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Draghi prevé un crecimiento sólido en la eurozona pese a la “amenaza proteccionista”

El BCE mantiene los tipos de interés al menos hasta verano de 2019 y ratifica el ritmo de compras de deuda

Luis Doncel

Tiempo de espera en el BCE. Entre la reunión de junio —en la que Mario Draghi dio pistas sobre sus próximos pasos: fin de la compra de activos a finales de año y subida de tipos en el segundo semestre de 2019— y la de septiembre —que deberá arrojar luz sobre el adiós a los estímulos monetarios—, el italiano se va de vacaciones sin grandes sobresaltos. Draghi dibujó un panorama continuista con una previsión de crecimiento “sólido” para la eurozona pese al tropezón del primer trimestre y, mucho más importante, la “amenaza proteccionista” que sopla desde EE UU.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario DraghiRONALD WITTEK (EFE)

En los escasos 15 meses que le quedan al frente del Banco Central Europeo (BCE), Draghi tiene una agenda delicadísima. No solo necesita ir con pies de plomo para desandar el camino que emprendió cuando recurrió a herramientas que ningún banquero central había usado en Europa antes. Tiene, además, que graduar el fin de esas medidas extraordinarias —tipos de interés por los suelos y compras milmillonarias de activos que inunden de liquidez la economía— con un ojo puesto en la recuperación y otro en la inflación. Y en medio de este lío, la amenaza proteccionista que sopla desde EE UU supone un riesgo mayúsculo.

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“Una guerra comercial con rondas de represalias crearía un clima totalmente diferente”, dijo el jueves el presidente del Eurobanco. Pero estos peligros aún no se han materializado. Por ello, Draghi no ve aún la necesidad de modificar el plan trazado el mes pasado. Además, ve una “buena señal” que el día anterior los presidentes de EE UU, Donald Trump, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, congelaran durante un periodo indeterminado la imposición mutua de nuevos aranceles.

Los ataques económicos de Trump a Europa tienen una doble vertiente. Al presidente estadounidense no le preocupa solo lo que él considera prácticas comerciales abusivas que inundan su mercado de coches alemanes. También achaca este supuesto desequilibrio a un tipo de cambio del euro demasiado débil que fortalece las exportaciones de la UE. Draghi también respondió a estas acusaciones. “El tipo de cambio no es un objetivo de nuestra política. En las últimas décadas hay un consenso internacional para evitar las devaluaciones competitivas”, aseguró.

Draghi juega con las palabras. Y estas le jugaron una mala pasada en junio, cuando una traducción de su comunicado no del todo clara suscitó dudas sobre cuándo llegará la ansiada por unos y temida por otros subida de tipos: ¿será al inicio, durante o después del verano de 2019?, se han preguntado los analistas estas semanas. Draghi se defendió diciendo que el idioma de trabajo del Eurobanco es el inglés; y que él solo responde por lo que se comunica en este idioma. Y en el comunicado de ayer repitió lo que ya había dicho hace mes y medio: los tipos de interés seguirán “en sus niveles actuales hasta al menos durante el verano de 2019”. Muchos draghólogos interpretan de estas palabras que la primera alza de la era Draghi llegará en septiembre del próximo año.

Seis años de un discurso que cambió la historia

"Le bastó arquear una ceja, y un instante después todos corrían como conejos". Así comenzaba la crónica de este periódico sobre el discurso de Mario Draghi en Londres del 26 de julio de 2012. Ese "arqueo de ceja" se refería a las ya famosas palabras pronunciadas ese día: "El BCE hará todo lo necesario para sostener el euro. Y, créanme, será suficiente".

Ayer se cumplían seis años de este discurso que, según muchos analistas, salvó al euro. Y, pese a la coquetería de asegurar que él no se preocupa de estos aniversarios, Draghi dijo algo que sonaba ya, a 15 meses de abandonar el BCE, a defensa de su legado. Además de insistir en lo “extraordinario” de la época que le ha tocado al frente del Eurobanco —“Una crisis quizás más severa que la Gran Depresión”—, Draghi destacó el logro de haber conseguido “la estabilidad de precios en las circunstancias más difíciles”. “Y paro aquí, porque ya he hablado demasiado de aniversarios”, concluyó entre risas.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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