Muros para edificios ecológicos
Gámiz suministra vigas laminadas de roble para su uso en estructuras inmobiliarias
Evolucionar, buscar la exclusividad y dotar a tus productos de valor añadido tiene premio. El Grupo Gámiz, una pyme alavesa del sector de la madera situada en la localidad de Santa Cruz de Campezo, está preparando las primeras vigas laminadas de roble para uso estructural como muro cortina que lucirá la fachada de la nueva sede mundial en Cambridge (Reino Unido) de la farmacéutica AstraZeneca. Los muros de cortina de madera, que después se acristalan, sustituyen a las estructuras tradicionales acero y aluminio, y suponen un paso más hacia los edificios sostenibles.
El sistema de clasificación, corte y encolado del roble que ha desarrollado Gámiz le otorgó en 2012 el privilegio de ser la primera empresa del mundo en obtener en Alemania la certificación para uso estructural de vigas laminadas de ese tipo de frondosa por mediación del Deutsches Institut für Bautechnik (DIBt), la máxima autoridad técnica del sector de la construcción. “No es una bilbainada, es la realidad”, precisa uno de los responsables de la firma, Jesús Gámiz, “porque hasta entonces solo se hacía en pino. Somos los primeros”.
El contrato de AstraZeneca no es el único. Su participación el pasado año como suministrador de muro cortina de roble para la reforma del edificio Konrad Adenauer, el secretariado general del Parlamento Europeo en Luxemburgo, le puso en la senda. Y para entonces ya habían realizado la estructura y la cubierta de las bodegas de Vega Sicilia, en colaboración con TRC Valladolid, y la francesa Simonin, así como la escalera de madera que da acceso a la torre de la Catedral de Santa María, en Vitoria, y los paneles separadores de Google Madrid. Acaban de firmar un contrato para los muros cortina de la nueve sede del Banco Popular en Madrid junto a los gallegos de Inasus. Además participaron en la construcción de la mezquita de Colonia (Alemania).
La firma ganó un contrato de suministro para la nueva sede de AstraZeneca
El proyecto de AstraZeneca, que va a invertir más de 420 millones de euros, está desarrollado por el estudio Herzog & de Meuron. Se ubicará en el Campus Biomédico Cambridge (CBC), la nueva sede en el Reino Unido para la investigación biológica y la ingeniería de proteínas llevado a cabo por MedImmune, el brazo biológico de AstraZeneca. En una primera fase que irá hasta noviembre de este año, Gámiz suministrará los 600 metros cúbicos de viga laminada de roble, por más de un millón de euros.
Si en 2012, la pyme alavesa fue la primera empresa en lograr la certificación para el uso estructural de vigas laminadas, un año después logró la marcación CE, el Certificado de Conformidad de Idoneidad Técnica Europeo que tiene validez oficial en toda la Unión Europea. “Poco a poco se está introduciendo cada vez más madera en los edificios, y en ese tránsito hacia la sostenibilidad, estamos preparados para afrontar cada vez mayores retos”, asegura uno de los responsables de la compañía, Jesús Gámiz.
La empresa, ubicada en Campezo desde 1942, se dedicó durante muchos años al clásico parqué para suelos y a la madera para puertas. Poco a poco, en su catálogo fueron entrando también los muebles de madera maciza. En 2005, cuando todavía no se sentía, pero ya se hablaba de la burbuja inmobiliaria y de la crisis del ladrillo, aunque la del consumo no era ni siquiera un fantasma, la compañía decidió reinventarse. Pese a muchas opiniones internas en contra, que lo consideraban un error, los responsables de la firma tomaron el camino que luego ha resultado complicado, pero exitoso. Evolucionaron hacia la fabricación de vigas estructurales de madera. Un ingeniero alemán que tienen en la firma sentó las bases para situarse en el mapa europeo de la construcción sostenible.
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