Argentina reactiva la entrega a domicilio de las compras en el exterior
El gobierno de Macri elimina una traba al comercio por internet impuesta por el kircherismo
Comprar un producto en el exterior por internet y recibirlo en la puerta de casa ya no estará prohibido en Argentina. El gobierno de Mauricio Macri ha decidido eliminar una de las últimas restricciones al comercio heredada del llamado “cepo cambiario”, una serie de medidas de control impulsadas por el kirchnerismo para limitar la fuga de dólares. La próxima semana, las autoridades tributarias anunciarán la vuelta del comercio internacional minorista con entrega de paquetes puerta a puerta, algo común en la mayoría de los países pero con fuertes limitaciones en el país sudamericano. Con todo, para evitar el ingreso descontrolado de bienes importados, habrá restricciones: las nuevas normas limitarán las compras a cinco por año, 50 kilos de peso y no más de 1.000 dólares de costo cada una de ellas.
El regreso de la entrega a domicilio ya había sido adelantado en marzo pasado por el director de la agencia tributaria (AFIP), Alberto Abad. Pero la reglamentación de la medida se demoró más de lo esperado. Hasta ahora, comprar por internet un producto y tenerlo en las manos requería de una burocracia engorrosa, lenta y de final incierto. Tras cumplir con una serie de pasos ante la AFIP, el comprador debía concurrir en persona a un edificio que el Correo Argentino tiene cerca del puerto. Allí lo esperaba una espera de hasta 6 horas, indispensable para saber si, efectivamente, el producto estaba en las bodegas de la empresa estatal. En caso negativo, era volver a empezar.
La restricciones a la entrega de paquetes desde el exterior, aún vigentes, datan de enero de 2014, cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quiso poner un coto a las compras en sitios web del exterior, sobre todo de China y EEUU. Las alarmas se encendieron en 2013, cuando la AFIP registró 1,5 millones de compradores y el ingreso de 20.000 productos por día. El comercio no se cerró, pero se limitaron las compras a dos por año, se les aplicó un impuesto del 50% y se entorpeció todo lo posible la entrega.
Cuando Abad anunció que volvía la mensajería a domicilio, consideró “infames” las colas para retirar los productos importados. “Las personas que quieren comprar un libro, para alguien que está estudiando, o que quiere leer un buen libro, tienen que pasar horas cerca del puerto, después hacer un VEP (volante de pago). Una cosa kafkiana en el peor sentido de la palabra”, dijo el funcionario. Los argentinos podrán comprar ahora textiles, comida industrial, juguetes y celulares, todos productos que se producen en Argentina y con fuertes protecciones aduaneras. Las entregas se harán por correo privado, como FedEx, DHL y UPS, y el Correo Argentino limitará sus servicios a bultos de no más de dos kilos. Todos los ingresos pagarán un impuesto, pero el Gobierno no ha establecido aún cual será la carga impositiva.
La apertura del comercio por internet es un antiguo reclamo de los usuarios, pero siempre ha generado temor entre las empresas locales, sobre todo las pequeñas y medianas. Ya en marzo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió que el ingreso de nuevos productos llegará “en un momento en que la venta está cayendo en un promedio mensual de 4% en unidades en forma interanual”. Desde la Cámara de Importadores de la República Argentina, en tanto, su presidente, Rubén García, dijo que "es bueno que vuelva a funcionar" el comercio puerta a puerta. "No todo el mundo hoy viaja al exterior ni puede hacerse de la mejor tecnologia. El nuevo régimen va a poner al alcance de la gente que algunos productos que hoy sólo unos pocos pueden alcanzar", dijo.
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