El Gobierno elevará su previsión para 2017 por la mejora del trimestre

El Ministerio de Economía aprovechará el próximo mes la presentación del cuadro macroeconómico que acompaña a los Presupuestos de 2018 para actualizar unas previsiones de crecimiento que, a la luz de los buenos datos del segundo trimestre, han quedado ligeramente anticuadas. Guindos insistió en que el nuevo pronóstico seguirá siendo “prudente y cauto”, pero se adecuará a las previsiones de otros organismos. Es el caso del Fondo Monetario Internacional (FMI), que el pasado julio elevó sus perspectivas de crecimiento para España en medio punto, dejándolo en el 3,1%.

Así, si el Gobierno sigue el ejemplo del organismo que dirige Christine Lagarde, su renovado optimismo se traducirá en una mejora mínima, de tan solo una décima. Esta será la tercera revisión de las previsiones oficiales: el Ejecutivo estimaba a principios de año un crecimiento del 2,5% y probablemente este vaya a acabar en el 3,1% o 3,2%.

El segundo trimestre de 2017 volvió a dar buenas noticias macroeconómicas, en lo que supone ya un periodo de bonanza de casi cuatro años en positivo; y casi tres con tasas de crecimiento anuales en torno al 3%. En este caso, el producto interior bruto (PIB) aumentó un 0,9% (una décima más que en el trimestre anterior y el ritmo más alto en casi dos años); y una tasa interanual del 3,1% (también una décima más).

Dos años para el empleo

El desglose de datos publicado el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es interesante además porque confirma un hecho ya largamente anunciado: una década después de que comenzara una crisis que ha dejado por el camino 1,9 millones de desempleados, por fin se recupera el nivel de renta en términos reales —es decir, descontado la inflación— de 2008. Así, ese año acabó con un PIB de 1,116 billones de euros, mientras que la economía española produce ahora 1,134 billones. Es la primera vez que se supera aquella cifra. Desde el nivel más bajo de la crisis, la economía ha subido el 11%.

Guindos destacó que el crecimiento de la economía española es equilibrado —porque se basa tanto en el mercado doméstico como en el exterior— y diferenciado —porque España está en el batallón de los que más crecen en la eurozona—. Pero también admitió que no se podrá dar por zanjada la crisis hasta que no se recupere el nivel de empleo de 2008. Para ese momento, vaticinó el ministro, aún faltan dos años. Uno de los puntos oscuros es la evolución de los salarios, unos de los grandes castigados en la época de crisis y postcrisis. En el pasado trimestre, el coste laboral unitario retrocedió un 0,4%.

El desglose del PIB que el jueves ofreció el INE muestra una economía que cogió impulso entre abril y junio gracias al tirón de la demanda nacional (que aporta al crecimiento 2,4 puntos, frente a los 2,3 del primer trimestre); y del empleo (que registra una variación del 0,9%, medido por puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, dos décimas más que en el periodo anterior).

“Mientras que el consumo de las familias mantiene su vigor y la construcción consolida su recuperación, la inversión en equipo modera su avance tras el extraordinario registro del trimestre anterior”, sintetizan los analistas de Bankia Estudios.