El encargo de CNMV y Banco de España no exime al auditor

La resolución del Ministerio de Economía rechaza “los pretendidos efectos exculpatorios de la solicitud de colaboración por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España”. 

Deloitte ha alegado que lo que hizo en relación con todos sus trabajos en Bankia-BFA obedeció a la petición de ayuda de ambas instituciones. En apoyo de su argumento elevó al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) en 2013 dos cartas en los que se justificaba su actuación.

En una de ellas, el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, explicaba los trabajos realizados. La otra iba firmada por la presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez. Precisamente, esta última declara hoy en calidad de testigo ante el juez Fernando Andreu de la Audiencia Nacional a petición del socio auditor de Deloitte, responsable de Bankia, Francisco Celma.

“Los auditores son los únicos responsables de la valoración de las amenazas a su independencia y de su actuación posterior”, señala la resolución de Economía. “Ni el Banco de España ni la CNMV ostenta potestad que les permita imponer a un auditor o sociedad de auditoría la realización de actuaciones que pudieran suponer la infracción del deber de independencia”, añade.

Y sugiere cuál hubiese sido la conducta diligente: “En todo caso, ante una conducta que comprometa su independencia los auditores se deben abstener”.

Recuerda que “en caso de duda, los auditores siempre pueden formular al ICAC consultas relacionadas con la observancia del deber de independencia, de acuerdo con lo previsto por la Ley de Auditoría de Cuentas”.

Fuentes financieras señalan que en aquellos días de 2010 y 2011 los clásicos temas de independencia de las instituciones quedaron completamente aparcados. “Se trataba de superar como fuese la situación con la esperanza de que los mercados terminarían por volver a su normalidad”, señala un banquero que vivió aquellos días. “La ingeniería financiera permitiría salir del bache”, añade.

La resolución de Economía describe cómo se fue desplazando la pelota de los valores. La firma Analistas Financieros Internacionales (AFI) valoró los patrimonios de cada una de las cajas que se fusionaban, informe que, según dice, no ha aparecido hasta el momento.

Otro auditor, BDO, validó sin que conste ningún análisis el valor del conjunto del patrimonio segregado a 31 de diciembre de 2010, la valoración de AFI y las entidades. Y Deloitte no realizó la comprobación necesaria. “Simplemente el experto se limita a describir y confiar en las valoraciones realizadas por AFI y sus aseveraciones se basan en una revisión y contraste global”, señala la resolución del Ministerio de Economía.