El presidente de Air France dimite tras fracasar en la votación sobre su plan salarial
El ejecutivo retó a los sindicatos y organizó una encuesta anónima para demostrar que los trabajadores le apoyaban su propuesta de sueldos. Ha perdido
Era un órdago arriesgado y lo ha perdido. El presidente de Air France, Jean-Marc Janaillac, ha anunciado este viernes su dimisión después de haber perdido la consulta anónima a la plantilla con la que quería haber doblegado a los sindicatos, con los que la aerolínea francesa mantiene un duro pulso desde febrero. Su decisión se conoce en el mismo día en que la empresa francesa daba a conocer pérdidas por 269 millones de euros en el primer trimestre del año, unos resultados que la directiva achaca en parte a la huelga impulsada por varios sindicatos y que ya suma 13 jornadas.
Con una altísima participación, de 80,33%, el 55,44% de los 46.771 trabajadores llamados a expresarse durante la última semana (mediante voto secreto electrónico) rechazaron la oferta de aumento salarial de la directiva, informó el propio Janaillac.
“Asumo las consecuencias del voto y en los próximos días presentaré mi dimisión”, dijo en declaraciones desde la sede parisina de la aerolínea. El todavía jefe de Air France señaló que era una decisión “coherente”, sobre todo en vista de la alta participación en el referéndum. Pero la gravedad de su rostro revelaba la sorpresa de un resultado inesperado, ya que la directiva había adelantado que los datos apuntaban hacia una victoria de su propuesta.
El referéndum, que comenzó la semana pasada, tenía una sola pregunta: “Para permitir una salida positiva al conflicto en curso, ¿es usted favorable al acuerdo salarial propuesto el 16 de abril de 2018?” Este preveía un “aumento general de salario de 7% en cuatro años, añadido a los aumentos individuales”. No tenía valor legal, pero el propio Janaillac había vinculado su permanencia al frente de Air France a una respuesta afirmativa que no se ha producido.
Janaillac manifestó su esperanza de que su marcha permita una “toma de conciencia colectiva" que pueda facilitar una salida negociada que todavía permanece estancada. “Este voto es la traducción de un malestar, que llama a una transformación profunda”, reconoció.
Frente a la oferta de la dirección, el colectivo intersindical que dirige la huelga reclama una subida solo este año del 5%: un aumento inmediato del 3,8%, en consecuencia con la inflación acumulada entre 2012 y 2017, y otro del 1,3% en octubre, para igualar la inflación estimada para 2018.
Una huelga que sale cara
A comienzos de semana, los sindicatos de pilotos se reunieron con la dirección, sin que lograran destrabar la situación. Pero tampoco el acuerdo entre sindicatos es total. La CFDT es el sindicato que más afiliados tiene entre el personal de tierra de Air France. La organización no apoya la huelga y el domingo pasado llamó a los trabajadores a votar a favor de poner fin a un conflicto en el que el sindicato de pilotos “tiene a todo el mundo de rehén”, criticó el número uno de la CFDT, Laurent Berger.
Los sindicatos que sí respaldan la huelga alegan que la compañía puede y debe ceder a sus demandas salariales porque tiene los recursos para ello. “En 2017, los resultados financieros del grupo fueron los mejores de toda su historia”, sostuvo Philippe Evian, presidente del principal sindicato de pilotos, SNPL, que lidera la huelga.
Sin embargo, la aerolínea anunció este mismo viernes que en el primer trimestre de 2018 sufrió una pérdida neta de 269 millones de euros, en parte por la huelga. Además, confirmó que calcula que la protesta, que este viernes llegó a su decimotercera jornada, le costará a la compañía unos 300 millones de euros este ejercicio.
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