Mauricio Macri augura una inversión de 2.000 millones de dólares en energía renovable
El presidente de Argentina prepara una gran licitación para empresas extranjeras en un país con recursos ilimitados
Argentina vive cíclicas crisis de energía que obligan a cortes intempestivos de electricidad, sobre todo en verano. Para revertir el evidente costo político de la escasez, el presidente, Mauricio Macri, ha lanzado un plan de promoción de energías renovables que prevé satisfacer el 8% del consumo de energía eléctrica nacional al 31 de diciembre de 2017 y hasta el 20% en 2025, es decir unos 10.000 megavatios. Macri lo ha llamado Plan RenovAr. Ahora espera que su proyecto atraiga hasta 2.100 millones de dólares en inversiones a las que ha prometido tratar “con coherencia y seriedad”.
La apuesta del Gobierno ha sido que los inversores puedan aprovechar los vientos patagónicos. “Son increíbles, permanentes, estables, son de los mejores del mundo. Tenemos que llenar toda la Patagonia de molinos porque eso va a llenar de energía [eólica] la Argentina y se va a traducir en oportunidades de trabajo para muchos argentinos. En pocos meses esperamos recibir muchas ofertas de todo el mundo”, dijo Macri.
La inversión estimada por el Ejecutivo alcanzará los 2.100 millones de dólares durante los dos primeros años y el producto obtenido, unos 1.000 megavatios para esta primera etapa, se volcará al Mercado Eléctrico Mayorista, aquel del que se nutren luego los minoristas que abastecen hogares e industrias. Hoy el sistema energético argentino se basa en una conjunción de centrales hidroeléctricas, generadoras térmicas (alimentadas con hidrocarburos) y centrales nucleares, insuficientes para abastecer la demanda. La idea es sumar “600 megavatios eólicos, 300 megavatios solares, 65 megavatios de biomasa, 20 megavatios de pequeños aprovechamientos hidroeléctricos y 15 megavatios de biogás”, según establece el proyecto de ley.
Macri ha prometido que RenovAr será la puerta de acceso a un mundo mejor, donde no sólo el aire será más puro porque se bloqueará la emisión de casi 2 millones de toneladas de CO2 (dióxido de carbono) en forma anual, equivalente a los desechos tóxicos de unos 900.000 automóviles, según el cálculo oficial. Macri ha dicho que el plan tendrá también un efecto multiplicador del empleo de “hasta 8.000 puestos de trabajo”, en momentos en que Argetina vive un duro ajuste económico. “Este es el comienzo de una etapa maravillosa para el país”, dijo durante el acto de lanzamiento del proyecto, realizado en Buenos Aires. “Instalando molinos, paneles solares, biodigestores vamos a crear entre 5.000 y 8.000 puestos de trabajo, amén de ahorrar varios cientos de millones de dólares cada momento que llegamos a un pico de energía y tenemos que importar a precios carísimos”, explicó Macri
Los picos de consumo cuestan caro a Argentina, que ha debido importar Gas Licuado desde 2008. Lo que se pensó como una medida transitoria se hizo constante cuando comenzó a caer la producción local y el crecimiento económico disparó el consumo. Entre aquel año inicial y 2015 el país compró en el exterior gas licuado a un costo que superó los 4.000 millones de dólares.
La escasez argentina lo convirtió rápidamente de exportador a importador. Su principal proveedor ha sido Bolivia, sobre todo por la red de gasoductos que conecta a ambos países. Ayer se sumó Chile, país que durante la década de los 90 llegó a recibir 22 millones de metros cúbicos de gas argentino. Las ventas argentinas se cortaron abruptamente en 2006 y nunca más se restablecieron. Argentina recibirá desde Chile, entre mayo y agosto, 85 millones de metros cúbicos de gas noruego que llegará envasado en barco desde el sur de Francia. Argentina debió recurrir al gas chileno por resultar insuficientes los envíos desde Bolivia, pero pagará por él más del doble de lo que lo hace por el boliviano. Con el Plan RenovAr, el Gobierno pretende ahorrar unos 300 millones de dólares al año en importación de combustibles para generación eléctrica, calculados al precio internacional actual del petróleo, en torno a los 50 dólares por barril.
El gran desafió será conseguir inversores dispuestos a financias RenovAr. Macri confía en que el giro hacia la ortodoxia económica que ha dado su gobierno desde diciembre los convenza de los beneficios de invertir en su país. Pero tambén ha armado un plan de garantías que intentará despejar dudas para inversiones pensadas a 20 años.
"Durante 12 meses habrá un fondo con dinero anticipado, no una promesa, sino dinero en una cuenta para ser utilizado en caso de incumplimiento del contratante”, en este caso el Estado, explica el subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind. “Pero como 12 meses no son 20 años, un fondo creado por ley está obligado a pagar la terminación anticipada de los bienes no amortizados. Si no tuviera fondos responde el ministerio de Hacienda, eso es una garantía soberana. Si la garantía soberana no aparece, por la cuestión que fuese, hay una "garantía del Banco Mundial por 500 millones de dólares", agrega Kind. El presidente Macri deberá esperar ahora que la confianza en su administración sea suficiente.
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