérez Giménez, Cuve. “El mercado del genérico en España es altamente competitivo y nosotros todavía no estamos en posición de entrar”, reconoce.

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Sobre la firma

Antonio J. Mora
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue redactor en la delegación en Andalucía durante más de seis años y, actualmente, es portadista web. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de periodismo de EL PAÍS, también trabajó en Diario Sur e Infolocalia. En 2009, ganó el premio nacional Alma de Periodista.

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