Inglaterra se enfrenta a una escasez de pintas de cerveza en pleno mundial
Un bajón en la producción de dióxido de carbono amenaza con provocar una sequía de cerveza durante el Mundial
Inglaterra vive un arranque de verano glorioso. Cielo azul, calor, una insólita sucesión ininterrumpida de días sin lluvia y, para rematar, el próximo martes la selección podría alcanzar los cuartos de final de un Mundial de fútbol por primera vez en casi 30 años. Los ingleses piden a gritos cerveza fría. El problema es hay ciertas dificultades para proporcionársela. Aunque no ha desaparecido, sí que faltan algunos grifos habituales.
Un bajón en la producción de dióxido de carbono amenaza con una sequía de cerveza durante el Mundial. El dióxido de carbono tiene múltiples aplicaciones en la industria alimentaria. Cosas tan diferentes (o no) como atontar al ganado antes de sacrificarlo o aportar las burbujas de la cerveza. Pero el cierre temporal de una serie de plantas de producción de este gas, en Reino Unido y en el resto de Europa, ha creado una escasez de oferta. Justo cuando la demanda, al menos en Inglaterra y en lo que respecta a la cerveza, se dispara.
El grupo Ei, el mayor conglomerado de pubs de Reino Unido, aseguró hace unos días que muchos de sus más de 4.500 establecimientos se estaban quedando sin algunas de las cervezas más populares. Wetherspoon, grupo con más de 1.000 pubs, reconoció poco antes del partido del pasado jueves ante Bélgica que algunos de sus establecimientos se habían quedado temporalmente sin cerveza John Smith y sidra Strongbow, ambas del fabricante Heineken. Mientras tanto, según los expertos en fútbol, la selección inglesa afronta uno de los cuadros más favorables que ha tenido históricamente en un Mundial para llegar muy lejos. Y, según los expertos en meteorología, la ola de calor no ofrece señales de remitir.
"Esto sucede justo en el peor momento porque es el Mundial y el pico del verano. La gente quiere ver el fútbol y beberse una pinta, así que la demanda crece", lamentaba en The Guardian un portavoz de las cervecerías Beavertown. "Somos conscientes del tema de la escasez de dióxido de carbono y estamos trabajando con nuestros proveedores para minimizar cualquier molestia a nuestros clientes y taberneros", dijo a la BBC un portavoz de Wetherspoon.
La escasez de abastecimiento de dióxido de carbono es un problema europeo, algo que se han encargado de exagerar determinados tabloides. Se debe al veraniego aumento de demanda de cerveza y bebidas gaseosas, combinado con el cierre de algunas grandes plantas de producción de amoniaco y bioetanol, fuentes de dióxido de carbono. Reino Unido importa alrededor de un tercio de su demanda de este gas. Hay solo dos plantas de producción del gas en suelo británico, una de las cuales se encuentra cerrada por mantenimiento.
Distinto impacto según el tipo de cerveza
No todas las cervezas necesitan dióxido de carbono. Por lo general, la escasez afectaría más a las lager que a las tipo ale. Algo que ya se ha encargado de recordar Camra, la organización empresarial de ales embotelladas. "Las ales se carbonatan de manera natural con una levadura. Son productos vivos, no como otras que necesitan que se les inyecte artificialmente dióxido de carbono", explicaba un portavoz de Camra en The Guardian.
"Queremos asegurar a los bebedores de cerveza que todas nuestras plantas están operando a plena capacidad y que trabajamos 24 horas al día para llevar las cervezas a nuestros clientes lo más rápido posible", tranquilizó el pasado miércoles en la BBC un portavoz de Heineken. La prueba de fuego llegará este martes, cuando Inglaterra se enfrente en octavos de final a Colombia.
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