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Altadis paga 31 millones a sus trabajadores para evitar regalarles tabaco

La empresa tabaquera reconoce que los últimos cambios en el impuesto de sociedades le cuestan 20,01 millones de euros

Jesús Sérvulo González
Marcas del grupo Altadis en un estanco de Madrid.
Marcas del grupo Altadis en un estanco de Madrid.Victor Sainz (EL PAÍS)

Altadis, la filial española de Imperial Tobacco, ha acordado con sus trabajadores pagar 31 de millones de euros para no tener que regalarles tabaco. Así lo explica la tabaquera, propietaria de marcas como Fortuna, Nobel o Ducados, en sus cuentas anuales de 2016, inscritas recientemente en el Registro Mercantil.

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La empresa explica que hasta 2006 la empresa venía regalando tabaco promocional y de fuma a sus empleados pero una ley sanitaria aprobada ese año prohibió dicha práctica. Los trabajadores de la antigua Tabacalera recibían desde hace casi un siglo una gratificación extra por parte de la compañía. A principios del siglo XX la empresa les entregaba tabaco de picadura y en los últimos años les regalaba tres cartones de una de las labores de la firma.

Pero a partir de la ley sanitaria de 2006, que también prohibió fumar en locales públicos, estos pagos en especie desaparecieron. Desde entonces los sindicatos han estado reclamando a la compañía que les siguiera entregando tabaco o les ofreciera una compensación. Incluso una sentencia de la Audiencia Nacional de 2006 instó a la sociedad a satisfacer a los trabajadores el importe en metálico equivalente al producto que les había entregado hasta entonces.

10 años de litigios

Tras diversos recursos y un pulso en los tribunales, que llegó al Tribunal Supremo, el año pasado la compañía acordó con los trabajadores una compensación económica “por la compra del derecho a recibir una compensación por la no entrega de tabaco”. La compañía optó por una doble vía, entregar la citada indemnización mediante un único pago o convertirlo en renta vitalicia. La medida le ha supuesto un coste de 31,221 millones de euros, de los que ya ha abonado cerca de la mitad. El acuerdo afecta a la totalidad de la plantilla activa y a un amplío porcentaje de los que ya están jubilados, en total algo más de 1.000 empleados.

La tabaquera además, tenía provisionado una cantidad mayor con lo que se apunta un beneficio con la operación. Por el contrario, prácticamente duplica los gastos de personal al reconocer estos pagos así como el coste de las reestructuraciones de empleo realizados durante el año pasado en las fábricas de Logroño y Cantabria, que afectó a 514 trabajadores. El cierre de ambas factorías supuso un coste para Altadis de 126,24 millones de euros: unos 82.9 millones corresponden al centro de Logroño y 27,5 millones al de Cantabria.

Con el cierre de la fábrica de Logroño, la compañía deja de tener factorías activas en España. Además, vendió en junio de 2016 la fábrica de Alicante por un importe de 10,5 millones de euros. Un mes antes había vendido la fábrica de Tenerife, El Cardonal, por un importe de 4,3 millones de euros.

Multiplica sus ingresos

A pesar de este gasto extraordinario, Altadis ganó 217,66 millones de euros durante su ejercicio fiscal terminado el 30 de septiembre, lo que supone un descenso del 0,7% respecto al ejercicio anterior. Aunque los beneficios apenas varían respecto a los cosechados en 2015, la cifra de negocios de la empresa, filial del grupo Imperial Tobacco, se dispararon el año pasado, sobre todo por los resultados financieros. La facturación, sin embargo, se reduce un 10,1% hasta los 492,2 millones de euros, frente a los 547,6 millones del ejercicio precedente.

“En el año 2016, el mercado de tabaco español se ha comportado con una extraordinaria solidez", refleja la compañía en su memoria anual. "De hecho", prosigue, "los volúmenes totales de cigarrillos han crecido muy ligeramente en relación con el año anterior, comportamiento que no se producía desde hace ya varios años en los que se han venido experimentando marcados declives en volúmenes. La continua estabilidad de precios junto con la importante recuperación económica de país han sido sin duda los factores clave que han propiciado este favorable resultado”.

En realidad, la sociedad ha conseguido mantener unos resultados similares a los del año pasado por los dividendos recibidos de sus inversiones en otras sociedades, por 222,83 millones de euros, unos 46,7 millones de euros más que el ejercicio anterior. El grueso de dividendos proceden de Logista y de Imperial Tobacco. Estos ingresos financieros extraordinarios han conseguido paliar los gastos procedentes de la reestructuración por el cierre de las fábricas de La Rioja y Cantabria.

Coste de cambios tributarios

La tabaquera explica en el epígrafe de "Hechos posteriores al cierre" que las modificaciones en el impuesto sobre sociedades a finales del año pasado por el Gobierno le han supuesto un coste de 20,15 millones de euros.

"El 3 de diciembre de 2016 se ha publicado en el BOE el Real Decreto-ley 3/2016, por el que se han tomado medidas en el ámbito tributario. Para los ejercicios iniciados a partir del 1 de enero de 2016 se ha establecido un nuevo límite a la compensación de bases imponibles negativas del 25% así como una limitación a la aplicación de la deducción por doble imposición internacional, generada o pendiente de compensar, que no podrá exceder del 50% de la cuota íntegra", explica la compañía tabaquera en sus cuentas anuales. ·"También se ha aprobado la incorporación en la base imponible de las provisiones de cartera que resultaron fiscalmente deducibles en períodos impositivos previos a 2013. Esta reversión se realizará por un importe mínimo anual, de forma lineal durante cinco años, sin perjuicio de que resulten reversiones superiores por las reglas de general aplicación", prosigue. Y añade: "Asimismo, se han aprobado una serie de medidas que entran en vigor para los ejercicios iniciados el 1 enero de 2017 entre las que destaca la no deducibilidad de las pérdidas realizadas en la transmisión de participaciones en entidades, siempre que se trate de participaciones con derecho a la exención en las rentas positivas obtenidas tanto en dividendos como en plusvalías generadas".

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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