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Desarticulada una trama que estafó dos millones en hipotecas fraudulentas

La cabecilla de la trama, de 66 años, y su hijo, se valían de testaferros para comprar casas y obtener préstamos por encima de su valor y quedarse la diferencia

Javier Salvatierra
Imagen de uno de los registros llevado a cabo por la Guardia Civil.
Imagen de uno de los registros llevado a cabo por la Guardia Civil.

Compraban casas en el norte de España a través de testaferros, las escrituraban por un precio superior a la venta sin conocimiento del vendedor y obtenían préstamos por ese importe. Se quedaban la diferencia y después no los devolvían. Además, alquilaban las casas, de forma opaca, y se embolsaban las rentas. La cabecilla era una mujer de 66 años, junto a su hijo de 41. Ambos, junto a ocho personas más, han sido detenidos por la Guardia Civil por formar una trama dedicada a la estafar y blanquear dinero a través de hipotecas fraudulentas. En la operación ha participado también la Agencia Tributaria. El fraude puede superar los dos millones de euros.

Según han informado ambos organismos en una nota, los detenidos en la denominada operación Tanquetas, iniciada en febrero, están acusados de estafa, blanqueo de capitales y falsificación de documentos. Todos ellos han sido arrestados en las localidades de Castro Urdiales, Laredo y Bárcena de Cicero (Cantabria), y Bilbao y Getxo (Bizkaia). Ocho de los arrestados son los presuntos testaferros que adquirían las viviendas y los otros dos son la cabecilla de la trama, vecina de Laredo, y su hijo, residente en Bárcena de Cicero, que tienen antecedentes en Francia por estafar tres millones a entidades bancarias en préstamos al consumo e hipotecarios no amortizados.

Según informan la AT y la Guardia Civil, los integrantes de la trama adquirieron en un año y medio 15 viviendas en varias localidades cántabras. La cabecilla reclutaba testaferros entre personas sin recursos para adquirir viviendas y conseguir los préstamos hipotecarios. Para acreditar la solvencia de estos testaferros ante entidades bancarias, les falsificaban contratos de trabajo, nóminas o declaraciones de la renta. También con documentación, conseguían escriturar las viviendas con precios superiores a los pactados con el vendedor, sin el conocimiento de este, y obtenían créditos de los bancos por el importe inflado de la vivienda.

Una vez obtenido el dinero de la hipoteca, era ingresado en cuentas bancarias a nombre del testaferro, pero controladas por la líder de la trama. Abonado el precio acordado con el vendedor, la trama se quedaba con lo obtenido de más en el préstamo, entre 30.000 50.000 euros, según los investigadores. Así llegaron a estafar algo más de dos millones de euros. Además, una vez obtenidos los créditos, pagaban las primeras cuotas a los bancos, pero a los pocos meses dejaban de hacerlo. Mientras, alquilaban las viviendas a otras personas. El pago se realizaba en efectivo a la líder o en una cuenta bancaria al hijo y siempre de forma opaca de cara al fisco, es decir, se quedaban con el importe íntegro de los alquileres.

La investigación se inició en febrero, cuando se detectó este año cuando la Guardia Civil supo que una vivienda se había escriturado con un precio superior al pactado y sin conocimiento del vendedor. La alarma salta porque el vendedor tiene que hacer frente a obligaciones fiscales por importes superiores al que recibió por la venta. Dada la complejidad de la documentación financiera a estudiar, la Agencia Tributaria se incorpora a la investigación.

La operación finalmente se desencadenó en octubre, con las 10 detenciones y tres registros en domicilios de los cabecillas en los que se ha hallado documentación valiosa para este caso y para los delitos cometidos en Francia por los cabecillas.

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