Ni el huracán ‘Harvey’ es capaz de impulsar el precio del petróleo
La revolución del 'fracking' reduce el riesgo interrupción del suministro al desplazar la producción del golfo de México al interior de EE UU
La realidad en el mercado de la energía cambió radicalmente con la expansión geográfica de la producción en Estados Unidos, gracias a las nuevas técnicas de extracción. El huracán Harvey es el último ejemplo. El precio del barril de petróleo cayó con fuerza el lunes al retomar la negociación pese a que la tormenta y las inundaciones paralizaron las operaciones en Texas, el corazón petroquímico del país.
Harvey azotó el golfo de México con una fuerza de cuarta categoría. A su paso afectó al 22% de la producción en la zona, equivalente a 380.000 barriles diarios. Katrina, que era un punto inferior en la escala, disparó en 2005 los precios en el mercado de futuros de Nueva York. Pero como dicen en el parqué, la revolución del esquisto hizo que la producción ya no dependa de las plataformas en altamar.
El West Texas Intermediate, de referencia en EE UU, está casi un 3% más barato que la semana pasada. Este martes se cambia a 46,5 dólares el barril al arrancar la sesión. Como señalan RBC Capital en una nota a los inversores, esta tendencia a la baja se explica porque “hay menos barriles a riesgos cuando se tiene en cuenta la producción agregada de EE UU”. “El riesgo se desplazó al interior”, añaden desde Seaport Global.
El golfo de México sigue representando un 17% de la producción total de petróleo, de acuerdo con los datos del Departamento de Energía correspondientes a 2016. Hace una década estaba cerca del 30%. La mitad del crudo en EE UU se extrae ahora de formaciones rocosas en Dakota del Norte, Colorado, Nuevo México o Texas. En el caso del gas natural, el golfo representa solo el 5% de la producción.
El golpe de la tormenta Harvey, puesto en perspectiva, es por tanto menor para la producción de petróleo. El huracán Katrina, combinado con el de Rita esa misma temporada, provocó la interrupción del equivalente a 1,5 millones de barriles diarios en el golfo de México. La tempestad Ivan, un año antes, paralizó una actividad equivalente al millón de barriles diarios de crudo.
Exceso de oferta
ExxonMobil y Chesapeake están interrumpiendo sus operaciones de fracking en algunas partes del sur de Texas, por falta de personal y esperando a que las refinerías retomen la actividad cuando estén en condiciones de evaluar los daños. Pero como indican los analistas, los niveles de almacenamiento de crudo y la oferta son tan altos, que no se teme por un corte del suministro como con Katrina.
La organización de países productores de petróleo (OPEP) espera si embargo que haya un impacto, aunque sea mínimo, confiando en que puede dar un impulso a los precios y llevarlos de nuevo al nivel de los 50 dólares. El cártel mantiene un intenso forcejeo con EE UU para que se comprometa a poner un techo a la producción. Parte del exceso de petróleo se está exportando ya a países de Asia.
Lo que va a ser muy difícil de cambiar a largo plazo es la exposición que tiene la industria dedicada al refinado de petróleo y la química al golfo de México. Casi la mitad de la capacidad está localizada en la región, de acuerdo con los datos oficiales. La proporción es similar en el caso del gas natural. En este momento hay el equivalente a 2,2 millones de barriles diarios fuera de producción.
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